Vietcong
El Vietcong o Frente Nacional de Liberación de Vietnam fue una organización política y militar de corte comunista que luchó contra el régimen de Vietnam del Sur y contra las tropas estadounidenses.
Si bien es cierto que el nombre oficial de esta organización era Frente de Liberación Nacional de Vietnam, el nombre más comúnmente utilizado ha sido el de Vietcong. No obstante, los combatientes estadounidenses se referían al Vietcong como “Victor Charlie”, “VC”, “Charlie” o “Cong”.
En cuanto al estilo de lucha del Vietcong, hay que destacar que operaron como una guerra de guerrillas. Ahora bien, su rendimiento fue muy dispar. En ocasiones ejecutaron acciones brillantemente, mientras que en otras operaciones militares sufrieron cuantiosas pérdidas ante la gran potencia de fuego norteamericana y cometieron importantes errores militares.
Creado en 1954, como movimiento político, el Vietcong, de ideología marxista-leninista, veía en el gobierno prooccidental de Vietnam del Sur un estado imperialista.
En cuanto a su organización, ya de por sí muy compleja, el Vietcong estableció su propia estructura política de gobierno en los distintos territorios de Vietnam, funcionando a través de comités. Así, el Vietcong trataba de ejercer un importante grado de control sobre la población, llegando incluso a recaudar impuestos.
Tratando de ganarse a la población, el Vietcong creó asociaciones para los distintos colectivos de la sociedad vietnamita: estudiantes, granjeros, mujeres, jóvenes, trabajadores e incluso organizaciones de carácter cultural.
No cabe duda de que el respaldo social del Vietcong, especialmente en el campo, fue un elemento de gran importancia en la victoria final de los comunistas en Vietnam. No obstante, la larga lucha que sostuvo el Vietcong no puede entenderse sin el apoyo militar de potencias como China y la Unión Soviética. Prueba de ello fueron las grandes cantidades de armas que ambos países entregaron al Vietcong.
Guerrilla y reclutamiento
Si por algo ha pasado a la posteridad el Vietcong fue por sus acciones de guerrilla. Muchos civiles, llevando una doble vida, eran granjeros y guerrilleros que tomaban parte en rápidas incursiones que consistían en golpear y retirarse rápidamente.
Sus funciones solían consistir en patrullar, pequeñas operaciones militares en los pueblos, instalar mortíferas trampas en la jungla o llevar a cabo acciones contra la presencia local de unidades gubernamentales. Tampoco hay que olvidar la importante labor de inteligencia que desempeñaron, pues recopilaron información de gran valor.
Respecto a la financiación y abastecimiento, el Vietcong recaudaba sus propios impuestos en los pueblos, al tiempo que se encargaba de la producción de alimentos para garantizar el suministro de sus unidades militares.
Su importante presencia en el campo dio lugar a que el ejército de Vietnam del Sur y las tropas de los Estados Unidos llevasen a cabo numerosas patrullas y operaciones de castigo en zonas rurales.
La cara más oscura del Vietcong la encontramos en las atrocidades perpetradas. Se dieron numerosas situaciones en las que, el Vietcong, al ocupar un pueblo, localizaba a los funcionarios gubernamentales y a sus familias, los interrogaba, los torturaba, los juzgaba y los ejecutaba.
Entre sus filas se encontraban unos guerrilleros muy variopintos, que iban desde hombres demasiado mayores y ancianos hasta combatientes experimentados. La pertenencia a un grupo social era un factor a tener muy en cuenta en el reclutamiento. Por ello, los hijos de los terratenientes, intelectuales, hombres de negocios y funcionarios gubernamentales fueron rechazados.
Las mujeres también desempeñaron un importante papel en el Vietcong. Sus funciones fueron fundamentalmente de carácter auxiliar, actuando como enfermeras, operadoras de radio, desarrollando trabajos administrativos, siendo porteadoras e incluso algunas participando directamente en los combates.
Creencias e ideología
Para una mejor aproximación a lo que significó la lucha del Vietcong, es fundamental conocer las creencias religiosas de sus soldados y su ideario político. Es aquí donde entran en juego las principales señas de identidad el vietcong: el confucianismo y el comunismo.
A pesar de las fuertes discrepancias entre el comunismo y las religiones, el Vietcong aprovechó los preceptos del confucianismo para establecer un cierto grado de control y orden social. Así pues, en línea con las enseñanzas del confucianismo, los vietnamitas otorgaban un gran valor a la familia, a cuya cabeza se situaba el padre, sin olvidar la gran importancia del sentido del deber y de la reputación.
Al ser una organización comunista, el Vietcong priorizaba la colectividad frente al individuo. La unidad militar, la escuela, los trabajadores, el grupo, todos ellos quedaban por encima de los intereses personales.
Si en la familia, el líder era el padre, existía una estructura organizativa similar en las unidades del Vietcong. De esta manera, el líder de una unidad militar del Vietcong actuaba como un cabeza de familia, estando al cargo de las decisiones más trascendentales, buscando siempre lo mejor para el grupo.
Enrolarse en el Vietcong exigía un gran sacrificio, todo en aras del colectivo, pues la seguridad personal, la supervivencia, eran consideradas preocupaciones secundarias. Un combatiente del Vietcong se entrenaba duramente para la batalla, acatando las órdenes sin hacer preguntas ni mostrar dudas.
Las reglas con las que debía conducirse todo Vietcong en la batalla eran claras. Entre otras cosas, se exigía obediencia, compartir los bienes capturados al enemigo, compensar los daños causados, evitar dañar tierras y propiedades y no maltratar a los prisioneros. Sin embargo, la brutalidad de la guerra dejaba en papel mojado estas reglas, especialmente en lo que se refiere al trato que debía dispensarse a los prisioneros de guerra.