El agua es junto con el oxigeno la materia prima más importante del planeta. Es el principio básico para que exista la vida y siempre se ha considerado como un bien inagotable. Sin embargo, el agua es un bien escaso con una demanda creciente. Por ello cada vez hay más inversores que se plantean invertir en ella. Algunas formas son polémicas, pero otras podrían ayudar a hacerla más accesible a todos. En este artículo analizamos todas las formas de invertir en agua.
Muchos de nosotros damos por supuesto el suministro de agua potable a nuestras casas, a pesar de que de vez en cuando suframos periodos de sequía. Parece que el agua es algo que de lo que jamás íbamos a tener que preocuparnos.
Además, viendo un globo terráqueo podemos ver que el 70% de la superficie de nuestro planeta está cubierta de agua. Sin embargo, tan solo el 2,5% es agua dulce, que es el que nosotros necesitamos. Y de ese 2,5%, la gran mayoría (el 99%) está atrapada en glaciares y montañas. Al final, nos queda un 0,007% del total de agua potable disponible para los 7 mil millones de personas que vivimos en la Tierra, que en 30 años seremos 10 mil millones.
De acuerdo a un estudio realizado por la ONU sobre la escasez, el consumo de agua ha crecido el doble de rápido que la población en el último siglo, y seguirá haciéndolo. Consideran la escasez de agua como uno de los principales problemas de la humanidad, no porque no sea suficiente, sino porque está mal gestionada y distribuida. Por lo que la inversión en empresas que gestionen agua para hacerlo más accesible a todos puede ser una buena opción. No podemos menospreciar nuestro bien más elemental.
Como hemos mencionado en varios artículos, a la hora de invertir nuestro dinero es muy importante diversificar en diferentes tipos de inversión. Uno de esos tipos son las materias primas o commodities, que son un tipo de activo alternativo.
Cuando se habla de commodities, suele referirse a materiales como el oro, el petróleo, el gas o el trigo. Pero nunca se habla del agua. La materia prima por excelencia. Muchos consideran el agua como la materia prima con más potencial del planeta.
A modo de comparación nos podemos fijar en el petróleo, todos sabemos el exponencial aumento de su precio en el último siglo. Esto ocurrió porque el petróleo era considerado un elemento imprescindible para la economía de los países. Pues bien, el agua no es solo imprescindible para la economía, sino que es un material imprescindible para albergar la vida. Y es una de esas materias primas en las que podemos invertir. Aunque afortunadamente no se puede invertir directamente en ella, lo que previene la especulación sobre el agua y las desastrosas consecuencias que esto tendría.
¿Y entonces almacenamos agua en casa? No exactamente, lo que sí se puede hacer es invertir en derechos del agua, invertir en tierras ricas en agua o en empresas de abastecimiento o tratamiento de agua. Vamos a analizar estas tres opciones individualmente.
1. Invertir comprando derechos de agua
Un derecho sobre el agua (o manantiales) otorga a su comprador el derecho a utilizar esa fuente de agua (un río, pozo o acequia por ejemplo). El derecho en sí no tiene ningún valor más allá del beneficio que se pueda obtener al alquilarlo o venderlo después.
Cuando un inversor compra derechos sobre manantiales puede alquilarlos a otra persona o puede venderlos después a un precio más elevado. No existe un mercado amplio sobre estos derechos. Estos suelen traspasarse entre agricultores y ocasionalmente algún fondo de inversión los compra para invertir en ellos. Eso sí, como cualquier otro bien, su precio se rige por la ley de la oferta y la demanda.
Por otro lado, la mayoría de los Gobiernos impiden (gracias a Dios) la especulación con los derechos del agua, por lo que no se pueden comprar derechos así de fácil, sino que se debe demostrar un plan para beneficiarse de su uso. La compra de derechos sobre el agua plantea por ello la cuestión, ¿debería alguien poder comprar o vender derechos de un derecho humano tan esencial para la vida?
Para un inversor medio no tiene sentido invertir por tanto en derechos sobre manantiales, pero sí existen otras opciones más factibles y éticas como vamos a ver.
2. Invertir en tierras ricas en agua
El transporte del agua ha sido una de las grandes preocupaciones del humano desde los primeros asentamientos. Los romanos construyeron grandes acueductos para poder llevar el agua a donde era necesaria.
El transporte de agua a gran escala tiene muchos problemas; el coste de construcción y mantenimiento de las infraestructuras, el daño al medio ambiente de las mismas o la práctica imposibilidad de trasladarla demasiado lejos entre otras cosas.
