A lo largo de los últimos años se ha hablado mucho de rescates financieros. En la prensa, en los programas de radio y en los platós de televisión, esta palabra estaba constantemente en boca de periodistas y economistas. Economías como Grecia y Argentina han tenido que ser rescatadas en su totalidad, mientras que España tuvo que afrontar un rescate bancario. Sin duda alguna, se ha hablado mucho sobre los rescates, pero poco de las razones que llevan a una economía a ser rescatada, las condiciones que se le exigen para ser rescatado o las consecuencias que tiene un rescate sobre la economía.
Cuando un ciudadano griego o argentino escucha las palabras Fondo Monetario Internacional (FMI), su reacción no es precisamente positiva. En Grecia, a partir de 2010 y 2012, las cosas se torcieron para el país heleno y la llamada “troika” (FMI, Banco Central Europeo y Comisión Europea) tuvo que intervenir para rescatar a los bancos griegos y hacer frente al elevado nivel de deuda soberana. Como consecuencia de ello, los griegos tuvieron que soportar duras medidas de austeridad.
Por su parte, el pasado 2018, Argentina acordó un rescate con el FMI valorado en 50.000 millones de dólares. Tal era la magnitud del rescate que precisaba la economía argentina, que la cifra total del rescate rondaba el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) de Argentina. Al igual que en Grecia, Argentina deberá llevar a cabo un saneamiento de su economía a través de un programa basado en la austeridad.
Si bien España tuvo que afrontar un rescate al sector financiero, no tuvo que verse obligada a solicitar un rescate al conjunto de la economía. Muchas cajas de ahorros presentaban gravísimos desajustes y grandes entidades como Bankia tuvieron que ser intervenidas por el estado. Aunque el rescate estaba destinado al sector bancario, España también tuvo que aceptar una serie de condiciones macroeconómicas que incluían medidas de ajuste.
¿Qué es un rescate y cómo se solicita?
Pero, ¿en qué consiste un rescate? El rescate consiste en un apoyo financiero a un país que no puede afrontar sus compromisos de pago de deuda. Así pues, en el caso europeo, será la “troika” (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Comisión Europea) quien se ocupe de conceder el rescate.
El gobierno dará el primer paso, solicitándolo formalmente presidente del Eurogrupo. Una solicitado el rescate, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo procederán a evaluar la petición de rescate.
Evaluación previa al rescate financiero
Esta primera evaluación valorará cuáles son las entidades financieras afectadas, su peso en la economía y cuáles y cómo deben ser reestructuradas. También se tendrá en cuenta los efectos que tenga el rescate sobre la economía nacional en materia de déficit público y deuda pública.
En vista de esta evaluación previa, se establecerán los plazos para la devolución del rescate y los intereses que deba afrontar el país que lo solicita.
Con el rescate solicitado, el gobierno debe determinar qué entidades financieras precisan el rescate y en qué cuantía. También debe especificar qué fórmulas se utilizarán para reestructurar el sector bancario, es decir, si habrá una nacionalización o inyecciones de capital.
Negociación y condiciones de un rescate financiero
La siguiente fase consistirá en negociar las condiciones del rescate. Para ello habrá que negociar con el FMI. En caso de tratarse de un país europeo se incluirán a las instituciones de la Unión Europea.
Medidas de austeridad
Ahora bien, antes de solicitar un rescate, como en cualquier préstamo, es fundamental que el gobierno estudie detenidamente las condiciones. Y es que, los países rescatados se ven obligados a aceptar estrictos programas de ajustes. Estas medidas de austeridad conllevan subidas de impuestos, reducciones de salarios, recortes en servicios públicos, despidos del personal contratado por el sector público e importantes reducciones en lo que se refiere a las ayudas sociales.
Queda claro que los rescates no se conceden de manera gratuita y que los gobiernos que lo solicitan deben llevar a cabo políticas económicas basadas en la austeridad. Generalmente, los países rescatados implementan medidas de austeridad para reducir el déficit público y su nivel de deuda pública.
La “troika” se encargará de la supervisión de las entidades rescatadas y del cumplimiento de los planes de reestructuración bancaria. Por otro lado, el dinero del rescate se entregará por fases, todo ello siempre y cuando se respeten las condiciones acordadas.
Consecuencias de solicitar un rescate financiero
La siguiente pregunta que cabe plantearse es, ¿cuáles son los efectos del rescate en la bolsa de valores? ¿Y en la prima de riesgo?
Que un país solicite un rescate es entendido por los mercados como un síntoma de vulnerabilidad económica. Esto supone que las bolsas reaccionen negativamente.
Recordemos que la prima de riesgo es el interés que paga un país por financiarse a través del endeudamiento. Esta prima se establece con respecto a un país de referencia (generalmente Alemania o Estados Unidos). Pues bien, la petición de un rescate es vista como una señal de debilidad, de riesgo para la economía nacional. De ahí que la prima de riesgo tienda a dispararse, como ocurrió cuando España solicitó el rescate bancario, cuando la prima de riesgo superó la temida barrera de los 500 puntos.