Un fielato es un tributo o impuesto dirigido a gravar el consumo de determinados bienes o servicios dentro de un territorio en particular. Por ejemplo, el impuesto por entrar a un país turístico.
Por medio del fielato, es posible establecer un peso impositivo determinado para un territorio. El mismo grava sobre los denominados derechos de consumo.
Coloquialmente se acabó adaptando esta denominación a los lugares físicos en los cuales se cobraba la tasa. Estos puestos se situaban a las entradas de municipios o en otras vías de acceso como los puertos marítimos.
En ese sentido, la propia denominación procede del “fiel”, un elemento de las balanzas y sistemas de peso localizables en mercados o lonjas.
Sólo el 2% de la población sabe lo que quiere y cómo lo va a conseguir ¿y tú?
Tu dinero = tu tiempo + tu talento. A lo último, te ayudamos nosotros.
Mejora tu conocimiento en finanzas aprendiendo de los mejores profesionales, con cursos efectivos y entretenidos.
Historia y origen del fielato
El nacimiento del concepto de fielato se sitúa en torno al siglo XIX. Si bien su uso era ya común en siglos anteriores, fue en dicha época cuando gozaron de mayor relevancia, gracias en gran parte al auge de las comunicaciones y el transporte.
Estas mejoras ayudaron al crecimiento tanto del comercio internacional como del flujo de migración entre territorios. Como consecuencia, estos adoptaron estas y otras modalidades de peaje.
En ese sentido, en multitud de ciudades o pueblos se erigían pequeñas construcciones o establecimientos destinados al cobro de tasas públicas.
De este modo, el comercio de según qué bienes debía pasar necesariamente por el trámite del pago de dichos impuestos.
Principales características del fielato
Existen una serie de características que definen este concepto, conformándolo a su vez como un ejemplo seminal de los actuales sistemas fiscales:
- Naturaleza impositiva: Se trata de un tributo dirigido a los bienes de consumo.
- Carácter progresivo: En la mayoría de los casos, se trataba de un impuesto que gravaba en proporción a cantidades.
- Localización: Se trata de un elemento de control tributario propio de accesos. En fases de vigilancia de importación de mercancías.
- Listado cerrado: Este impuesto se aplicaba a un conjunto de bienes y servicios de consumo listados y publicados oficialmente por cada lugar.
- Interés sanitario: Al originarse este tributo seguía no solo un objetivo de recaudación, sino también de control sobre la calidad de los alimentos comercializados y, por ende, de la salud de sus habitantes.
La existencia de controles tributarios como el fielato significó, ya desde su origen, la respuesta contraria.
Efectos como el contrabando, el estraperlo o la mercadería ilegal crecieron exponencialmente como métodos alternativos al comercio legal. El objetivo era evitar trabas legales, burocráticas y fiscales.
Una aplicación en la actualidad es el tributo o impuesto al turismo, que multitud de ciudades aplican a sus visitantes. Especialmente aquellas con gran interés turístico.