Nueva Política Económica (NEP)
La Nueva Política Económica (NEP) consistió en una serie de medidas económicas que la Unión Soviética implementó tras la Primera Guerra Mundial y la Revolución de 1917. El objetivo era recuperar los niveles de producción previos a la guerra.
La Nueva Política Económica, también conocida como NEP, se caracterizó por tomar elementos del capitalismo y del socialismo. Puesta en marcha en marzo de 1921 gracias al 10º Congreso del Partido Comunista, supuso una alternativa al modelo económico comunista que había operado durante la revolución.
Una castigada economía rusa
Una serie de conflictos como la Primera Guerra Mundial, la Revolución de 1917 y la subsiguiente guerra civil, no pasaron en balde para Rusia. La economía se había desplomado y los datos económicos hablaban por sí mismos.
En comparación con 1913, justo un año antes del comienzo de la Gran Guerra, la producción agrícola cayó a la tercera parte y la industrial disminuyó hasta quedar en un 13%.
Había que dar respuesta a un panorama económico desolador y era el momento de dejar atrás el comunismo de guerra. Para ello, en 1921, los dirigentes de la Unión Soviética decidieron llevar a cabo la denominada Nueva Política Económica.
Semejante desafío implicaba un nuevo diseño del sistema económico ruso. Por ello, se pasaba de un sistema económico puramente comunista a una economía mixta en la que se alternaban elementos del socialismo y del capitalismo.
Introduciendo algunos elementos de libre mercado con la Nueva Política Económica
La agricultura siempre ha tenido un gran peso en la economía rusa. En vista de ello y tratando de ganarse la simpatía de las zonas rurales, se permitió la propiedad privada y se legalizó el libre comercio en toda la Unión Soviética. Con estas medidas se buscaba estimular el crecimiento económico y retornar a los niveles de producción agrarios previos a la Primera Guerra Mundial.
Sin embargo, las disputas y los enfrentamientos estuvieron a la orden del día. Las diferencias sociales y económicas seguían siendo muy marcadas en el mundo rural, pues era posible encontrar campesinos sin tierra y campesinos que gozaban de una posición económica acomodada como los llamados kulaks.
A pesar de las medidas tomadas para revitalizar la producción agrícola, el desabastecimiento continuó asolando a la Unión Soviética. Todo ello fue el resultado de un importante sector del campesinado que se limitaba a una agricultura de subsistencia frente a una comercial.
Cabe señalar que la Nueva Política Económica no solo actuó sobre el sector agrícola. De hecho, el Estado mantenía el control de las grandes industrias, el ferrocarril y la banca. Ahora bien, sí que se permitía cierto nivel de autogestión en determinadas explotaciones de pequeño tamaño.
En conclusión, el Estado era el gran protagonista del sistema económico, si bien se permitían ciertos mecanismos de libre mercado.
Una etapa compleja
El desabastecimiento de alimentos que padecieron las ciudades fue consecuencia de la denominada crisis de las tijeras. Así, mientras los precios de los bienes industriales aumentaban, los precios de los bienes agrícolas se desplomaban. De ahí la fuerte pérdida de ingresos que sufrió el campesinado, que no podía permitirse la compra de manufacturas y que, vendiendo a precios tan bajos, finalmente apostó por dedicarse a una agricultura de autoconsumo.
La escasez de alimentos no fue el único problema que tuvo que afrontar la Unión Soviética. La inflación desbocada era uno de sus grandes asuntos pendientes en materia económica.
Como respuesta a la inflación, las autoridades decidieron retirar los viejos rublos y poner en circulación una nueva moneda. En esta ocasión, hubo un mayor control sobre la oferta monetaria para evitar un crecimiento desbocado de los precios.
Mientras la Unión Soviética se consolidaba como Estado, era preciso contar con el respaldo de las principales potencias. Así, los acuerdos comerciales suscritos con Reino Unido, Alemania y Japón contribuyeron a dar cierto impulso a la economía de la Unión Soviética.
El final de la Nueva Política Económica
Con una Rusia duramente castigada por las guerras y la revolución, los efectos de la Nueva Política Económica tardaron en hacerse notar y solo en 1927 se lograron unos datos de producción similares a los de 1913 (antes del estallido de la Primera Guerra Mundial).
Si bien la Nueva Política Económica había producido efectos positivos en la economía rusa, existían fuertes discrepancias entre las filas comunistas. Para destacados líderes comunistas como Iósif Stalin era imperdonable introducir elementos capitalistas en la economía soviética.
Con Stalin en el poder, tras resultar vencedor de una despiadada lucha en el seno del comunismo ruso, la Nueva Política Económica tenía los días contados.
Llegado 1929, se puso fin a la Nueva Política Económica, las explotaciones agrarias se colectivizaron, el Estado pasó dirigir la economía y se establecieron planes económicos quinquenales.