Socialdemocracia
La socialdemocracia es una ideología política. Esta trata de promover la justicia social, mediante la intervención directa del Estado en la economía capitalista. El régimen en el que se enmarca es el de una democracia representativa.
La socialdemocracia es una ideología política. Esta se encarga de promover, en el marco de una economía capitalista, la intervención directa del Estado en la economía. El fin de la intervención es el de poder redistribuir la renta de una forma más social, garantizando el estado de bienestar y el interés general.
El principal objetivo de la socialdemocracia es el de reducir los niveles de desigualdad dentro de una economía. Es por eso que, como corriente de izquierdas, promueve una redistribución de la riqueza mediante un complejo sistema impositivo. Una corriente política que dice comprometerse con la pobreza, así como en la prioridad de poseer unos extensos servicios públicos universalizados.
Aunque se encuentra erróneamente ligada al socialismo, la socialdemocracia dista mucho del concepto socialista. Ambas son corrientes de izquierdas, pero la socialdemocracia contempla entre sus principios la garantía de funcionamiento de la democracia representativa, así como una economía social, pero de mercado.
Historia de la socialdemocracia
La socialdemocracia es una corriente política que tiene su origen en Europa. Esta nace a mitad del siglo XIX, partiendo de unos principios de izquierdas, promoviendo un socialismo con un mayor carácter democrático. De esta forma, la democracia aboga por una Europa unida, donde las fuerzas colectivas garanticen una economía del bienestar.
La corriente socialdemócrata nace en Francia. Esta corriente tiene su origen durante la revolución de 1848, por lo que tiene un gran componente reformista ya desde su nacimiento. Aunque Karl Marx ha definido la democracia en sus escritos, lo cierto es que existe una gran disparidad de opiniones acerca de quien fue el verdadero fundador de la socialdemocracia en Europa.
Otro marxista, Eduard Bernstein, afirmaba que el término socialdemócrata fue acuñado por el poeta alemán Gottfried Kinkel. De esta forma, las afirmaciones de Bernstein ganan credibilidad ante la aparición del primer partido político que se definió como un partido socialdemócrata, pues el país de origen de este es alemán. Un partido fundado por Ferdinand Lassalle, el cual se denominaba “Asociación General de Trabajadores de Alemania”.
Este partido político fue el primero de la historia en denominarse socialdemócrata. Y lo hacía a través de su principal periódico, el cual tenía por nombre “La Socialdemocracia”. De esta forma, nace una corriente que política que sigue gozando de gran representación política en la actualidad. Sin embargo, ya no se encuentra solo en Europa, sino que su expansión ya es global.
Principales características de la socialdemocracia
Las principales características que definen a la socialdemocracia moderna, así como sus reivindicaciones en los distintos órganos parlamentarios son:
- Economía mixta.
- Servicios públicos reforzados.
- Educación gratuita y universal.
- Sanidad gratuita y universal.
- Un fuerte sistema de Seguridad Social.
- Políticas de inmigración y diversidad cultural.
- Fuerte democracia representativa.
- Apoyo a la ecología.
- Apoyo a la creación de representantes intermedios que velen por los intereses de los grupos más vulnerables (sindicatos, organismos de competencia, organismos de ayuda a los consumidores…).
- Sistema impositivo progresivo.
- Política progresista, en contra de los valores conservadores.
- Promoción de lo que la socialdemocracia llama “Justicia social”.
- Política exterior basada en el cooperativismo y el multilateralismo.
Críticas a la socialdemocracia
Desde su nacimiento, la socialdemocracia —al igual que ha pasado con muchas otras ideologías políticas a lo largo de la historia— ha sido duramente criticada desde el punto de vista liberal y conservador. Y es que, aunque la socialdemocracia dice defender el libre mercado, su fuerte apuesta por la intervención del gobierno en la economía cuestiona la definición que hace la socialdemocracia del liberalismo, en contraposición con otras corrientes como el liberalismo. Un liberalismo en el que la intervención del Estado es subsidiaria o, en algunos casos, no existe.
Por otro lado, la socialdemocracia también ha sido duramente cuestionada por las garantías que la propia socialdemocracia recoge y que se le exigen para que sea efectiva. Entre esos principios, el más cuestionado ha sido el de democracia representativa. La dificultad que presentan los sistemas democráticos para hacer una representación y que -como promueve la socialdemocracia- incluya a las minorías, ha fundamentado la crítica.