Recibo
Un recibo es un documento físico utilizado para reflejar o dejar constancia de la realización de un pago pendiente. El pagador lo recibe como comprobante de pago y puede emplearlo también para futuras devoluciones.
El objetivo de la creación de un recibo es demostrar o dejar constancia de la realización de un abono que se encontraba en espera o pendiente.
En ese sentido, un recibo es una modalidad de certificación existente en múltiples ámbitos económicos, principalmente en operaciones de pago entre particulares o compras en Pymes.
Las utilidades de los recibos también pasan por otros puntos, como la posibilidad de devolución futura de los bienes adquiridos o su cambio por otros distintos. A menudo, muchos comercios también dan validez a los recibos como prueba o documento de garantía del bien.
En ese sentido, a este documento se le denomina como constancia o comprobante de pago también, aunque en la mayoría de ocasiones no cuenta con una validez legal suficiente a niveles como el fiscal. Esto sucede al contrario que con una factura, por ejemplo.
Esto último sucede porque un recibo no tiene carácter impositivo, solamente se limita su utilidad a dar información y constancia de la realización de una transacción. No existe una finalidad tributaria.
Otro documento de uso similar podría considerarse el albarán, aunque en este caso no existe comprobación o confirmación de que se haya realizado el pago necesariamente.
Características de un recibo
Un documento conformado a modo de recibo cuenta con una serie de rasgos o elementos a destacar:
- Lugar y fecha de emisión del documento.
- Identidad del receptor del abono y el concepto del mismo. Debe describirse cuánto se paga y a quién.
- Definición o concepto del pago. Es decir, debe indicarse el motivo por el que se realiza este abono en particular.
- Al no tener finalidad impositiva, un recibo no tiene obligación de incluir un desglose impositivo de los importes.
Habitualmente los recibos son creados de forma repetida. Es decir, suelen crearse copias del mismo para cada uno de los interesados: vendedor y comprador.
Si bien en origen este tipo de pruebas de pago originariamente se creaban de forma manual, con el desarrollo de la tecnología y su aplicación a la ofimática específica de las empresas de todo tipo se ha dado paso a nuevos tipos impresos.
De ahí al siguiente paso: en el siglo XXI los ticket recibo cada vez más son realizados de manera digital y aprovechando el uso intensivo de las nuevas formas de comunicación (recibos electrónicos, tecnología QR, etc.)