Automatización industrial

La automatización industrial es el uso de las tecnologías para la realización de tareas que, a priori, se consideraban repetitivas, de forma automática y con la mínima intervención del ser humano.

La automatización industrial es el fenómeno mediante el que las máquinas, la informática y la tecnología son utilizadas con fines industriales. Mediante la automatización, los procesos que, a priori, eran procesos manuales, pasan a ser procesos automatizados, lo que dota de gran autonomía a los procesos industriales. Para algunos pensadores, la automatización ha sido, ya no solo el origen de la Tercera Revolución Industrial, sino componente fundamental para el desarrollo de lo que denominan Cuarta Revolución Industrial, donde se dota a la automatización de inteligencia artificial e interconexión total para la completa autonomía de los procesos industriales.

La automatización industrial forma parte de la Tercera Revolución Industrial, al mecanizarse muchos procesos y dando lugar a una nueva industria a la que muchos autores denominan “industria 4.0”.

Historia de la automatización industrial

La automatización, aunque no en el sentido que se conoce habitualmente, ha existido a lo largo de la historia. Ya en la época griega o romana, los ciudadanos trataron de implementar la automatización en la sociedad, con objetos mecánicos que trataban de imitar determinados movimientos de seres animados. También los egipcios tuvieron experiencias con los principios de automatización, pues, al igual que los griegos, utilizaron los procesos mecánicos para la animación de las estatuas que trataban de representar la figura de sus dioses.

Sin embargo, el momento donde la automatización experimentó un verdadero auge fue en el 1775, cuando aparece la máquina de vapor. James Watt, creador de la máquina a vapor, fue capaz de automatizar varios de los procesos que daban lugar al funcionamiento de dicha herramienta. En concreto, la máquina de doble efecto, la cual aparece en el 1784, poseía en su estructura dos procesos autómatas, ya que el distribuidor de vapor, así como el regulador de bolas, estaban completamente automatizados.

A partir de la creación de la máquina de vapor, entrando en el siglo XVIII. La Segunda Revolución Industrial, así como todo el proceso que vivió la economía con la industrialización de la misma, provocó el nacimiento de la automatización industrial. La división del trabajo, pasando por la posterior mecanización de la industria, derivó en la automatización. Al simplificar las tareas mediante la división del trabajo y la mecanización de la fabricación, la industria comenzó a elaborar maquinaria que trataban de reproducir las tareas específicas de los trabajadores. Tareas que, a priori, eran más simples y fáciles de recrear al estar divididas.

Desde la creación de las máquinas de transferencia hasta los sistemas de producción en cadena, originados en la década de 1920 en la industria del automóvil, provocaron ese cambio final, completamente disruptivo, que no solo generó un gran incremento de la productividad en la industria, sino que cambió, también, la metodología de trabajo para siempre, especialmente en la industria.

Ventajas y desventajas de la automatización

La automatización, como todo, tiene sus ventajas y sus desventajas. Con el surgimiento de las máquinas automatizadas, la industria experimentó una revolución que desencadenó una nueva metodología. 

Entre las ventajas que podemos destacar de la automatización, se encuentran:

  • Incremento de la productividad.
  • Ahorro de costes
  • Menor esfuerzo físico.
  • Mayor calidad de vida.
  • Mejora de la salud de los trabajadores.
  • Mejoras de las condiciones de trabajo.
  • Mayor ventaja competitiva.
  • En algunos caso, reducción de los riesgos laborales.

Por otro lado, la automatización también tiene sus desventajas. Entre ellas cabría destacar las siguientes:

  • Destrucción de empleo.
  • Posible disminución de la recaudación fiscal en el impuesto sobre la renta.
  • Dependencia tecnológica.
  • Obsolescencia tecnológica.
  • Incremento en los costes de inversión.
  • Incremento en los costes de mantenimiento.
  • Dependencia de personal más cualificado.

La automatización en el siglo XXI

Es muy difícil encontrar una industria que no haya implementado la automatización en sus procesos de fabricación. Además, con el paso de los años, esta va ganando cada vez más presencia en las fábricas. Diversos autores, así como organismos, apuestan por que el mercado laboral futuro derivará hacia una industria completamente automatizada. Una industria en la que los empleos manufactureros pasarán a ser empleos más cualificados, dejando las tareas más repetitivas y de menor valor añadido para los robots o máquinas automatizadas.

Por otro lado, desde el punto de vista crítico, muchos economistas cuestionan la automatización desde varios puntos de vista. En materia de empleo, diversos autores consideran la automatización como una amenaza para el empleo menos cualificado. Una visión precedida por la concepción de que la persona acaba siendo sustituida por robots y máquinas.

Por el lado de la fiscalidad, muchos autores cuestionan la incapacidad de aplicar un impuesto óptimo para las máquinas. Un impuesto que grave a esas empresas que dejan de contratar personal para implementar procesos automatizados en sus compañías. La pérdida de ingresos ocasionada por la posible destrucción de empleos podría provocar un menor ingreso fiscal en el país, ya que las máquinas no poseen salarios, por lo que los impuestos sujetos a la renta se perderían.

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Francisco Coll Morales , 09 de marzo, 2020
Automatización industrial. Economipedia.com