Efectivo y equivalentes al efectivo
El efectivo y equivalentes al efectivo es un partida contable perteneciente al activo corriente del balance de situación de una empresa. Esta representa tanto el efectivo disponible, como los activos de corto plazo que pueden ser convertidos en efectivo de forma inmediata.
Para atender los pagos derivados del funcionamiento operativo, las empresas disponen de una tesorería compuesta por diversos activos. Tener una mayor cantidad de efectivo a la necesaria, supone un coste de oportunidad para la empresa.
Por ello, parte de ese efectivo se invierte en activos de corto plazo (letras del tesoro o depósitos a la vista por ejemplo) para obtener una rentabilidad por ese excedente de tesorería. Todo activo de corto plazo que se pueda convertir en dinero en menos de 90 días sin riesgo de pérdida de valor, se considera como equivalente al efectivo. Por lo tanto, se considera como efectivo y equivalentes a todo el dinero del que dispone la empresa de forma “inmediata”.
Requisitos para que un activo sea considerado como equivalente a efectivo
Para que un activo sea clasificado como equivalente tiene que cumplir una serie de requisitos. A continuación se citan algunos ejemplos.
- Se ha de poder convertir fácilmente en efectivo con riesgo reducido de variación de su valor.
- El activo en cuestión tiene que estar destinado a atender los pagos de corto plazo. Por tanto no puede ser considerado como un activo de inversión.
- El vencimiento de los activos ha de ser inferior a los tres meses.
Importancia del efectivo y equivalentes al efectivo
Las empresas con gran cantidad de efectivo y equivalentes al efectivo son vistas como un arma de doble filo. Tener mucho efectivo y equivalentes, es signo de una buena gestión y un riesgo más reducido. Si la empresa dispone de mucho dinero para realizar sus pagos, su riesgo se reduce notablemente. Sin embargo, grandes niveles de efectivo y equivalentes también son considerados como ineficientes. Empresas con mucha caja, tienen un coste de oportunidad al no obtener nada por esta.
Se entiende que la liquidez de la empresa tiene que estar en línea con la del sector. Por lo tanto, un nivel muy alto podría indicar capacidad ociosa y un nivel muy bajo podría indicar un riesgo latente de impago.
Como medir el efectivo y equivalentes al efectivo
Existen diversos ratios que miden la liquidez de las empresas. Existen muchos ratios para medir la liquidez de la empresa como el quick ratio (test ácido) por ejemplo. Pero el más óptimo para medir el efectivo y equivalentes, sería el cash ratio. Este es el más restrictivo de todos los ratios de liquidez ya que solo toma en cuenta el efectivo y equivalentes. Su fórmula de cálculo es la siguiente: