Este mes de mayo se espera el lanzamiento de la versión de prueba de Taproot, una solución que pretende ampliar la capacidad del sistema de cadena de bloques de Bitcoin.
La iniciativa nace como una respuesta más al problema de escalabilidad que acompaña a esta criptomoneda desde su creación, para el cual no se ha encontrado todavía una solución definitiva. Una dificultad que podría afectar a la viabilidad de Bitcoin en el futuro, y que analizamos en detalle en este artículo.
Acceso y seguridad
«Como hemos explicado anteriormente, mientras más personas puedan participar en la minería de datos más seguras serán las transacciones».
Como explicamos en Economipedia, Bitcoin es una criptomoneda basada en la tecnología blockchain. Esto significa que todas las transacciones quedan registradas en bloques de datos compartidos por los ordenadores que participan del sistema a través de la minería de datos. De esta manera, los usuarios pueden colaborar en el mantenimiento de un registro histórico de todas las transacciones hechas con Bitcoin, a la vez que son recompensados con saldos de esta criptomoneda.
La ventaja de este sistema es evidente: si toda la información estuviera localizada en un único registro bastaría con modificarlo. No obstante, esto no es así, pues, al estar presente en millones de servidores en todo el mundo, la posibilidad de cambiarlos todos a la vez es ínfima. Esta es, sin lugar a dudas, una de las grandes ventajas que presenta Bitcoin, generando un registro de bloques de datos seguro y accesible para toda la red.
Precisamente, para garantizar que esta participación es lo más universal posible, Bitcoin utiliza bloques de datos relativamente pequeños. De esta manera, se puede acceder a la red, incluso desde ordenadores sencillos o zonas donde la banda ancha es limitada. Recordemos que, como hemos explicado anteriormente, mientras más personas puedan participar en la minería de datos más seguras serán las transacciones.
El problema de la escalabilidad
«Las bolsas de valores pueden registrar 80.000 transacciones por segundo y VISA 20.000, mientras que Bitcoin solo puede procesar 7«.
En este sentido, el hecho de utilizar bloques pequeños supone una gran ventaja, aunque por otra parte también genera problemas. El motivo es que, al tener cada bloque una capacidad relativamente baja para almacenar registros, se hace más difícil que los usuarios de Bitcoin puedan operar a la vez, en tanto en cuanto se incrementa el número de transacciones.
Actualmente, los bloques tienen un tamaño de 1 megabyte, lo cual permite almacenar de media unas 2.000 transacciones (el número es aproximado y depende de las fuentes, ya que cada transacción tiene un tamaño diferente). Se trata, sin lugar a dudas, de un volumen relativamente bajo; especialmente si tenemos en cuenta que los principales medios de pago en el mundo registran millones de transacciones por minuto.
De hecho, para entender la dimensión de lo que estamos explicando basta con comparar algunos números.
Si las bolsas de valores pueden llegar a registrar hasta 80.000 transacciones por segundo, y la multinacional de servicios financieros VISA unas 20.000, Bitcoin, por su parte, únicamente puede procesar 7. Esto significa que si su volumen de negociación sigue creciendo, puede existir un riesgo de colapso en la red y que los usuarios sufran retrasos en sus transacciones.
Existe, por tanto, un límite de capacidad que dificulta la escalabilidad de Bitcoin, para lo cual sus desarrolladores han propuesto múltiples soluciones. Más aún si tenemos en cuenta que esta criptomoneda no para de ganar usuarios y su uso de extiende por todo el mundo. La escalabilidad, por tanto, no es solamente una cuestión técnica sino, bajo nuestro criterio, una de las claves para que Bitcoin pueda ser un éxito a nivel mundial.
No hay soluciones fáciles
«Si bien ha habido propuestas para reducir este tiempo de espera, de momento, y conviene recordarlo, estas no han salido adelante».
En principio, cuando pensamos en las posibles soluciones para acabar con este problema, se nos vienen a la cabeza dos soluciones que, aun no siendo de fácil aplicación, podrían acabar con este problema. Y es que, entre las soluciones, una de ellas podría ser el hecho de, si hay un límite de transacciones que se pueden almacenar en un bloque de datos, intentar aumentar la capacidad de cada bloque o la velocidad a la que son generados.
