Hace un año, con el COVID-19 expandiéndose de manera vertiginosa, gran parte de la población se vio forzada al confinamiento. Los efectos económicos se hicieron sentir inmediatamente, provocando un colosal desplome del PIB. A día de hoy, la pandemia y la crisis económica continúan y cabe preguntarse: ¿Realmente son fiables los indicadores económicos? ¿Muestran una verdadera recuperación?
Marzo de 2020 pasará a las páginas de los libros de Historia como un mes especialmente aciago en los aspectos económicos y sanitarios. La actividad económica se detuvo de golpe y el PIB sufrió un descalabro como hacía mucho tiempo que no se veía. El FMI calculó que la economía mundial retrocedió un 4,4%, convirtiéndose en el peor desplome económico desde los difíciles años 30.
Países como España llegaron incluso a registrar el mayor descenso del PIB desde la Guerra Civil, mientras que el golpe en Latinoamérica se hacía sentir con una caída del 7,7% del PIB, siendo la mayor caída de la zona en 120 años. En este desolador escenario de depresión económica, solo China atisbaba la luz al final del túnel, creciendo un 2,3% en el pasado año.
¿Datos esperanzadores o engañosos?
A pesar de todo, el FMI estima que la economía mundial crecerá un 5,2% en 2021. Ahora bien, ¿será suficiente ese crecimiento económico? ¿Es una cifra esperanzadora? ¿Avanza el mundo en la buena dirección? ¿Permitirá dicha cifra generar empleo y acercarnos a los niveles de actividad económica previos a la pandemia?
El varapalo económico ha sido tan acentuado que, comparar los indicadores económicos de 2021 con los de 2020 no aportaría una imagen real que permitiese hablar de recuperación económica. Por ello, para evaluar si el mundo realmente avanza hacia la recuperación, sería mejor comparar los datos de 2021 con los indicadores económicos previos a la pandemia.
Si bien los registros de febrero de 2020 pueden tener cierta utilidad, puesto que la actividad económica fluía con normalidad, marzo y abril de 2020 podrían calificarse como dudosas referencias. En ambos meses, la caída del PIB es tan desorbitada que cualquier comparación con el presente 2021 no aportaría una imagen correcta de la realidad. Estaríamos por tanto ante una fotografía terriblemente imprecisa del actual panorama económico, insuficiente para valorar si estamos regresando a los niveles previos a la pandemia.
Para comprender la progresiva evolución de la economía, más que regresar a 2020, hay quienes defienden que lo mejor es comparar los datos de crecimiento mes a mes o trimestre a trimestre. De este modo, podría determinarse qué meses supondrían un verdadero punto de inflexión para el PIB. Igualmente, sería de gran utilidad contar con unos registros previos a la pandemia que sirvan como referencia, que marquen a los países los objetivos macroeconómicos a alcanzar.
Las comparaciones no solo afectan a magnitudes como el PIB. Las variaciones con respecto a 2020 de datos de consumo o las ventas de automóviles podrían resultar engañosas, puesto que, a aquellas alturas, solo los establecimientos esenciales permanecían abiertos. La economía vivía lo que conocemos como «shock de oferta«.
En los próximos meses, los registros económicos superarán fácilmente los pésimos datos cosechados en 2020. Estamos hablando de incrementos porcentuales que, a simple vista, resultan espectaculares, pero no olvidemos que la población mundial estaba atravesando un descalabro económico histórico, del que, con contracciones de hasta el 11%, no nos recuperaremos con un 5%, por muy beneficioso que este sea.
¿Se relanzará la economía mundial?
Como anteriormente indicábamos, el FMI pronosticaba un crecimiento económico mundial del 5,2%. No obstante, aunque una potencia económica de la entidad China ya haya retomado la senda del crecimiento, la recuperación será desigual. Y es que, en aquellos países cuyas economías dependen en gran medida del sector servicios, la recuperación avanzará a menor velocidad, como es el caso de España, Italia y Gran Bretaña. Pues, conviene resaltar, ni China, con un crecimiento superior al resto, había registrado un crecimiento tan leve cuando atendemos su historia reciente.
Asimismo, el PIB no es el único indicador a la hora de analizar la salud económica de un país. La tasa de desempleo también es un buen indicador de la prosperidad de una nación. Tomemos el caso de Estados Unidos, el país con más infectados por COVID-19. En abril del pasado año, con la primera oleada de la pandemia, el paro se situaba en el 14,7%, mientras que en febrero de 2021 el paro ha caído hasta el 6,7%. A primera vista parecen buenos datos, sin embargo, queda camino por recorrer hasta regresar al 4,4% de paro que Estados Unidos registraba en marzo de 2020.
Otro ejemplo que refuerza la idea de una recuperación que se antoja compleja es España, un país en el que la hostelería y el turismo tienen un gran peso. Así, en febrero de 2020, antes del estallido de la pandemia, la tasa de desempleo era del 13,6%. Así, el desempleo en España ha ido sufriendo altibajos, hasta quedar en el 16% en enero de 2021 (sin contabilizar los ERTEs), lo que indica que todavía queda mucho por hacer de cara a la recuperación económica.
Otros indicadores
La pandemia también ha tenido un severo impacto en el sector turístico. Las reservas de alojamientos turísticos también pueden aportar ciertos indicios sobre la buena o mala marcha de una economía. En esta línea, parece poco alentador que, después del catastrófico 2020, el turismo y los viajes internacionales no vayan a recuperarse hasta 2025.
Tampoco hay que olvidar indicadores como el índice de producción industrial, que mide la actividad de las distintas áreas industriales de un país. Guiándonos por este indicador, las economías más desarrolladas (Europa, Estados Unidos, Japón) vieron caer una actividad industrial que no terminan de recuperar en el presente 2021.
Otro dato al que suelen prestar atención los economistas es la matriculación de vehículos. Suele ser un indicador que aporta bastantes pistas respecto a la buena o mala salud económica de un país. Aunque, ni las variaciones en las ventas de coches invitan a pensar en la recuperación en lugares como Estados Unidos y Europa.
José Antonio Ludeña dice
Hola Claudio,
muchas gracias por tu comentario. Nos alegra saber que nuestros lectores consiguen superar las dificultades que está generando el COVID-19. Mucho ánimo y seguimos trabajando para divulgar la educación financiera.
Un saludo de todo el equipo de Economipedia????