Fondo de inversión inmobiliaria
Un fondo de inversión inmobiliaria es un vehículo de inversión colectiva que destina el dinero de sus partícipes a la inversión en bienes raíces, con los que obtiene rentabilidad a través del alquiler o la revalorización de los activos, o en compañías cotizadas que operan en el sector inmobiliario.
Es decir, un fondo de inversión inmobiliaria es un fondo de inversión que invierte en activos inmobiliarios. Así, en lugar de comprar acciones de una empresa de refrescos, lo que hará será comprar un bloque de pisos en una determinada ciudad o bien hacerlo de forma indirecta a través de otras empresas que invierten en activos inmobiliarios.
Por supuesto, su objetivo es rentabilizar esos activos inmobiliarios.
Tipos de fondos de inversión inmobiliaria
Un fondo de inversión inmobiliaria se clasifica en dos tipos según la naturaleza de los activos que lo componen:
- Fondos directos: Invierten en bienes raíces. Es decir, bienes inmuebles que están anclados a la tierra y no pueden trasladarse. Algunos ejemplos son los edificios, garajes, terrenos, etc. El fondo adquiere estos activos con el fin de obtener rendimientos mediante su compra o alquiler. Por las características propias de los activos en los que invierten, estos fondos no pueden calcular el valor liquidativo diario del fondo. Pero sí deben ofrecer a sus inversores una valoración del mismo, al menos, con carácter mensual.
- Fondos indirectos: invierten en compañías que operan en el sector inmobiliario o real estate, por ejemplo, las SOCIMIs (Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria), cuyo objetivo es la compra, rehabilitación y promoción de inmuebles para su arrendamiento. Estos fondos sí pueden calcular su valor liquidativo diario, permitiendo al inversor conocer la valoración del fondo cada día.
Ventajas de los fondos de inversión inmobiliaria
Los fondos de inversión inmobiliaria son una vía asequible y sencilla para entrar en el mercado inmobiliario para el inversor particular que no quiere o no puede adquirir estos activos individualmente.
Además, estos vehículos proporcionan diversificación a una cartera, ganando exposición al mercado inmobiliario de muchas áreas geográficas del mundo, en función de su política de inversión.
También otorgan protección frente a la inflación, en la medida en que es frecuente que los contratos de alquiler suelen referenciar su precio a la evolución del IPC.
Riesgos de los fondos de inversión inmobiliarios
El inversor de un fondo de inversión inmobiliario debe contemplar que la evolución de la rentabilidad de estos activos está íntimamente relacionada con la evolución del ciclo económico.
Esto conduce a que, en momentos de bonanza económica, es probable que el comportamiento del fondo sea positivo, mientras que, en periodos de crisis, pueda que sea negativo y enfrentar pérdidas.
Por otro lado, en relación con los fondos directos, el inversor debe conocer la necesidad de asumir horizontes de inversión de largo plazo para evitar reembolsar el fondo con pérdidas, derivadas de situaciones de iliquidez que enfrente la gestora a la hora de efectuar desinversiones, más frecuentes en momentos de crisis, pero no imposibles en buenos momentos del ciclo. Suele ser aconsejable plantearse este tipo de inversión con vistas a 5 años, mínimo.
Asimismo, tampoco hay que olvidar que el inversor solo podrá comprobar la valoración del fondo con frecuencia mensual, a diferencia del fondo indirecto, que la ofrece diariamente.