Xenofobia

La xenofobia es el rechazo al extranjero. A toda persona que no comparta la nacionalidad del país o zona en la que se encuentra o reside.

El origen del término proviene del prefijo griego xeno, y del sufijo fobia. El significado del prefijo es todo lo relacionado con lo extranjero y, por otro lado, fobia significa miedo o pánico. Con lo cual, literalmente, la palabra significa miedo o rechazo al extranjero.

La xenofobia, se observa desde el principio de la historia de la humanidad. Cuando había guerras o batallas en las sociedades y poblaciones más primitivas, en parte estaban motivadas por la xenofobia, por el rechazo a la tribu que no es la mía y por la protección, expansión y supervivencia de la propia.

La xenofobia es parte de la condición humana. Como hemos dicho, existe desde hace miles de años y está presente en la sociedad contemporánea. Muchos partidos políticos, de todas las partes del mundo, tienen rasgos xenófobos.

Causas de la xenofobia

Esta xenofobia puede estar motivada por numerosas causas como las siguientes:

• Inseguridad.
• Mercado laboral.
• Rendimiento electoral.
• Cultura.
• Crisis económica.

Dado que muchos partidos políticos están orientados a la maximización del voto, si un partido ve un nicho de voto desaprovechado en lo anteriormente explicado, puede orientarse a explotar dicho nicho de votantes.

Además, la xenofobia denota una fuerte contraposición ante la globalización y el liberalismo. La globalización, característica de la ideología liberal, aboga por la integración de todos los países del planeta, principalmente a través del comercio. La xenofobia, por definición, se opone a este movimiento, ya que se identifica más con el proteccionismo y medidas arancelarias en pro de la defensa de los productos nacionales.

Xenofobia y racismo

Estos dos términos van muy ligados entre sí, tienen muchas similitudes pero no son sinónimos. La semejanza principal es que ambos expresan miedo o rechazo contra algo, en este caso otras personas. Pero la xenofobia lo hace contra los extranjeros en general, sin importar los rasgos de quien sufre la discriminación. Sin embargo, el racismo va en contra de todo tipo de raza, del que es diferente, pero no en la nacionalidad, sino en los rasgos físicos.

Ambos términos tienden a confundirse con facilidad en la vida cotidiana. Para hacer una explicación práctica, pondremos como ejemplo al partido A (xenófobo) y al partido B (racista), aunque esta comparación también podría hacerse con personas individuales.

El partido A no tiene ningún problema contra las personas de otra raza que pertenecen al país, que están nacionalizados. Solo rechazaría a los extranjeros, los que poseen otra nacionalidad, por motivos como los mencionados anteriormente. El partido B, por su parte, sí que rechazaría a aquellos que, aun siendo residentes legales del país donde habitan, son de otra raza o cultura.