La hiperinflación en Venezuela preocupa cada día más. ¿Cuáles son sus causas?¿Cómo puede Venezuela salir de esa situación?
La amnesia que produce el cortoplacismo y el pensamiento de que el estado actual de las cosas es el único posible, ha llevado a pensar a muchos economistas que la inflación es un fenómeno del pasado.
Muchos, sobre todo en occidente, han olvidado que este fenómeno, si no se actúa con respeto y diligencia por los ahorros de la población, se puede producir en cualquier momento. Sus efectos son desastrosos. Se acentúan progresivamente con el tamaño y profundidad del asunto.
No es imposible salir de una hiperinflación como la que vive Venezuela. Otros países en situaciones monetariamente similares han conseguido salir del escarpado terreno que engulle a una economía que padece una hiper. Y más aún, por mucho que insistan algunos sobre los logros o fracasos de la izquierda, en honor a la verdad la hiperinflación no es un fenómeno exclusivamente de los políticos que la defienden. Se ha dado en regímenes políticos muy dispares, de izquierdas y de derechas. Sin embargo, de izquierdas o derechas todos tienen algo en común: intervención excesiva.
Nótese que aquí no hablamos de otros asuntos. No hablamos de la economía en general o de los efectos colaterales que podrían tener estas o aquellas políticas. La economía no es algo inerte, todo lo contrario. La economía es dinámica y el movimiento de una de las piezas del tablero mueve automáticamente hacia diferentes direcciones los demás fragmentos. Cabe destacar también, y antes de comenzar a hablar del causas, que en Economipedia no nos posicionamos hacia ninguno de los flancos políticos. Esto es, analizamos las causas, las consecuencias e intentamos aportar las soluciones. Siempre intentando ser rigurosos con la información, basándonos en la historia y en las teorías económicas que han demostrado funcionar en el pasado.
No obstante, somos conscientes de que a pesar de las advertencias, como siempre, algunos intentarán encasillarnos en alguna coordenada del diagrama de Nolan.
Causas de la hiperinflación en Venezuela
La hiperinflación tiene diferentes causas. Algunos reducirán el tema a lo monetario, pero esto va mucho más allá. Afirmar que la hiperinflación es un fenómeno exclusivamente monetario es cerrar los ojos a la realidad. Evidentemente, es un fenómeno monetario porque si no existiese dinero difícilmente existiría inflación. Pero el hecho de que la inflación sea algo que tiene que ver con la moneda no quiere decir que sea estrictamente monetario o unicausal. Así, por ejemplo, la hiperinflación puede estar provocada por una guerra, por la financiación del déficit público o, simple y llanamente, por la ignorancia de pensar que imprimir y repartir billetes aumentará por arte de magia la riqueza de los ciudadanos.
Estas últimas son las causas de fondo y son las que hay que estudiar. No vale con decir, no imprimas dinero y se acabó, hay que ir hacia aquello que provoca que se imprima dinero en exceso y se produzca esta situación.
Sin más dilación, vamos a ver el caso concreto de Venezuela. ¿Qué ha causado la hiperinflación en Venezuela? Según García Larralde (2017) han sido cinco las causas que han llevado a Venezuela a esta situación:
- Crecimiento desorbitado de dinero sin respaldo.
En efecto, la cantidad de monedas y billetes en circulación ha crecido de manera desmesurada. Si tomamos los datos que el mismo Banco Central de Venezuela (BCV) ofrece constatamos que así ha sido.
La inflación en Venezuela ha ido en línea con el aumento de monedas y billetes en circulación. La creación de billetes debe ir de la mano de la creación de valor. Si una institución se dedica a imprimir billetes sin respaldo de valor, corre el riesgo de que la moneda impresa pierda gran parte de su valía.
- Déficits excesivos y sostenidos de las empresas públicas no financieras
Uno de los principales motivos que ha provocado que el BCV imprima dinero de forma incesante han sido los déficits de las empresas públicas no financieras. Esto es, principalmente, la incapacidad de Petróleos de Venezuela (PdVSA) de producir petróleo y venderlo. Una reducción que ha estado provocada, en parte, por las sanciones impuestas por Estados Unidos. Claro que, como ya indicamos en un artículo al respecto, la producción venía cayendo desde más atrás. Las sanciones no hicieron sino intensificar el proceso.
