Arrendamiento operativo
El arrendamiento operativo es una acuerdo donde se cede el derecho de uso de un activo del propietario a otra persona. Ello, a cambio de un pago periódico.
Dicho convenio se lleva a cabo por un plazo determinado y se asemeja mucho al alquiler común. Se utiliza principalmente para artículos tecnológicos como ordenadores y otros equipos de oficina que se deprecian en el mediano plazo, por ejemplo, cinco años.
Diferencias entre arrendamiento operativo y financiero
Una de las principales diferencias entre arrendamiento operativo y financiero es que solo el segundo incorpora la opción de compra. Esto, al terminar el periodo de alquiler.
Es decir, el arrendamiento financiero se caracteriza por transferir todos los derechos sobre la propiedad alquilada al final del contrato. Dicho traspaso ocurre solo si el arrendatario así lo decide.
Cabe destacar, además, que el arrendamiento financiero suele usarse para activos como edificios y máquinas de producción. Estos se deprecian con menos rapidez que los bienes tecnológicos.
Ventajas y desventajas del arrendamiento operativo
Entre las ventajas del arrendamiento operativo, resaltan:
- No hay mantenimiento continuo: El arrendatario no se hace responsable de varios gastos. Por ejemplo, en el caso de un coche, corresponde al arrendador el pago de impuestos y licencias.
- No hay un fuerte desembolso al inicio del contrato: El arrendamiento operativo rara vez incluye un pago inicial, a diferencia del arrendamiento financiero.
- Actualización: El arrendamiento operativo permite renovar equipos de oficina cada cierto tiempo, por ejemplo, cinco años. De esta forma, la compañía puede mantenerse a la vanguardia tecnológica.
No obstante lo expuesto anteriormente, el arrendamiento operativo puede tener algunas desventajas:
- No hay opción de compra: No permite adquirir el bien arrendado al final del periodo de alquiler. Es decir, se trata de un gasto sin un mínimo de inversión.
- Es útil solo para bienes de rápida depreciación: Se adecúa a activos cuya vida útil es de mediano plazo. Sin embargo, en el caso de una vivienda, por ejemplo, su valor puede incrementarse. Por ello, podría ser más conveniente adquirir un arrendamiento financiero para tener la opción de compra del inmueble.