Pensamiento crítico
El pensamiento crítico es un rasgo o capacidad que nos permite analizar, valorar y emitir juicios y opiniones sobre un tema o afirmación determinada.
El pensamiento crítico es aprender a pensar por uno mismo, con base en nuestro propio criterio, pero siempre tras un periodo de reflexión en el que hemos valorado todas las alternativas posibles y, en consecuencia, elegimos la más racional.
Día a día nos enfrentamos a decisiones, algunas veces somos movidos por el instinto y la rutina, y otras veces, por la profunda reflexión y evaluación de las alternativas. Así, no siempre elegimos la opción más óptima, racional o eficiente.
Pero, ¿qué es lo correcto? Esta es una pregunta muy difícil de responder. De hecho, en una misma situación, o ante la misma afirmación, tras un periodo crítico y reflexivo, las personas pueden tener opiniones muy dispares. Por eso es importante no asociar pensamiento crítico con verdad absoluta.
¿Es necesario reflexionar sobre cada una de las cosas que hacemos o de las elecciones que tomamos? La respuesta es: depende. Una valoración crítica de todas las acciones que realizamos a diario puede conducirnos a la ineficiencia, ya que se pierde mucho tiempo en estudiar cuál es la opción más racional. Pero, una infravaloración nos puede conducir a tomar decisiones que podemos pagar en el largo plazo.
Es por ello por lo que el pensamiento crítico se suele asociar más a cuestiones trascendentales, tales como la compra de un bien de alto valor como un coche o una casa; el voto al partido político que nos va a representar; nuestra postura ante hechos moral y éticamente muy complicados y polémicos; o la elección de la carrera universitaria que orientará nuestro futuro laboral.
Características del pensamiento crítico
El pensamiento crítico tiene una serie de características:
- Nos sirve para tomar mejor nuestras decisiones.
- Se suele usar para temas o decisiones con cierta relevancia o trascendentalidad.
- La duda es una de las armas más importantes.
- Consiste en valorar todas las opciones disponibles.
- Tras el análisis de estas opciones se escoge la que, a criterio propio, es más conveniente.
- No se debe confundir con la verdad absoluta, los seres humanos tenemos nuestras propias preferencias.
- Nos hace libres, nos despoja del criterio de otras personas y nos acerca a la verdadera felicidad.
- Prefiere el juicio frente al prejuicio.
- Aun aplicando el pensamiento crítico, puede que no escojamos la “opción correcta” en caso de que la hubiera.
Elementos del pensamiento crítico
El pensamiento crítico tiene una serie de elementos y sigue unos pasos necesarios:
- Planteamiento de un problema o elección: Es el primer paso, cuando se nos presenta aquello sobre lo que tenemos que decidir.
- Planteamiento de las opciones disponibles: Antes de tomar una decisión habrá que conocer cuáles son las alternativas de las que dispongo.
- Análisis de las opciones: Una vez conocemos estas alternativas, hay que analizar los pros y contras, así como los efectos y consecuencias de cada una de ellas.
- Se escoge la opción preferida: Una vez analizadas, se escoge la opción que más nos conviene por los motivos que sean. La elección puede estar movida por interés individual, colectivo, bienestar de otras personas, moralidad, valores compartidos, etc.
- Responsabilidad: Se atiene a las consecuencias y se responsabiliza de los efectos provocados.
Ventaja
El pensamiento crítico tiene unas ventajas lo suficientemente importantes como para agarrarnos a él como método y filosofía de vida. Nos hace libres y dueños de nosotros mismos.
El sentir que nuestras elecciones vienen dadas por un proceso propio de raciocinio, nos hace directamente responsables de los frutos de dicha decisión. La eficiencia es otra de las ventajas, nos hace velar por nuestros intereses y elegir opciones eficientes para nuestra vida.
Moralmente, estamos haciendo lo correcto. Más allá de la ética y moral de la decisión adoptada, la propia acción de pensar y racionalizar es moralmente preferible en sí misma. Nos hace más tolerantes, el saber que hay más opciones a la nuestra y respetarlas nos hace personas más abiertas.
Otra ventaja es el camino que nos forma el pensamiento crítico, es decir, la cultura que nos abre y nos despeja la mente y las ideas. Leer, viajar, ver cine, gastronomía, conocer gente culturalmente diferente, son experiencias que nos enriquecen enormemente como persona.
Juicio frente a prejuicio
El juicio es la consecuencia misma e inmediata del pensamiento crítico, es la opción preferible. Para opinar sobre algo, debemos despojarnos de los esquemas y prejuicios levantados por la sociedad. Para ello, conocer y valorar se hacen indispensables para ofrecer una respuesta lo más sincera posible.
Por el contrario, el prejuicio supone lo más opuesto que existe al pensamiento crítico. El prejuicio presume dejarnos guiar por las opiniones de otros, normalmente negativas. Implica que la sociedad o un sector de ella está pensando por nosotros. Es más cómodo, pero más indeseable.
El ejemplo más claro lo tenemos en personas estigmatizadas por diferentes rasgos o características que han decidido poseer, como lo son los tatuajes, cierta vestimenta, pendientes, etc. Esto no quiere decir nada sobre la calidad de la persona, pero ciertos individuos pueden hacerse ideas preconcebidas sobre ellos totalmente infundadas.
El pensamiento crítico y la política
Aunque es un campo, el de la política, en el que el pensamiento crítico más debería destacar, ocurre todo lo contrario, al menos, por un gran sector de la población. Las personas se comportan como aficionados de un club deportivo, alabando y respaldando todas las medidas y opiniones emitidas por sus dirigentes. Aunque estas actúen en su perjuicio, o estén fundadas en la mentira y en la hipocresía.
Esto también es algo que favorece el sistema electoral y de partidos (en España). Los medios de comunicación, la incitación al enfrentamiento entre ciudadanos, las listas cerradas y bloqueadas, la falta de transparencia, y la aniquilación de cualquier disensión dentro de un partido, son elementos que no favorecen el desarrollo del pensamiento crítico.
A los propios partidos les interesa promover esta falta de crítica. Los eslóganes, los mitos y dogmas, y el dibujo de enemigos, están respaldados y fomentados por los propios partidos políticos.