Es más, el hecho de que Estados Unidos restringiera el acceso a los mercados financieros, ha provocado con mucha más insistencia que, precisamente, PdVSA haya tenido que financiarse imprimiendo dinero sin parar.
- Pérdida de confianza en la moneda nacional: el bolívar.
Algo tan aparentemente insignificante como haber cambiado el nombre de la moneda en tres ocasiones denota la gran inestabilidad que anda sufriendo la moneda venezolana durante los últimos 15 años. Desde 1879, aunque para nada exento de dificultades, el bolívar se mantuvo como la moneda de curso legal. En 2007, se cambió por el bolívar fuerte y más tarde, en 2018, por el bolívar soberano.
En febrero de 2018 se compraba un dólar con 0,35 bolívares, mientras que a fecha de julio de 2019 para adquirir un dólar se necesitan 7.599 bolívares. Sin duda, el bolívar como depósito de valor carece de confianza.
Desde Ecoanalítica, afirmaban que aunque el cambio del bolívar fuerte al soberano no solucionaría el problema de la hiperinflación, ayudaría a que la contabilidad de las empresas se tornará con sentido. Algunos programas de contabilidad, decía Asdrúbal Oliveros, no admitían tantos ceros.
- Mercado de divisas controlado e intervenido
Dado que el Gobierno disponía de un tipo de cambio del bolívar contra el dólar más bajo de lo que correspondía, necesitaba limitar el intercambio de divisas. Es decir, si me están dando por un bolívar, más dólares de los que en realidad corresponden, cambiaré todos mis bolívares por dólares. El Gobierno, claro está, sabía esto y por tanto lo limitaba.
Claro que, dado que estás limitando el intercambio a dólares, aflora un mercado negro creciente e incesante. Al hilo con esto, el racionamiento de las divisas, indica Larralde, tiene que ver también con la caída de los ingresos provenientes del petróleo que provoca la tendencia de menos reservas.
Por no hablar del aumento excepcional de la deuda pública externa de Venezuela que el Gobierno intensificó bajo la idea de que los ingresos petroleros crecerían de forma constante. En cuanto la producción cay y el sector externo se hundió, la deuda pública externa se tornó impagable. De nuevo, vuelta a imprimir dinero para repagar.
- Control de precios y salario mínimo
El control de precios y la indexación de los salarios por parte del Gobierno actual y el anterior, ha sido constante. Controlar los precios e indexar salarios no tiene sentido si estos no están apoyados por la productividad. El Gobierno siempre va a actualizar el salario mínimo una vez conozca el dato de la inflación, pero mientras no lo actualiza la inflación crece y el poder adquisitivo se reduce. Aquí se produce un efecto en cadena que podemos describir analíticamente con mucha facilidad del siguiente modo:
Por un lado el Gobierno piensa: «Bajaremos los precios para que todo el mundo pueda acceder a ellos». Evidentemente, la idea de que todos podamos acceder a productos de forma más barata es buena. ¿Quién no quiere comprar más barato? Todos queremos comprar más barato. Claro que, existe otra parte a la que llamamos vendedor. Si obligas al vendedor a ofrecer sus productos por debajo de su precio de coste, tendrá pérdidas. ¿Y qué ocurre si tiene pérdidas? Que producirá menos para tener menos pérdidas. ¿Qué produce esto? Escasez de productos. ¿Cuando existe escasez que ocurre? Que los precios suben. Rizando el rizo, el Gobierno, al ver que los precios suben, los volverá a bajar. La dinámica sigue el mismo camino, precios por debajo del coste de producción, el vendedor pierde dinero, sigue reduciendo su oferta y la escasez con su consecuente subida de precios se adueña de la economía.
Al mismo tiempo, subes el salario mínimo. ¿Quién está en contra de que todos cobremos más y que exista un mínimo con el que todo podamos tener una vida digna? La idea, de nuevo, es buena. Ahora bien, este salario tiene que ser acorde con lo que uno produce. Si uno cobra más de lo que produce, ¿qué ocurre? Que la empresa tiene pérdidas. ¿Y si tiene pérdidas que hace con los trabajadores? Los despide para no incurrir en más pérdidas. Al final, junto con el control de precios, las empresas se van ahogando, el desempleo aumenta y los productos escasean. El Gobierno trata de solventar esto imprimiendo más dinero y al final se produce un cóctel letal que destruye la economía del país.