La primera opción, en principio, puede parecer la más evidente, pero ello no nos dice que esté exenta de riesgos y problemas. De hecho, como hemos mencionado anteriormente, Bitcoin busca operar con bloques pequeños para que el mayor número posible de usuarios participe de la minería de datos. Por el contrario, aumentar el tamaño de los bloques podría excluir a muchas personas, centralizando los registros y deteriorando la seguridad.
Una de las propuestas que se hicieron en este sentido fue Bitcoin Classic, que promovía un aumento de los bloques a 2 MB. Sin embargo, después de algunos meses, el nuevo límite de capacidad dejó de ser fijo y pasó a manos de los mineros de datos. A pesar de ello, la centralización de los registros era un riesgo evidente y, en 2017, se abandonó la iniciativa, animando a los usuarios a migrar hacia Bitcoin Cash.
Por otra parte, la opción de generar más bloques tampoco parece demasiado factible. Recordemos que la minería de datos consiste en problemas matemáticos que necesitan tiempo para resolverse, lo que limita la creación de bloques. Hoy en día, cada bloque tarda, de media, unos 10 minutos en ser generado.
Si bien ha habido propuestas para reducir este tiempo de espera, de momento, y conviene recordarlo, estas no han salido adelante. La razón es que, al reducir el tiempo y tener más usuarios, los problemas deberían ser más complejos y aumentaría la capacidad necesaria de los ordenadores que participan de la minería de datos. De esta manera, los bloques se podrían generar más rápido pero nuevamente se perdería seguridad al excluir participantes.
Propuestas alternativas
No obstante, también existen otras alternativas al problema de la escalabilidad.
Sin lugar a dudas, una de las más interesantes es Segwit, también conocida como Segregated Witness (Testigo Segregado). A grandes rasgos, esta propuesta consiste en que parte de la información de las transacciones se guarde en una estructura de datos separada. De esta manera, se podría reducir el tamaño de cada transacción, lo que permite almacenar más transacciones en cada bloque. Y todo ello, sin necesidad de aumentar el límite de 1 MB.
Una idea similar es el uso de las cadenas paralelas (side chains), es decir, bloques de datos alternativos. Estos bloques estarían conectados a la red blockchain de Bitcoin, a la vez que reducirían la presión sobre ella. Sin embargo, su uso podría estar más orientado a situaciones puntuales que a resolver de forma definitiva el problema de la escalabilidad.
Otra alternativa es Lightning Network, una red basada en canales de pago fuera de la cadena de bloques. Estos canales son abiertos por las dos partes (pagador y beneficiario), a través de una transacción inicial a una dirección multifirma que queda registrada en la red blockchain. Este movimiento inicial se denomina «transacción de fondeo», y es el punto de partida para dejar abierto el canal de pago.
A partir de entonces, cualquiera de las dos partes puede utilizar el canal de pago, siendo solamente necesaria la validación del otro usuario para completar las transacciones. Es importante recordar que éstas no pasan a la red de bloques hasta que se cierra el canal.
Lightning Network, por tanto, ofrece una posible solución al problema de la capacidad de la red, pero, a cambio, también presenta algunos inconvenientes en lo que respecta a la seguridad de las transacciones. De hecho, éstas son revocables precisamente por este motivo. Aun así, no existe consenso entre los usuarios de Bitcoin acerca de Lightning Network como una solución definitiva.
¿Podemos esperar una solución?
«El escenario actual es una demanda creciente sobre una oferta rígida, generando un riesgo de escasez relativa en el futuro«.
En conclusión, la escalabilidad de Bitcoin se presenta, así, como un importante escollo a superar para quienes piensan en esta criptomoneda como una divisa de referencia en el futuro.
Es cierto que para ello falta mucho camino por recorrer, como hemos explicado en otras publicaciones. Sin embargo, la objeción que planteamos en su momento está basada en la cotización de Bitcoin. Eso significa que podría superarse si su cotización crece exponencialmente en los mercados. Un escenario quizás improbable en los próximos meses o años, pero no imposible en el largo plazo.
Por el contrario, el problema que exponemos en este artículo es de naturaleza técnica, basado en las posibilidades limitadas que a día de hoy ofrece Bitcoin. En este caso, no bastaría con confiar en mercados más proclives a comprar esta criptomoneda, sino en soluciones concretas que estarán sujetas a la validación de los usuarios.
¿Significa esto que Bitcoin nunca podrá ser escalable? En absoluto. Es cierto que, en el presente, este activo sufre una limitación técnica, pero eso no significa que no la pueda superar en el futuro.
