Estimación objetiva
La estimación objetiva es un método de cálculo de los rendimientos de las actividades económicas que lleva a cabo un empresario o profesional en España. Al resultado obtenido se le aplica un tipo impositivo que viene dado por diferentes módulos.
Toda persona que trabaje debe de realizar un pago al Estado en concepto de Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), siempre que supere los mínimos de ingresos marcados en la legislación. Para calcular la cuantía del mismo, existen diferentes métodos a los que cada persona se puede acoger en función de si cumple ciertos requisitos. En este artículo te explicamos el método de la estimación objetiva.
La principal característica de este sistema de cálculo del IRPF es que incorpora determinados módulos exclusivos para cada actividad económica. Dichos módulos establecen un determinado tipo impositivo en función de diferentes parámetros. Un ejemplo de las magnitudes que se pueden tener en cuenta es el número de empleados que tiene la empresa o el autónomo. Este método no tiene en cuenta los ingresos y gastos que se generan de la actividad.
¿Quién se puede acoger a la estimación objetiva?
Para poder acogerse al método de la estimación objetiva, antes de nada, es necesario ser empresario o profesional. Sumado a esto, también hay que cumplir los siguientes requisitos:
- Desempeñar una actividad económica de las que se encuentran recogidas en la Orden del Ministerio de Hacienda y Administraciones públicas que regula esta estimación. Sumado a esto, no se pueden superar los límites de rendimientos estipulados.
- No superar los siguientes límites impuestos para los rendimientos íntegros del año anterior:
- Para todas aquellas actividades recogidas en dicha Orden, exceptuando las agrícolas, ganaderas y forestales, el límite será de 150.000€. Para aquellas entidades o personas que emitan facturas a otras empresas, el límite se reduce a 75.000€.
- Las actividades forestales, ganaderas y agrícolas tendrán un límite de 250.000€.
Diferencias entre estimación objetiva y directa
La principal diferencia entre los dos tipos de cálculo del importe del IRPF reside en las magnitudes utilizadas para su cálculo.
En el caso de la estimación directa, se contabilizan los ingresos y los gastos deducibles que ha tenido la empresa o autónomo en el último ejercicio para, posteriormente, aplicarle un determinado tipo impositivo. Si el resultado del ejercicio indicase que ha habido pérdidas, no habrá una base imponible sobre la que aplicar dicho tipo impositivo.
Por el contrario, la estimación objetiva estipula la cuantía a pagar de este impuesto a través de diferentes parámetros que nada tienen que ver con los ingresos y los gastos. Por este motivo, permite conocer con antelación cuánto habrá que pagar al cierre del ejercicio. Para algunas empresas, esta ventaja les permite planificar el pago del impuesto y evitar situaciones de iliquidez.
Críticas a la estimación objetiva
Este método de estimación está sujeto a críticas tanto por aspectos positivos como negativos para la empresa. En este sentido, una empresa que genera un buen rendimiento con su actividad y que, además, tiene pocos gastos, se puede acoger a este método y pagar menos impuestos de los que debería pagar a través de la estimación directa.
Sin embargo, otra crítica es que cuando una empresa genera pérdidas, la estimación objetiva le obliga a pagar la cuantía estipulada según los módulos, generándole una salida más de capital y empeorando su situación.