Precio de cierre
El precio de cierre es la última cotización que registró durante el día en el mercado bursátil un determinado título financiero. Nos podemos referir a la acción de una empresa, un índice, la moneda local u otro activo similar.
Cabe recordar que las bolsas de valores del mundo funcionan dentro de un horario determinado. Los agentes solo pueden operar durante ese lapso.
Una vez cerrado el mercado, la cotización del título valor deja de fluctuar. Sin embargo, al día siguiente el precio de apertura puede ser distinto al cierre de la fecha anterior.
Vale acotar que los movimientos bursátiles están sujetos a la ley de oferta y demanda. Por esa razón, se observan constantes variaciones durante la jornada mientras el activo en cuestión se esté negociando.
Características del precio de cierre
Las principales características del precio de cierre son los siguientes:
- Se emplea como referencia cuando los inversionistas evalúan el desempeño a largo plazo, por ejemplo, de una acción.
- Puede compararse con los precios de cierres anteriores o con el precio de apertura del mismo día para medir el rendimiento del título valor.
- Es uno de los indicadores que reporta frecuentemente el mercado, junto con el precio de apertura, el precio máximo y el precio mínimo de cada activo negociado en bolsa.
- Se ve impactado por variables internas como los dividendos que paga una empresa por cada una de sus acciones. Asimismo, existen factores externos como el nivel de confianza de los inversionistas. Cuando este indicador sube, por ejemplo, por una mayor tasa de crecimiento económico, aumenta en general la demanda en el mercado bursátil y, en consecuencia, los precios.
Precio de cierre en un mercado continuo
El precio de cierre en un mercado continuo que funciona las veinticuatro horas se calcula como una media. Ello, tomando las cotizaciones históricas del valor en cuestión.
Además, debemos tomar en cuenta que existen ciertas plataformas online de negociación que permiten operar determinados activos algunas horas posteriores al cierre del mercado. En esos casos, una vez culminada la jornada bursátil, la cotización permanece igual al precio de cierre.