Bien de lujo relativo
Un bien de lujo relativo es aquel considerado bien de lujo para un tipo de cliente. Sin embargo, en otro segmento de mayores ingresos, es un artículo de necesidad.
Visto de otro modo, para un bien de lujo relativo, su clasificación depende de la renta personal disponible o de la riqueza del consumidor final.
Es decir, para una persona con un nivel promedio de ingresos estos bienes pueden considerados de lujo. Sin embargo, para un individuo de alto poder adquisitivo, se trata de un bien normal, o incluso de necesidad.
Tradicionalmente, los bienes de necesidad y los bienes de lujo estaban marcadamente separados. Sin embargo, el aumento del bienestar económico en casi todo el mundo ha provocado que las mercancías costosas sean más accesibles.
Lo anterior se ha visto impulsado también por el mayor acceso a recursos de financiación como préstamos o créditos bancarios.
Esta democratización del lujo, producto de la globalización, ha ayudado en cierta medida a la aparición de los bienes denominados de lujo relativo.
En nuestra vida cotidiana existen muchos bienes de lujo relativo. Lo observamos, por ejemplo, en la industria cosmética, en el sector moda, en la alimentación premium, en el entretenimiento, e incluso en los servicios turísticos.
Elasticidad-precio de un bien de lujo relativo
En términos microeconómicos, un bien de lujo relativo cuenta con una elasticidad-precio mayor que 1 para un nivel de renta del consumidor. Eso significa que un cambio en el precio influye mucho en la demanda del bien y que, por lo tanto, no es tan necesario.
Alternativamente, el bien de lujo relativo también puede contar con elasticidad-precio menor a 1 para una escala mayor de ingresos. Esto supone que el producto es muy necesario para el consumidor, independientemente de los cambios de precio que sucedan.
Se deduce por ello que el nivel de renta afecta directamente en la demanda. Así, una mercancía puede ser considerada de lujo por un individuo de renta baja, pero puede ser normal para otra persona de renta alta.