Multiculturalismo
El multiculturalismo es la convivencia en el mismo territorio, normalmente un país, de grupos culturales, étnicos o religiosos diferentes.
En los países multiculturales conviven muchos grupos sociales diferentes, las diferencias suelen estar creadas por la etnia o la religión. En algunos casos estas diferencias son insalvables desde la perspectiva de la interrelación cultural. Es decir, en algunos países estas diferencias no facilitan que estos diferentes grupos se relacionen entre sí, actuando como si fueran poblaciones de naciones diferentes.
El multiculturalismo, desde la perspectiva ideológica, aboga por una igualdad e integración plena entre los distintos grupos del territorio. Es decir, las autoridades públicas han de promover que la igualdad de derechos políticos y de libertades civiles sea real. Un ejemplo bastante claro de ello es Estados Unidos, cuando a partir de la década de los 60 se fue produciendo la integración real de los afroamericanos, eliminando la segregación y dotando de igualdad de derechos.
Globalización y multiculturalismo
La globalización es un fenómeno que se ha venido dando a lo largo de los últimos años, consistente en la interconexión entre las diferentes naciones del planeta gracias al comercio, y guarda gran relación con el multiculturalismo. Otro factor que ha favorecido el multiculturalismo han sido las antiguas colonias de los países europeos. Facilitando así el asentamiento de la población europea en las colonias controladas.
La expansión de las democracias como sistema a lo largo del siglo XX y XXI, el aumento de la calidad y esperanza de vida, los tiempos de paz en los países occidentales y de guerra en otras naciones, así como el surgimiento de nuevas autocracias son algunos de los factores que han favorecido los flujos migratorios. Así, han ido asentándose en otros países personas de distinto origen, favoreciendo el multiculturalismo que estamos tratando.
Problemas de la multiculturalidad
Hay que dejar claro que la multiculturalidad en sí no es un problema, ya que se trata de la pacífica convivencia e igualdad de derechos y obligaciones entre los distintos grupos étnicos o religiosos que habitan en un país.
Dicho esto, hay ciertas zonas en las que la mezcla culturar puede llevar a conflictos, y tenemos como ejemplo a Francia. En el país galo, la población musulmana supera el 8%, siendo el primer país de Europa. Algunos episodios como los atentados de París o el asesinato de un profesor por mostrar unas caricaturas de Mahoma en clase, suscita que los sectores conservadores pidan un mayor control sobre las personas musulmanas, y que se restringa más su entrada en el país.
Países más multiculturales
Sudáfrica es un país que hasta el apartheid estuvo dominado por la raza blanca, llevando a cabo la segregación del resto de habitantes. Su demografía está distribuida de la siguiente manera: 80% negros, 9% blancos, otro 9% mestizos y en torno al 2% asiáticos. Pese a esto es un país predominantemente cristiano, siendo el protestantismo la rama más seguida, con casi el 80% de la población. El resto se divide en las demás religiones. Además oficialmente reconoce once idiomas.
Estados Unidos es otro país en el que conviven diferentes grupos étnicos. El 66% de la población es blanca, la población negra es del 13% y los hispanos representan casi el 16,5% del total de habitantes, aunque estas cifras varían según las estimaciones que se consulten. Respecto a los idiomas, aunque el más hablado es el inglés, el español también es muy utilizado, sobre todo en las zonas colindantes con México. Aunque la religión más seguida es el protestantismo, el catolicismo y otras ramas del cristianismo están muy presentes, además de que se calcula que sobre el 5% de la población sigue otro tipo de doctrina religiosa.
Bruselas es otro país que ha aumentado su presencia de población de origen musulmán, al igual que Francia. Se estima que en torno al 7% de la población total tiene este origen. Aproximadamente el 40% de todos los habitantes musulmanes del país están en su capital, Bruselas, dando así lugar a la obligatoria convivencia entre ambos grupos étnicos. Aunque esto no siempre se produce, suelen vivir en guetos y en zonas donde exclusivamente se observa población musulmana, no existiendo una verdadera integración. Esto no es solo una tendencia de Bélgica, sino que suele ser lo más común en la mayoría de países en los que una raza domina, demográficamente hablando, sobre otra.