Europa se enfrenta a dos graves problemas: el estancamiento del crecimiento económico –recesión– y la temible deflación. En Economipedia ya explicamos el concepto del QE. Ahora vamos más allá y analizamos el QE que ha aprobado recientemente el Banco Central Europeo .
El Banco Central Europeo (BCE) presidido por Mario Draghi, llevaba tiempo tanteando la posibilidad de romper con las políticas de austeridad y poner en marcha el QE para hacer frente a los problemas económicos de la Eurozona. La incertidumbre se acabó a raíz de que el 7 de enero de 2015 Eurostat anunciara que en diciembre de 2014 los precios en la Eurozona se habían situado en terreno negativo. Draghi no esperó más, en la primera reunión del consejo del BCE sobre política monetaria del año aprobó el lanzamiento del QE. Para descontento de Alemania.
Esta medida de expansión monetaria va a aumentar el balance del BCE en un 50%, llegando a los 3 billones de euros. Con esta expansión monetaria, el BCE pretende inyectar dinero en la economía mediante la compra masiva de deuda pública. El BCE compra deuda soberana y paga con euros, el resultado es más euros en circulación. Esta vez es diferente porque su intención es generar inflación, aumentar la base monetaria, por tanto, no va a esterilizar el efecto de la inyección de capital.
¿Por qué el BCE quiere meter más dinero en la economía?
Se basa en la idea de que al haber más dinero en los mercados financieros, este se filtre a la economía real mediante préstamos y créditos a personas y empresas. Reactivando la inversión, el consumo y el empleo. Con esta medida se trata de aplanar la curva de los tipos de interés (bajar los tipos de interés de las emisiones de deuda tanto a corto como a más largo plazo), de esta forma los bancos verán menos atractiva la compra de deuda (rentabilidades más bajas por la bajada de los tipos de interés) y entonces, pasen a prestarlo a familias y empresas.
Como ya se ha mencionado anteriormente, el contexto económico actual está marcado por el temor a la deflación y el estancamiento del crecimiento económico. La economía de la Eurozona necesita muchos estímulos para reactivarse.
Y no han sido pocas las medidas que el BCE ha tomado hasta ahora:
– Bajar los tipos de interés al mínimo histórico de 0.05%.
– Compra de deuda privada (Cédulas y titulizaciones).
– Dos operaciones de financiación bancaria por un total de más de 200.000 millones de euros.
Esto ha llevado a que Mario Draghi tenga que recurrir a la impresión de más billetes para alentar la inflación y así reactivar el crédito, la inversión y el consumo. Las estimaciones son de algo más de un billón de euros nuevos con lo que se espera que los bancos presten dinero y comience así la reanimación de la economía de la zona euro.
Este flujo de dinero nuevo llegará en paquetes de 60.000 millones de euros mensuales, 45.000 millones en bonos del Tesoro y el resto en activos privados, durante 19 meses. Desde este próximo marzo hasta septiembre de 2016. En caso de que pasado este plazo de tiempo, la inflación no se acerque al objetivo del BCE (2% a medio plazo) el QE seguirá en funcionamiento. Es decir, si no suben los precios seguirán inundando la economía con papel.
¿Quién asume los riesgos en caso de pérdidas?
El BCE sólo mutualizaría el 20% de las emisiones que compren los bancos centrales, el 80% del riesgo correrá a cargo de estos. En otras palabras, el BCE asume el riesgo de 1€ de cada 5€ del total. El 20% de riesgo que afronta el BCE está compuesto por todas las adquisiciones de deuda que compren las instituciones europeas (deben suponer un 12% del total del programa) y las adquisiciones que realice el propio BCE (un 8% del total).
El QE no es una medida convencional, al igual que tampoco lo son las circunstancias. Pero a Mario Draghi no le tiembla el pulso y como ya dijo con rotundidad el 26 de julio de 2012 en Londres: “Dentro de nuestro mandato, el BCE está preparado para hacer lo que sea necesario para salvar al euro. Y créanme, será suficiente.”
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