François de Quesnay fue un médico francés del siglo XVIII. Sin embargo, su gran pasión fue la economía. Influenciado por su formación médica, elaboró un cuerpo teórico sobre el funcionamiento económico de las sociedades.
François Quesnay (1694 -1774) nació de una familia de agricultores y comerciantes. Su padre Nicolás se dedicó a la tarea de recaudar impuestos en nombre de una abadía. Esta ocupación le permitió asegurarle a la familia un nivel de vida razonable.
Parece que uno de los primeros maestros de Quesnay fue el jardinero de su padre. Bajo su influencia, leyó el libro «L’ Agriculture et Maison Rustique» de los doctores Charles Estienne y Jean Liébaut. Esta obra era una famosa enciclopedia de la vida en el campo publicada en el siglo XVI y reimpresa varias veces. Hasta principios del siglo XVIII. Ello marcó el posterior interés de François Quesnay en materias como la agricultura y la medicina.
No se sabe cómo Quesnay siguió sus estudios, hasta en 1711. En ese año decidió dedicarse a la cirugía. Para hacerlo prosible, primero siguió las enseñanzas de un cirujano que ejercía en el municipio vecino de Ecquevilly. Posteriormente marchó a París, donde se casó con Jeanne-Caterine Dauphin en 1717 y se graduó en 1718. Quesnay comenzó a practicar en Mantes-la-Jolie, donde ganó una excelente reputación, y en 1723 recibió el título de cirujano real.
Su fama se expandió con la publicación en 1736 de «Essai physique sur l’économie animale» (1736). Desde este momento siguió una brillante carrera hasta convertirse en médico de Madame de Pompadour. Y, posteriormente, del rey. En reconocimiento a la efectividad de su trabajo, el rey lo nombró escudero en 1752. En el mismo año, Quesnay se convirtió en miembro de la «Académie des sciences». Un año después lo hizo en la Royal Society. Su actividad profesional no le impidió dedicarse a la economía con pasión. Pasión que le llevó a fundar y promover la conocida como escuela fisiocrática.
François Quesnay en el entorno intelectual de la «Encyclopédie»
La vida en la corte permitió a Quesnay frecuentar d’Alembert , Diderot , Buffon , Condillac y otros intelectuales de prestigio. Esta situación le permitió escribir las entradas para la
«Encyclopédie», tales como «Fermiers» (1756), «Grains» y «Hommes» (ambas en 1757). También publicó otras obras, como «Maximes générales du gouvernement économique d’un royaume agricole»(1758) y una serie de artículos en el «Journal de l’Agriculture, du Commerce et de la Finance».
En 1758 publicó su obra económica más importante, «Tableau économique». En ella, proporcionó la primera representación de las interdependencias estructurales de un sistema económico. Su objetivo era describir como circulan las rentas (producto neto) de un sector a otro. En ello, le influyó su formación como médico, ya que se inspiró en el funcionamiento del cuerpo humano.
En 1763, tras conocer al marqués de Mirabeau, participa con él en la obra «Philosophie rurale ou économie générale et politique de l’agriculture, réduite à l’ordre immuable des lois physiques et morales qui assurent la prospérité des empires. Quesnay escribe el séptimo capítulo, con lo que da inicio a la fisiocracia.
La última parte de su vida la dedicó al estuido de las matemáticas, un tanto alejado de la economía política. Sus posiciones, una vez escuchadas e influyentes perdieron fuerza y cada vez fueron más criticadas. Finalmente, François de Quesnay murió el 16 de diciembre de 1774.
Pensamiento e influencia de François Quesnay
Además de un afamado médico, François Quesnay estudió la economía. Más concretamente, la economía política, en un contexto en el que la Francia de Luis XV había dejado atrás el esplendor del reinado de Luis XIV, conocido como el Rey Sol. El estado estaba endeudado y el sector agrario se mantenía casi intacto desde la época medieval, basado en unas propiedades fragmentadas y de muy poca extensión y el uso de unas herramientas obsoletas y arcaicas. Tras una importante hambruna que causó la muerte de más de tres millones de personas, Quesnay hizo una crítica feroz al sistema mercantilista que impulsó Colbert, que daba preferencia al comercio y las manufacturas, frente a la agricultura. Francia quedaba en un segundo plano frente a la pujanza de Inglaterra y los Países Bajos.
El sistema de la «Tableau économique»
Una de las contribuciones más importantes de Quesnay en la economía política es el «Tableau économique» de 1758. En ella describe el sistema económico, las interdependencias estructurales y las relaciones entre los sectores productivos y las clases sociales. Para ello, se inspira en el organismo humano, donde, los órganos mantienen una relación de interdependencia recíproca. Quesnay observa la capacidad natural del organismo vivo para encontrar un equilibrio entre los órganos, sin la necesidad de ayuda externa. Lo mismo sucede en un sistema económico en el que los sectores productivos están relacionados entre sí y todos contribuyen a determinar el equilibrio económico del sistema.
Esta interdependencia se da también entre las tres clases sociales que distingue. Cada una de ellas cumple un papel específico:
- Los agricultores son la clase social productiva: En su opinión, la tierra es el único origen del producto neto (excedente) o de riqueza adicional. Cultivando la tierra, de las semillas (input) obtenemos frutos (output) de un valor mucho más alto.
- La clase distributiva la conforman los terranientes: Estos adquieren el excedente producido por la tierra para comprar bienes y productos agrícolas.
- La clase estéril se vincula con el sector secundario y terciario: Según Quesnay, la industria produce un valor de salida igual al valor de las entradas. En este grupo también incluye a los comerciantes.
- Las clases sociales intercambian bienes y divisas entre sí: Por lo tanto, el sistema económico está representado por flujos circulares , a través de los cuales una clase social compra bienes o servicios de otra, detrás de un pago en dinero. En el «Tableau économique» de Quesnay para cada flujo de bienes o servicios (compra) se da un flujo inverso en la moneda (pago).
El padre de la fisiocracia
De la concepción anterior deriva la fisiocracia. Esta corriente económica se basa en los fundamentos de la ley natural de Quesnay, cuyas implicaciones para la política económica son claramente liberales y anti-mercantilistas. Esta escuela llegó a tener muchos seguidores en la Francia del siglo XVIII.
Según los fisiócratas, la única tarea del Estado es la de acabar con todos los obstáculos al libre funcionamiento del sistema económico, eliminar todas las restricciones al comercio y las actividades económicas, y adoptar una política de apoyo al liberalismo económico.
Los flujos económicos de mercancías-dinero deben ser libres para permitir que el sistema económico alcance un equilibrio natural. Este punto de vista está bien resumido por la frase «laisser faire, laissez passer «. En su opinión, el mejor sistema político para el desarrollo de la economía en esta sentido era el despotismo ilustrado.
Estos posicionamientos chocan con los partidarios del mercantilismo, quienes apostaban por la intervención del estado para controlar los flujos comerciales a favor del interés nacional
Sin duda, François Quesnay es una gran figura en la historia de la economía. Sus obras y sus teorías marcaron a toda una generación de economistas y políticos. Es cierto que con el paso del tiempo, sus enseñanzas han perdido fuerza. Pero, sin duda, todavía hoy resultan de un innegable interés.