Bono demográfico
El bono demográfico es un periodo donde la población activa e inactiva en edad de trabajar superan en cantidad a las personas económicamente dependientes (niños y adultos mayores). Usualmente, se considera personas en edad de trabajar a aquellas que se encuentran entre los 15 y 60 años.
En términos mucho más simples, el bono demográfico es un periodo donde las personas en edad de trabajar superan en cantidad a las personas económicamente dependientes.
Este fenómeno demográfico ya se vivió en muchas naciones y otras aún lo están experimentando, sobre todo, aquellas economías en vías de desarrollo.
Origen del bono demográfico
El origen del bono demográfico es la caída de la tasa de fertilidad. Si hay menos hijos por persona, menos niños y adolescentes necesitarán la ayuda económica de sus padres.
Como consecuencia de lo anterior, el país alcanza una importante cantidad de adultos capaces de generar excedentes económicos. Aún no hay suficientes avances en medicina y tecnología, por lo que la población no se encuentra envejecida.
Desenlace del bono demográfico
Eso sí, poco a poco y al mismo tiempo, se suceden avances en la ciencia y en la medicina. Lo que hace caer el índice de mortalidad infantil e incrementar el nivel de longevidad en el mundo.
Todos estos factores contribuyen a que se acelere el envejecimiento de la población. Así, llegará un momento en que los trabajadores e individuos potencialmente productivos serán el grupo minoritario.
Por todo lo explicado, el bono demográfico es una ventana de oportunidad. Cada país lo experimenta en un momento distinto, dependiendo de su nivel de desarrollo.
Características el bono demográfico
Entre las características del bono demográfico destacan:
- Es un plazo en el que se puede generar mayor ahorro e inversión en el país. Ello, debido a que la fuerza laboral no debe destinar tantos recursos en mantener a los individuos dependientes.
- Es un periodo en el que es recomendable realizar inversiones importantes a largo plazo, por ejemplo, en capital humano e innovación. De esa manera, los trabajadores serán más productivos y puede aumentar la tasa de crecimiento económico.
- Durante este lapso, al haber más personas laborando, se recaudan más tributos. Así, el Gobierno cuenta con más fondos que puede destinar a distintas inversiones tanto en capital físico como humano.
- El bono demográfico precede a otro periodo en el que la edad promedio de la población se eleva. Esto genera presiones sobre las instituciones estatales o privadas a cargo de administrar las pensiones de los jubilados, por ejemplo, la Seguridad Social.
Ejemplo de bono demográfico
Con el objetivo de ilustrar el periodo del bono demográfico, vamos a poner un ejemplo. Explicaremos de forma rápida y sencilla el bono demográfico. Es decir, iremos viendo como cambia la estructura poblacional y en qué momento se da el concepto que estamos estudiando.
Etapa 1: Pirámide poblacional tradicional
Esta pirámide poblacional es propia de países subdesarrollados. También puede darse en países en vías de desarrollo. Esta pirámide poblacional se caracteriza por la existencia de muchos niños y adolescentes. Así mismo, está compuesta cada vez por menos adultos y por aún menos por personas de edad avanzada.
La razón de tal cantidad de jóvenes es la inexistencia de planes de jubilación. No existe seguridad social que asegure que cuando las personas se jubilen tengan cuidados. Eso, junto con una mortalidad infantil superior a lo normal, inclina a este tipo de estructura. Además, los escasos avances en medicina y ciencia arrojan una esperanza de vida más reducida.
Etapa 2: Pirámide poblacional con bono demográfico
Es propia de países en vías de desarrollo cuyo crecimiento económico es cada vez mayor. La pirámide de población no pasa de una estructura a otra de forma inmediata. Lo que ocurre es un periodo de transición que dura años. Ese periodo de transición da lugar a otro periodo que denominamos bono demográfico.
Los avances médicos son cada vez mayores, el estado de bienestar comienza a instalarse. Eso produce que en un momento determinado, la población en edad de trabajar sea muy superior a la económicamente dependiente.
Etapa 3: Pirámide invertida
Por último, debido a la poca tasa de fertilidad, a la instauración del estado de bienestar, los avances en medicina y los cambios en el estilo de vida, la población envejece. Esta pirámide es propia de los países desarrollados.
En estos casos se plantea un problema de sostenibilidad del estado de bienestar. Las pensiones de los jubilados, así como otros servicios estatales, se financian gracias a los cotizantes. Si hay pocos cotizantes, es decir, pocas personas trabajando, entonces se recauda menos. Si se recauda menos, la seguridad social debe hacer recortes para ser sostenible. O, en caso contrario, realizar algún tipo de ajuste.