Pagarés del tesoro
Los pagarés del tesoro representaban una deuda del estado español con vencimiento inferior a dieciocho meses y que era emitida con descuento, al portador y mediante una ley financiera de descuento simple.
Por tanto, eran parte de los diversos títulos del Tesoro Público de los que disponía el estado para financiar la deuda pública.
En este caso, se emitían a un precio menor que el valor nominal. De esta forma, cuando se vendían, se obtenía un beneficio por la diferencia entre ambos. Por otro lado, al ser al portador, no era obligatorio identificar al titular.
Regulación de los pagarés del tesoro
La Ley General Presupuestaria de 1977 (LGP) diferenciaba entre los titulos de vencimiento superior a 18 meses y los que tenían un plazo menor. Los primeros tenían como objetivo la financiación del gasto público o del crédito oficial. Los segundos se utilizaba para financiar problemas puntuales de liquidez o como forma de realizar políticas monetarias.
Como hemos mencionado, en el caso de los pagarés no se necesitaba de la intervención de un fedatario público. Así lo reconocía la LGP. Esto unido a la ausencia de retención fiscal en los intereses generó ciertos problemas relacionados con la opacidad, como veremos a continuación.
La problemática de estos títulos
Este tipo de títulos de deuda pública fueron habituales en los inicios de la democracia española. En los años ochenta muchos los utilizaban como refugio del dinero negro. Esto era debido a que tenían la peculiaridad de poder transmitirse sin la necesidad de intervención de un fedatario público. Por este motivo se optó por eliminarlos.
En los años noventa fueron sustituidos por las letras del tesoro. Estas sí exigen la identificación del titular y, por tanto, se evitan los problemas que generaban los pagarés. Con ellas desaparecieron las operaciones opacas realizadas con dinero no declarado.
El Tesoro de los Estados Unidos
En Estados Unidos los instrumentos para financiar la deuda publica se clasifican también según el vencimiento. En este caso, los pagarés y bonos del tesoro, también llamados cupones, vencen a 2, 5 o 10 años. Su rentabilidad proviene del cupón periódico que el estado paga al titular y que se calcula sobre el valor nominal. Mientras, las letras son títulos emitidos al descuento.
En definitiva, aunque tenga una aceptación diferente en España (al descuento) o el Estados Unidos (a largo plazo), su utilidad es similar. Los pagarés del tesoro son titulos que sirven, o servían, para financiar la deuda pública del estado.