Compañía Holandesa de las Indias Orientales
La Compañía Holandesa de las Indias Orientales, creada en el año 1602, fue la primera gran compañía multinacional y la primera en hacer públicas sus cuentas. Esta gran corporación multinacional llegó a contar con el monopolio del comercio holandés en Asia.
La principal actividad de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales era el comercio, aunque tal era su poderío, que detentaba competencias propias de un estado, pues estaba habilitada para declarar la guerra, la negociación de tratados e incluso tenía la potestad para poder acuñar su propia moneda.
Creación, funcionamiento y estrategia comercial
En 1602 fue fundada la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (Vereenigde Oostindische Compagnie o VOC en holandés). La creación de esta sociedad respondía a la necesidad de intermediarios en el comercio entre Europa y América. Tal fue su poderío comercial que durante aproximadamente 200 años, la Compañía Holandesa de las Indias Orientales realizó unos intercambios de mercancías que se estimaron en 2,5 millones de toneladas.
El gran objetivo de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales y de otras grandes corporaciones similares como la Compañía Británica de las Indias Orientales o la Compañía del Norte no era hacerse con el control de vastas extensiones de terreno, sino lograr el monopolio del comercio. Entre quienes integraban este tipo de sociedades se encontraban grandes comerciantes, miembros de la nobleza y altos funcionarios.
Al igual que en las sociedades anónimas de la actualidad, el capital de las Compañías estaba dividido en acciones. En el caso de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales el capital venía determinado por la bolsa de Ámsterdam, que precisamente fue la primera en operar con activos financieros.
En su máximo esplendor, esta poderosa corporación llegó a estar valorada en un total de 78 millones de florines, lo que en la actualidad serían 7,9 trillones de dólares. Tan boyante era este negocio que sus accionistas llegaron a recibir un dividendo del 18%.
La Compañía, era mucho más que una gran empresa multinacional, pues su poderío le atribuía funciones propias de un estado. Y es que la corporación holandesa llegó a disponer de su propio ejército, que estaba formado por 10.000 hombres y 40 barcos de guerra, por no hablar de una flota comercial de 150 barcos y una plantilla de 50.000 personas a su servicio.
Manteniendo un leve exceso de abastecimiento de las especias, la Compañía se las arregló para mantener los precios en niveles bajos y de ese modo ahuyentar a la competencia, a lo que hay que añadir que consiguieron crear sus propios mercados en escenarios como Japón, China o la actual Indonesia. Sin embargo, el estallido de la guerra con Inglaterra en 1672 fue un obstáculo al comercio de especias como la pimienta y su precio aumentó, lo que ocasionó la entrada en juego de la competencia inglesa.
El ocaso de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales
Razones de la caída de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales
- Caída del comercio en Asia, lo que ocasionó que la Compañía se limitase a comerciar exclusivamente en aquellos territorios que se encontraban bajo su dominio.
- La compañía dirigía todas sus operaciones desde Batavia (Indonesia). El hecho de que todas las mercancías tuviesen que pasar por Batavia para su redistribución terminó por provocar problemas logísticos.
- Los empleados de la Compañía estaban mal remunerados, lo que dio lugar a la desmotivación. Todo ello desembocó en corrupción entre sus empleados, que miraban más por sus intereses personales que por los intereses de la compañía.
- Se repartieron elevados dividendos mientras las ganancias de la Compañía caían en picado. Cuando los activos líquidos disminuyeron, quienes dirigían la corporación recurrieron a préstamos a corto plazo.
El excesivo endeudamiento de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales y los conflictos armados con Inglaterra mermaron su flota y la empresa terminó por ir a la quiebra, siendo finalmente nacionalizada en 1796.