Inmovilizado
El inmovilizado es aquel grupo de activos de una empresa que bien poseen un carácter estructural, o bien no se pueden liquidar en un periodo menor al año.
Es decir, se compone de aquellos activos cuya rotación es muy lenta o casi nula. Ejemplos claros son las patentes, la maquinaria o las construcciones.
Tipos de inmovilizado
El activo que es clasificado como inmovilizado es por defecto un activo de carácter no corriente. Partiendo de esta premisa podemos diferenciar el inmovilizado en dos tipos:
- Inmovilizado material. Consiste en aquellos activos que son tangibles, tales como el mobiliario o los equipos informáticos.
- Inmovilizado inmaterial. Consiste en los activos intangibles que poseen un valor y una estructura fija dentro de la empresa. Ejemplos son las patentes y la propiedad industrial.
Sintetizando, la diferencia entre ambos inmovilizados es el factor tangible e intangible. Por otra parte la forma de contabilizar es prácticamente idéntica salvo excepciones puntuales.
Ejemplo práctico de inmovilizado
Dada una empresa que decide adquirir una maquinaria, contabilizaríamos la operación de la siguiente forma:
1º) Registramos la adquisición de la maquinaria:
2º) Al terminar el ejercicio contable, si no ha surgido ningún tipo de deterioro en la maquinaria que haga minorar el valor de esta, se contabilizaría su amortización anual:
Como podemos observar, la amortización se ha hecho de forma proporcional dividiendo el precio total entre 10 años que es el tiempo que se considera que tendrá de vida útil el activo adquirido. Igualmente se puede utilizar otros métodos de amortización y modificar la vida útil estimada dependiendo del activo objetivo.
Por otra parte también hay que destacar el hecho de que el inmovilizado inmaterial no suele ser objeto de amortizaciones, sino de deterioros en el valor. Esto es así porque una marca, por ejemplo, nunca se va a deteriorar por el uso, sino por una cuestión subjetiva como puede ser la percepción que tenga de ésta el consumidor.