Por primera vez durante los últimos años, el Banco Central de Venezuela (BCV), presionado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado datos actualizados sobre su economía desde 2013 a la actualidad.
- Caída del producto interior bruto (PIB) de alrededor del 50%
- Las importaciones se han reducido en un 77%.
- La construcción cayó en el mismo periodo un 96%
- El sector manufacturero, el comercio y el financiero se sitúan entre un 75 y 80% de caída.
- Los ingresos provenientes del petróleo se han reducido cerca del 70%. Unos ingresos que suponen la principal vía de ingresos del país.
Con todo, el FMI sigue desconfiando de las cifras macroeconómicas emitidas por la autoridad monetaria venezolana.
Soluciones a la hiperinflación de Venezuela
Las soluciones son muy simples y pasan por cambiar las actuaciones respecto a las causas anteriormente comentadas.
- No permitir la impresión de dinero sin respaldo.
- Mejorar la gestión de los presupuestos públicos para no incurrir en déficit. Y en caso de incurrir en déficits, no imprimir dinero deliberadamente para volver a endeudarse.
- Fomentar la confianza en el valor gracias al resto de puntos comentados y certificando que el bolívar sirve como depósito de valor. Es decir, reducir la volatilidad del mismo provocada por la intervención gubernamental.
- Liberar el tipo de cambio en los mercados financieros, facilitando que el tipo cambio se aproxime al real y que los venezolanos y sus empresas puedan acceder a los mercados internacionales sin limitaciones del Gobierno.
- Eliminar los controles de precios y salario mínimo. O bien, en caso de existir, tener en cuenta que estos precios mínimos o remuneraciones mínimas deben tener un sentido y ser acordes con la productividad y producción. De lo contrario, la economía no tendrá un funcionamiento estable y acorde a la realidad.
En definitiva, Venezuela se encuentra en una situación precaria. Cuánto más tarden en actuar, más profundos serán los efectos. Negar la realidad, sólo llevará a más hiperinflación y la hiperinflación a más pobreza, a menos estabilidad y a menos posibilidades de crecimiento de sus ciudadanos.
Jorge Briceño dice
Interesante trabajo. Sin embargo, me gustaría una reflexión acerca de lo siguiente: tradicionalmente se habla de la emisión de monedas y billetes sin respaldo como uno de los detonantes de la situación referida. Considero que en el caso Venezuela, esta situación no es tal. Antes bien, la impresión de nuevos billetes (cambio del cono monetario en dos oportunidades en corto tiempo) no ha cubierto las expectativas del mercado puesto que la oferta monetaria no se corresponde con la realidad. Tanto es así que los billetes de "más alta denominación" se venden por un precio superior a esa denominación, producto de que la oferta de billetes es menor que la demanda de los mismos y los actores económicos necesitan de esos billetes para sus transacciones.
En tal sentido, creo que no es en la emisión de papel moneda sin respaldo en donde está el problema. Más delicado aún, es el incremento de una oferta monetaria en la contabilidad del Banco Central (nominal, no real).
Este daño económico se complementa con la creación del Petro que, sin intervención del mercado, adquiere un valor a discreción del Ejecutivo Nacional, mediante decreto presidencial (el valor del Petro, al cual están ancladas múltiples operaciones financieras del gobierno, lo fija el presidente)
¿Se puede hablar, entonces, de generación de dinero inorgánico que no responde a la emisión de billetes y monedas tangibles?
Es esto posible?
Existen experiencias similares en otras economías?
Muchísimas gracias y un cordial saludo.
José Francisco López dice
Hola Jorge,
Llevas razón en una parte, aunque no constaba esa información sobre Venezuela respecto a sus billetes. La información que tenemos es que los billetes allí no vale nada y cada vez valen menos. El tipo de cambio respecto al dólar no para de caer. El problema del dinero inorgánico es que pasa de ser inorgánico a orgánico porque el Estado paga sus deudas, no produciendo, sino imprimiendo. El dinero inorgánico pasa a ser inorgánico y se origina la inflación. Un ejemplo de que el dinero inorgánico puede (temporalmente) no crear inflación es Japón. No ha parado de aumentar su deuda y de fomentar políticas expansivas y no consigue crear inflación. Por tanto, es un tema complicado y se debe a diversos factores.
¡ Saludos y gracias !
Orlando Sanchez dice
Excelente y didactico articulo sobre las causas de la hiperinflacion en venezuela !