Hipoteca variable: Qué es, cómo funciona y ejemplos
- Sus cuotas mensuales fluctúan en función del tipo de interés de mercado.
- Se revisa periódicamente, generalmente cada seis o doce meses.
- Ofrece cuotas iniciales más bajas que las hipotecas fijas.
- Supone un riesgo, ya que el pago mensual puede aumentar si los tipos suben.
Qué es la hipoteca variable
La hipoteca variable es un tipo de préstamo hipotecario en el que el interés que se aplica no es fijo, sino que puede cambiar a lo largo del tiempo.
Esto significa que las cuotas que el prestatario debe pagar pueden variar según las fluctuaciones del tipo de interés de referencia establecido por el banco.
Generalmente, este tipo de hipoteca se vincula a índices como el Euríbor, que mide el coste al que los bancos se prestan dinero entre sí.
Hipoteca variable: Explicación sencilla
La hipoteca variable es un préstamo que te permite comprar una vivienda, pero con una cuota mensual que puede subir o bajar en función de los cambios en los tipos de interés.
Estos cambios dependen de índices como el Euríbor, por lo que si el índice baja, pagas menos, y si sube, pagas más.
La idea es aprovechar las posibles bajadas del interés, aunque también debes estar preparado para que la cuota pueda aumentar.
Características de la hipoteca variable
- Interés variable: El principal rasgo de una hipoteca variable es que el interés puede cambiar desde el primer momento y a lo largo de todo el plazo del préstamo. Este interés está ligado a un índice de referencia que fluctúa según las condiciones del mercado. De esta forma, las cuotas que pagas pueden subir o bajar en cada revisión periódica.
- Revisiones periódicas: Las hipotecas variables suelen revisarse cada seis o doce meses. En estas revisiones, el interés aplicado se ajusta en función del valor del índice de referencia. Esto significa que las cuotas pueden variar de forma regular, aumentando o disminuyendo según el tipo de interés de mercado.
- Vinculación a índices: El interés está ligado a índices económicos como el Euríbor, por lo que la cuota mensual depende de factores externos al prestatario, como las políticas del banco central o las condiciones de la economía.
- Amortización: En las hipotecas variables, se suele usar el sistema de amortización francés, que implica una cuota constante en cada periodo revisable, aunque el interés cambie en las revisiones. Sin embargo, la distribución de los pagos entre capital e intereses puede variar con cada cambio en el tipo de interés.
Ventajas de la hipoteca variable
- Cuotas iniciales generalmente más bajas: A diferencia de las hipotecas fijas, las cuotas en una hipoteca variable suelen ser más bajas al inicio, lo que facilita el acceso a la vivienda para aquellos con un presupuesto ajustado.
- Posibilidad de ahorro: Si los tipos de interés bajan durante el plazo de la hipoteca, el prestatario podría beneficiarse de cuotas mensuales más bajas. Esto puede representar un ahorro considerable a lo largo de los años.
- Flexibilidad en el mercado a largo plazo: Las hipotecas variables permiten que el prestatario se beneficie de las bajadas de interés y, en algunos casos, facilitan la amortización anticipada sin penalización.
Desventajas de la hipoteca variable
- Incertidumbre en los pagos: Dado que el interés cambia con el tiempo, la principal desventaja es la falta de certeza en cuanto a las cuotas futuras. Esto puede dificultar la planificación económica a largo plazo.
- Riesgo de subidas de interés: Si los tipos de interés aumentan, las cuotas también lo harán, lo que puede llevar a dificultades financieras, especialmente si el incremento es alto y constante.
- Comisiones y gastos adicionales: Las hipotecas variables pueden incluir comisiones relacionadas con las revisiones de interés o gastos adicionales que no siempre son evidentes al inicio.
Ejemplo de hipoteca variable
Supón que solicitas una hipoteca variable de 150,000 euros a un interés del Euríbor + 1%. Si el Euríbor está en 1%, pagarías un 2% total de interés. En este caso, tu cuota mensual inicial sería de aproximadamente 621 euros. Sin embargo, al tratarse de una hipoteca variable, las cuotas pueden cambiar cada seis o doce meses en función de la evolución del Euríbor.
- Si el Euríbor sube al 2% en la próxima revisión, el interés total será del 3%. Esto aumentaría tu cuota mensual a alrededor de 711 euros.
- Si el Euríbor baja al 0.5%, el interés total sería del 1.5%, y tu cuota mensual podría bajar a unos 580 euros.
Este tipo de hipoteca puede ser conveniente si el interés baja, pero también puede traer riesgos financieros si los tipos de interés aumentan. Es importante evaluar si estás preparado para afrontar las posibles variaciones en las cuotas, especialmente si el Euríbor sube y encarece tus pagos mensuales.
En Economipedia, queremos resolver todas tus dudas. Por eso, hemos recopilado las preguntas más frecuentes sobre este tema. Si no encuentras la respuesta que buscas, no dudes en dejarnos un comentario.
¿Qué es una hipoteca variable?: Es un préstamo hipotecario cuyo interés cambia con el tiempo, basado en un índice de referencia como el Euríbor.
¿Cómo afectan las subidas del Euríbor?: Si el Euríbor sube, el interés de la hipoteca variable también aumenta, incrementando la cuota mensual.
¿Cuándo se revisa el interés de la hipoteca?: Generalmente, cada seis o doce meses, dependiendo de las condiciones pactadas en el contrato de hipoteca.