Fondo de amortización
Un fondo de amortización es aquel monto que está ligado a una operación de deuda. En dicho fondo el prestatario acumula cantidades periódicamente en forma de reservas.
Es decir, un fondo de amortización es una cantidad de dinero que se vincula a un préstamo adquirido. Así, el deudor va reuniendo un capital que le servirá como resguardo para afrontar la obligación.
En un contexto cotidiano, un fondo de amortización podría referirse al clásico ahorro destinado a un fin específico. Es decir, no es lo mismo tener ahorrado 10.000€ en general en una cuenta corriente, que tener 1.000€ ahorrados exclusivamente para posibles averías que puedan darse en nuestra casa.
Por lo que, extrapolado al ámbito empresarial, un fondo de amortización es una cantidad de dinero que posee la empresa para objetivos y situaciones determinadas.
Luego, estas reservas tienen como objetivo ser parte del pago de la deuda, sirviendo, por ejemplo, de provisión en momentos de escasez de liquidez para la entidad prestataria, entre otros usos.
Características del fondo de amortización
Este tipo de fondos es frecuente que se den cuando la empresa o entidad desea prevenir situaciones futuras adversas. Algunas de las más comunes son:
- Escasez de liquidez.
- Subida de tipos de interés.
- Renegociar en una posición débil.
En primer lugar, si el problema es la escasez de liquidez, crear un fondo puede llegar a ser contraproducente, ya que el margen de maniobra es mínimo.
En segundo lugar, si los pagos periódicos de nuestras obligaciones ven aumentada su cuantía (por la subida de los tipos de interés), más difícil será si se quiere destinar la misma cantidad de recursos al fondo. Por no hablar de que el fondo en sí habrá perdido valor si no se aumentan las aportaciones proporcionalmente a lo que han subido las cuotas.
En tercer y último lugar, si deseamos renegociar nuestra deuda porque las condiciones ya no se ajustan al mercado, si no tenemos un mínimo escudo (fondo de amortización), la entidad prestamista es la que lleva ‘la sartén por el mango’, ya que ninguna otra entidad va a atreverse a financiarnos si no hemos sido capaces de convencer a la que nos financió en primera instancia.
Por tanto, la creación y desarrollo de este tipo de iniciativas es una buena forma para que una empresa pueda controlar su deuda. Sin embargo, no todas pueden llevarlas a cabo, ya que normalmente cuando se posee una deuda es por un déficit coyuntural o por falta de ahorro, lo que complica en gran medida crear un fondo cuando el problema radica en que precisamente no se ha podido generar ahorro.
Fondo de amortización vs Amortización acumulada
Caben destacar las diferencias entre ‘fondo de amortización’ y ‘amortización acumulada’, ya que pueden conllevar a confusión si no se tienen los conceptos bien asentados.
Por un lado, como se ha mencionado, un fondo de amortización está orientado a blindar la calidad crediticia de una empresa.
Sin embargo, por otro lado, la amortización acumulada consiste en el montante que se acumula periódicamente en concepto de amortización contable de un activo de la empresa, el cual suele ser maquinaria, entre otros. Este concepto contable se basa en una serie de cálculos que restan valor a un activo de la empresa de forma sistemática para que así su valor, conforme pasen los años, sea lo más parecido posible al valor real o de mercado.
Por ende, ambos términos, aunque sean similares, nada tienen que ver entre sí.
Ejemplo de fondo de amortización
En una región al sur de España, una empresa que se dedica a la agricultura se plantea la adquisición de un terreno recién puesto a la venta.
El terreno es colindante y le interesa a nivel estratégico comprarlo, pero no poseen una liquidez inmediata para afrontar la operación. Por ello, la empresa puede tomar dos opciones:
- Comprar el terreno ahora, vía deuda.
- Esperar a obtener el ahorro suficiente, para afrontar la operación sin necesidad de endeudarse.
En este caso, la empresa opta por la primera opción, ya que, aunque posee unos buenos flujos de caja, decide no arriesgarse a que otro posible comprador se adelante.
Además, de cara a futuras situaciones similares que se puedan dar, la empresa decide crear un fondo de amortización para que, dado el caso de una situación futura parecida, pueda decidir si le interesa o no.
En el caso de que la empresa decidiera volver a llevar a cabo otra operación de compra en el futuro, podrá bien cancelar parte de la actual deuda y solicitar una nueva, o podría solicitar una ampliación del préstamo actual y poner el fondo de amortización como aval o demostración de solidez a nivel crediticio.