¿Y cómo sería factible transportar esa agua?
Mediante la comida. Para producir una taza de café se necesitan 150 litros de agua y una sola rebanada de pan requiere de 40 litros de agua. La próxima vez que desayunes eso acuérdate de la cantidad de agua que has consumido. National Geographic realizó un listado con 34 productos cotidianos y el agua que necesitan.
Uno de los grandes conocidos inversores en agua, Micheal Burry, famoso (a su pesar) por la película “The big short”, declaró lo siguiente en 2015 respecto a la inversión en agua:
El transporte de agua no es práctico ni por razones políticas ni físicas, por lo que comprar derechos del agua tiene sentido para mí… mi conclusión es que la comida es la manera de invertir en agua. Es decir, cultivar alimentos en las zonas ricas en agua y transportarla a la venta en las zonas pobres en agua. Este es el método menos discutible para redistribuir el agua, y que en última instancia puede ser rentable, lo que asegurará que esta redistribución sea sostenible. Una botella de vino necesita más de 400 botellas de agua para producirse – el agua que contienen los alimentos es lo que me ha parecido interesante. Creo que las tierras productivas con agua cerca valdrán mucho en el futuro.
Realizando algunas investigaciones se puede ver que su inversión se ha basado sobre todo en la almendra de California, que produce más de la mitad de la producción mundial del fruto seco. En otros países con condiciones similares como España se está incrementando la presencia de la almendra.
Entre las sequías que están sufriendo en la costa oeste americana y la gran cantidad de agua que necesita el almendro para sobrevivir, los agricultores están perforando cada vez más hondo para obtener agua de los pozos subterráneos. Ahí es donde está la visión de Burry. Con una demanda creciente de almendras, las tierras con mejor acceso al agua tendrán menos costes y serán más rentables, por lo tanto tendrán más beneficios y serán una buena inversión.
Aún así, la inversión en tierras ricas en agua tampoco está al alcance de cualquiera, por lo que vamos a explicar otra opción de inversión en agua. A través de empresas que tratan el agua.
3. Invertir en empresas relacionadas con el agua
De esta manera, invertiremos en empresas que traten el agua potable. Como hemos visto al principio, el planeta entero necesita mejores infraestructuras para gestionar el agua. Incluso los países más avanzados utilizan infraestructuras antiguas que se deben renovar.
Se necesitan mejores redes de aguas residuales, tuberías y plantas de tratamiento. En algunos países se está planteando la posibilidad incluso de privatizar las compañías acuíferas para mejorar su gestión.
Una manera es invertir directamente en acciones de empresas que se dediquen al tratamiento de agua. Como American Water Works y Aqua América en América o Fluidra y Veolia en Europa.
Pero sin duda la mejor forma de invertir en empresas de agua es hacerlo a través de índices de empresas o ETFs. Así, además, diversificaremos entre todas las empresas dedicadas al tratamiento de agua.
Invertir en agua a través de índices
Existen dos índices principales sobre empresas dedicadas al tratamiento del agua potable:
- S&P Global Water Index: Formado por las 50 compañías más importantes del mundo que se encargan del tratamiento del agua. Se fundó en 2001 y desde entonces ha obtenitdo una revalorización acumulada del 220%.
- World Water Index: Formado por las 20 compañías más importantes que obtienen la mayor parte de sus ingresos del suministro de agua, depuración y tratamiento del agua.
Invertir en agua a través de ETFs
La manera más óptima de invertir y con un menor riesgo, es la de invertir en ETF’S. La mayoría de estos ETFs sobre el agua, tratan de replicar los índices arriba mencionados. Los más accesibles para el público general son los siguientes:
- LYXOR WORLD WATER
- GUGGENHEIM S&P GLOBAL WATER INDEX ETF
- ISHARES GLOBAL WATER
- POWERSHARES ETF TRUS
- CLAYMORE S&P GLOBAL
- FIRST TRUST ISE WATE
Cada uno debe saber cuál es su mejor opción para invertir en agua, teniendo en cuenta sus posibilidades, objetivos y restricciones. Debemos entender que se trata de una inversión a muy largo plazo, una apuesta por el recurso más importante e indispensable del planeta con una rentabilidad esperada muy elevada. Pero que, a la vez no debe de tener un alto porcentaje en nuestra cartera de inversión, por su relación con el mercado de la renta variable.
Javier S. dice
Una exquisitez leer esto. Saludos.
Tarea dice
Has abordado los aspectos clave con gran detalle y precisión.