Más allá de los circuitos y la conducción, hay un gran negocio en la Fórmula 1 y todo equipo que permanece en “el gran circo” no debe descuidar el área económica.
Estar en la máxima competición del automóvil implica contar con una estructura económica lo suficientemente fuerte para poder soportar los elevados costes que conlleva la Fórmula 1. Sólo en el 2018 se estima que las escuderías de Fórmula 1 gastaron unos 2.200 millones de dólares.
Son muchos y muy variados los costes que debe afrontar un equipo de Fórmula 1: personal, costes de fabricación de los monoplazas, inversión en la evolución de los coches y los gastos de desplazamiento son sólo algunas de las partidas que deben sufragar.
Gastos de personal
Comencemos por la plantilla de un equipo de Fórmula 1. En este sentido, todos juegan un papel importantísimo. Un piloto de élite puede suponer la diferencia entre conseguir una victoria o quedar segundo, entre ser campeón del mundo o ser subcampeón. De ahí que campeones del mundo como Sebastian Vettel y Lewis Hamilton cobren unos sueldos de 45 millones de dólares y 57 millones de dólares respectivamente.
Tampoco hay que olvidar las nóminas de los ingenieros, que se encargan del diseño de estrategias de carrera que pueden hacer ganar muchas posiciones en un gran premio. Los mecánicos también juegan un papel decisivo, pues su trabajo en las paradas en boxes puede marcar la diferencia. Y cómo no, no nos olvidemos de los diseñadores de los monoplazas, que deben poner a disposición de los pilotos los coches más rápidos. Evidentemente, los mejores ingenieros son los más cotizados y, por tanto, los mejor remunerados.
Sin duda alguna, mantener a toda la plantilla supone un esfuerzo económico, dado que equipos históricos como McLaren y Ferrari disponen de aproximadamente 1.000 trabajadores en nómina. Ahora bien, las escuderías más modestas, como ocurre en el caso de Haas, recurren a la subcontratación para tener menores gastos de personal.
Costes de los monoplazas
Más allá de la decepción y del sobresalto que puedan sufrir los espectadores, los pilotos y miembros de las escuderías de Fórmula 1, ver un coche sufrir un accidente es un auténtico varapalo económico. Estamos hablando de piezas únicas. Así, un alerón delantero supone un coste de aproximadamente 150.000 euros por 76.000 euros que cuesta un alerón trasero.
Más dolorosas en lo económico son las averías mecánicas. Un motor puede costar más de 7 millones de euros, mientras que la caja de cambios se cifra en un valor de 454.500 euros y el sistema hidráulico está valorado en 153.000 euros. De ahí que sea necesario un coche fiable no ya para conseguir puntos en el campeonato del mundo, sino también para ahorrar en costes ocasionados por fallos mecánicos.
Gastos en investigación
La investigación y el desarrollo (I+D) son fundamentales en los equipos de Fórmula 1. Contar con los mejores diseños y con las tecnologías más punteras son un requisito imprescindible para lograr el éxito. Es por ello que se invierten enormes cantidades en investigación. Ahora bien, estos gastos en investigación y desarrollo no siempre dan sus frutos, pues conseguir un monoplaza competitivo no es una tarea sencilla.
Contar con recursos económicos permite dedicar dinero a investigar el monoplaza y a mejorarlo carrera tras carrera, pero para que esta inversión sea rentable y efectiva, es necesario contar con los mejores profesionales de la investigación.
Así, se calcula que equipos como Williams necesitan dedicar 450 millones de dólares en investigación para mejorar en un segundo por vuelta. Por el contrario, las escuderías Ferrari y Mercedes dedican unos 300 millones de euros para ganar un segundo en cada vuelta. Un detalle que podría deberse a la ley de rendimientos decrecientes. Dado que Ferrari es más rápido y sabe que mejorar mucho más va a ser complicado, decide invertir menos capital. Sin embargo, William sabe que tiene mucho más margen de mejora y podría compensarle invertir más.
¿Y los ingresos?
Dejemos a un lado el capítulo de los desembolsos y pasemos a los ingresos. ¿De dónde obtienen las escuderías los recursos para hacer frente a tan astronómicos costes?
Derechos de retransmisión
Una importantísima parte de los ingresos de los equipos se obtiene del reparto de los derechos de retransmisión de la Fórmula 1. Así pues, serán muchos quienes piensen que el reparto de estas cantidades dependerá exclusivamente de los resultados cosechados a lo largo de la temporada. Pues no, puesto que Ferrari, que no gana un campeonato de pilotos desde 2007, se embolsa 205 millones de euros, mientras que McLaren, que no gana una carrera desde 2012, recibió 100 millones de euros.
En otras palabras, que, a la hora de repartir el dinero, la historia de los equipos tiene un peso muy importante. Por ello, Ferrari y McLaren, al ser históricamente los equipos más laureados se llevan una buena parte del reparto de los derechos de retransmisión. No obstante, encadenar malas temporadas terminará por afectar negativamente al reparto de derechos de retransmisión. Así, una escudería histórica como Williams pasó de recibir 79 millones de dólares a percibir 60 millones de dólares.
La cantidad de dinero ingresada por resultados también influirá en función de los resultados cosechados. Prueba de ello es que Mercedes, ganador de los últimos cinco mundiales de constructores y de pilotos, se llevó 66 millones de dólares en 2018.
Últimamente se está hablando de modificar los criterios de reparto de los derechos de retransmisión. En este sentido, han surgido iniciativas que proponen una mayor recompensa actual al rendimiento y no a la trayectoria histórica de las escuderías, cosa que, obviamente, no ha sentado bien en un equipo de la tradición histórica de Ferrari. Y es que, un cambio en el criterio de reparto supondría un cambio drástico en los ingresos de equipos como Williams, McLaren y el citado Ferrari.
Patrocinadores
Otra fuente de ingresos de gran importancia serían los patrocinadores. La Fórmula 1 es un magnífico escaparate para multitud de empresas. Bancos, fabricantes de lubricantes y gasolina, compañías de bebidas, empresas informáticas y prestigiosas marcas de relojes han pasado por la Fórmula 1.
Sin duda alguna, anunciarse en la Fórmula 1 significa prestigio. Así, el público recordará con más facilidad a las empresas que patrocinan el campeonato y a las escuderías. La publicidad que llevan los coches y los pilotos es una magnífica fuente de ingresos para los equipos. Por ejemplo, una empresa que desee incluir el logotipo de una marca en los pontones de un monoplaza pagará entre 22 y 24 millones de euros, mientras que si desea figurar en el alerón trasero le supondrá entre 20 y 22 millones de euros.
Queda claro que para poder competir en la máxima categoría de la Fórmula 1 y afrontar los costes que ello conlleva es necesario contar con patrocinadores deportivos potentes. Todo ello sin dejar de lado lo más importante: que ganar se premia con dinero.