David Hume
David Hume (1711-1776) fue un economista, filósofo e historiador escocés. Hume fue uno de los intelectuales más destacados del siglo XVIII y es considerado todo un referente del empirismo. Las principales aportaciones que hizo están relacionadas con la filosofía e historia.
A lo largo de su vida, David Hume se desempeñó como bibliotecario, ensayista, filósofo, historiador y economista. Destacó por defender la ciencia como un instrumento basado en la observación y la experimentación. Respecto a sus ideas económicas, se aprecian ciertos elementos liberales, al tiempo que destaca una fuerte crítica a la doctrina mercantilista.
Tal fue su influencia, que se considera que tuvo un importante impacto en el filósofo Inmanuel Kant y en el economista Adam Smith.
Un intelectual polifacético
A lo largo de su trayectoria, David Hume destacó por realizar un análisis crítico del conocimiento y por defender que dicho conocimiento dependía de la experiencia. Asimismo, Hume se afanó por demostrar que la ilustración no era algo único de Francia, sino que era un movimiento cultural que trascendía a toda Europa.
En lo que se refiere a la moral, señalaba que la razón debía estar al servicio de los sentimientos, que son los que guían al ser humano en su vida.
Hume estudió en la Universidad de Edimburgo y, como filósofo, abordó cuestiones como el conocimiento humano, la moral y diversos aspectos religiosos. De hecho, Hume también sobresalió por escribir varios ensayos de tipo político y religioso, así como también fue autor de seis ensayos sobre la historia de Inglaterra.
En cualquier caso, las ideas de David Hume han tenido un profundo impacto en áreas de conocimiento como la ética, la psicología y la epistemología. Sus aportaciones incluso tuvieron una gran trascendencia en una ciencia social como la economía.
Aportación de David Hume a la teoría económica
A través de su labor como economista, Hume analizó cuestiones como el interés, el comercio y el dinero. Todo ello quedó recogido en un total de nueve ensayos que constituían lo que Hume denominó su Economía Política.
Sus tesis económicas fueron escritas en una etapa en la que el mundo se encontraba inmerso en una transición de una economía agraria a la economía manufacturera de la Revolución Industrial.
Respecto a los mercados, Hume los contemplaba como una gran red de distribución que había unido muy diversos puntos de la geografía mundial. Asimismo, Hume observó que los gremios ya no empezaban a tener el control de los procesos de producción. Surgía la figura del empresario como organizador de la producción y de una clase trabajadora que actuaba como mano de obra.
De su ensayo dedicado al papel del dinero en la economía cabe señalar la función del dinero como instrumento de intercambio en las transacciones. Así, Hume niega que el dinero sea un producto del comercio. También señala que no debe confundirse riqueza con dinero.
Por otra parte, David Hume también es conocido por sus críticas al mercantilismo. La teoría mercantilista hacía hincapié en la necesidad de acumular la mayor cantidad posible de metales preciosos y en que las posesiones coloniales solo tenían valor si disponían de oro y plata. Sin embargo, Hume argumentaba que, si el dinero permanecía guardado en cofres, su valor caía.
De entre las aportaciones de Hume a la ciencia económica destaca su contribución a la teoría monetaria. A este respecto, Hume señala que no importa la cantidad existente de dinero, pues, aunque aumente la cantidad de dinero en circulación, los precios aumentarán proporcionalmente. También añade que no aumentarían el número de prestamistas ni se producirían cambios en los intereses.
También, como parte de su labor como economista, Hume estudió la influencia de las pasiones humanas en la economía. Si Hume tenía en cuenta el papel de las emociones en la economía, con la introducción de las matemáticas en tiempos de los economistas clásicos, el hombre quedó desplazado.
La visión del comercio de Hume sostiene que el progreso comercial de una nación no solo beneficia a la misma. Así pues, Hume afirma que, el incremento del comercio y de las riquezas en un país también tiene efectos positivos sobre sus vecinos.
En cuanto a la riqueza, Hume no asocia el lujo con la maldad. En este sentido, Hume considera que el lujo es perjudicial si este impide a una persona ser generosa con sus seres queridos.
Una cuestión también analizada por Hume fue el trabajo, el cual consideraba como una actividad creativa, origen de valor y generadora de riqueza. De hecho, gracias al trabajo, el hombre superaba una serie de metas que le llevan a un éxito en el que alcanza el placer.