Es importante tener en cuenta que el problema de la escalabilidad de Bitcoin no es otra cosa que un riesgo de exceso de demanda. En otras palabras, si se mantiene la tendencia de crecimiento puede llegar un momento en que el mercado demande muchas más transacciones en Bitcoin que las ofrecidas por la red actual.
En términos económicos, diríamos que el escenario actual es una demanda creciente sobre una oferta rígida, generando un riesgo de escasez relativa en el futuro.
Bitcoin en el orden espontáneo del mercado
Según el economista austríaco Friedrich von Hayek, el progreso de las sociedades se basa en el orden espontáneo, es decir, en la acción simultánea de personas que cooperan entre sí; sin ninguna dirección centralizada e incluso inconscientemente. En el ámbito de la economía, esa espontaneidad tendría lugar en los mercados, donde los cambios continuos en la oferta y la demanda dan lugar a desfases entre ambas variables.
Según Hayek, la aparición espontánea de esos desfases genera, cada día, incentivos para dirigir el ingenio humano hacia las nuevas necesidades de las personas. En pocas palabras, la innovación en el mercado se explicaría como un proceso continuo por el que la oferta intenta adaptarse a la demanda. Como demuestra la historia económica, cuando en una economía libre se produce un exceso de demanda sobre un bien o servicio es cuando más alternativas surgen para superar esa escasez.
Como economistas que somos, parte de nuestro trabajo consiste en observar la realidad y contrastarla con las construcciones teóricas que pretenden explicarla. En este caso, la escalabilidad de Bitcoin parece un ejemplo claro de un servicio que cada vez se acerca más a sufrir un exceso de demanda que no se podría satisfacer en las condiciones actuales.
No podemos predecir si lo que pasará con Bitcoin acabará siendo una prueba a favor o en contra de la teoría del orden espontáneo, pero sí podemos observar los primeros pasos del mercado en este sentido. Sin necesidad de una dirección centralizada ni un mandato estatal, los usuarios llevan tiempo cooperando para buscar soluciones a largo plazo, mostrando más visión de futuro sobre su moneda que muchos bancos centrales, pero, ¿serán capaces de lograrlo?
lu dice
entendiendo el concepto de burbuja economica, esta moneda virtual se estaria encuadrando dentro de ese concepto? o es que existe en algun punto una garantia de que es estable y que no va a sufrir la caida en algun momento?
Federico J. Caballero Ferrari dice
Hola,
Lamentablemente no podemos dar una respuesta a esa pregunta con total seguridad. Decimos que hay una burbuja en un activo cuando su oferta y sus precios no reflejan la demanda real del mercado. Si bien es cierto que parece haber una demanda creciente de medios digitales de pago en general y de criptomonedas en particular, eso no significa que la demanda en concreto de Bitcoin vaya a seguir creciendo dado que también compite con otras criptomonedas. Además, es importante recordar que también hay factores externos imprevisibles que pueden hacer caer el precio de un activo sin que necesariamente haya habido una burbuja previa (por ejemplo una regulación determinada que penalice a sus propietarios).
Con respecto a las garantías, desde el fin del patrón oro ni siquiera las monedas emitidas por los bancos centrales pueden asegurar que mantendrán en el tiempo su poder adquisitivo. En este sentido Bitcoin tiene la ventaja de tener una oferta limitada, pero aún así su cotización siempre estará sujeta a que esta regla se mantenga en el tiempo y a la demanda del propio mercado.
Un saludo,
Federico J. Caballero Ferrari
JUAN F MAGALLANES dice
Muy interesantes sus artículos, actualizados y de vanguardia según las circunstancias que estamos viviendo. Felicidades
Federico J. Caballero Ferrari dice
Muchas gracias Juan.
Un saludo,
Federico J. Caballero Ferrari
ROMEO dice
Buen artículo.
Lalo dice
Beautiful ~ mas claro ni el agua
Panzadura dice
La escalabilidad en Bitcoin se consigue de una manera muy sencillo: Eliminando la escasez artificial de espacio por bloque; quitando una restricción impuesta por las circunstancias del momento cuando la red era un proyecto de aficionados y no existía la profesionalización que llegó con los ASICs y la estructuración en grandes compañías de minería. Nada más que eso.
Y el único proyecto que sigue esas directrices que vienen definidas por su creador y en el documento técnico en Bitcoin Satoshi Vision.