¿Cómo ha sido el año 2024 para la economía mundial? ¿Cómo puede afectar a tu bolsillo lo que ha pasado en el mundo? En este artículo te lo contamos.
La economía es una ciencia compleja y poco compatible con generalizaciones. Más aún si no hablamos de tu economía doméstica, sino de todo el mundo. Pero hay algunas tendencias que debes saber, porque pueden ayudarte a entender cómo lo que pasa a nivel macroeconómico acaba llegando a tu bolsillo.
En este sentido, 2024 ha sido un año lleno de idas y venidas, de luces y sombras. Vamos con la primera de ellas.
¿Hemos ganado la batalla a la inflación?
Los precios siguen creciendo, pero ya no tan rápido como antes. Lo cual, sin dudas, es una buena noticia para tu bolsillo
La realidad siempre es heterogénea, pero desde 2021 la inflación era uno de los grandes temas en la agenda económica mundial. Recuerda que, durante la pandemia, los principales bancos centrales se lanzaron a crear dinero, mientras los gobiernos gastaban cada vez más.
Mientras la gente estaba encerrada nadie vio efecto en los precios, claro. Pero cuando se levantaron las restricciones, todo ese dinero salió a la calle y se volcó en consumo. Y ahí se disparó la inflación.
Los bancos centrales reaccionaron subiendo los tipos de interés, pero el efecto no fue inmediato. Los años 2022 y 2023 fueron duros, ya que obligaron a la gente a convivir con tipos más altos mientras los precios seguían creciendo. Por suerte, 2024 ha sido algo mejor.
Dependiendo del país donde vivas, es posible que lo hayas notado en el supermercado. Los precios siguen creciendo, pero ya no tan rápido como antes. Lo cual, sin dudas, es una buena noticia para tu bolsillo.
Lo que veías antes era mucho dinero en la calle compitiendo por comprar una cantidad de bienes y servicios que no se había recuperado del todo del golpe de la pandemia. Como es lógico, eso hacía subir muy rápido los precios. Ahora, como una parte de ese dinero ya no va a consumo, sino a ahorro, y los empresarios producen más, esa tensión se ha relajado. Por eso ves precios más estables de un mes a otro cuando haces la compra.
Ahora, como cae la inflación, los bancos centrales se han permitido bajar algo los tipos de interés. Lo cual es un alivio para familias, empresas y gobiernos, y seguramente para ti también.
Esta medida tiene sus desafíos, pero es entendible a la luz del siguiente tema en la agenda. Porque no podemos hablar de tipos sin pensar en crecimiento y empleo.
La amenaza del desempleo
Lo que estamos viendo no es una destrucción masiva de empleo, sino que se crean menos puestos de trabajo
La posibilidad de tener un trabajo es, en el plano económico, una cuestión fundamental para prácticamente cualquiera. Seguramente para ti también. Por eso, cuando resurge el desempleo en el mundo, es normal que se enciendan las alarmas. La buena noticia es que, de momento, parece que no es para tanto.
Si miramos los datos de Estados Unidos, vemos que el desempleo ha crecido este año. La subida ha sido leve y con altibajos, pero suficiente para que la Reserva Federal le viera las orejas al lobo y empezara a bajar los tipos de interés.
En la Unión Europea el desempleo se ha mantenido relativamente estable, aunque con diferencias entre países. Algo similar vemos en China y Japón.
En general, lo que estamos viendo no es una destrucción masiva de empleo, sino que se crean menos puestos de trabajo. Es difícil saber si el empleo ha tocado techo en las condiciones actuales, pero lo cierto es que el estancamiento nunca es una buena noticia.
Además, no olvides que también hay factores de largo plazo que condicionan el mercado laboral. Las regulaciones medioambientales y el uso de tecnologías disruptivas, como robótica e Inteligencia Artificial, obligan a empresarios y trabajadores a adaptarse, y eso lleva tiempo.
Sin embargo, no todo es negativo. Antes de que te eches las manos a la cabeza, recuerda que la tasa de desempleo es un ratio que engloba toda la economía. Pero la realidad cambia radicalmente de un sector a otro.
No solo eso, sino que dos personas que trabajan de lo mismo también pueden tener perspectivas completamente diferentes. En este sentido, hay dos cuestiones fundamentales que debes tener en cuenta, sobre las que hemos escrito en Economipedia: tu formación y tu capacidad para adaptarte a los cambios tecnológicos.
¿Y si miras hacia Oriente?
Cuando los consumidores chinos tienen menos dinero para gastar, también demandan menos importaciones de otros países
Y ya que hablamos de tecnología, es importante que mires lo que está pasando en China, una de las grandes potencias tecnológicas de Asia. Todos sabemos que es una gran economía, pero no siempre le prestamos atención. Sin embargo, en 2024 ha sido especialmente importante.
El crecimiento de la economía china es una preocupación que llega mucho más allá del continente asiático. No solo por el tamaño del PIB (el segundo del mundo, después de Estados Unidos), sino por su protagonismo en el comercio global.
Ten en cuenta que China ya no solo exporta productos de baja calidad. También empieza a competir en bienes de alto valor añadido, como los coches eléctricos. Y al mismo tiempo, demanda una gran cantidad de productos importados de otros países.
Esta influencia china en el mundo, que se complementa con un gran volumen de inversiones, es especialmente fuerte en el mundo hispano. Si formas parte de él, tenemos un artículo que te va a ayudar a entender mejor cómo te afecta lo que pasa en China.
¿Y qué ha pasado en el gigante asiático en 2024? Básicamente, un crecimiento más moderado de lo habitual. Y eso nos afecta a todos, aunque no lo creas.
La cuestión es que, cuando los consumidores chinos tienen menos dinero para gastar, también demandan menos importaciones de otros países. Eso significa que nuestras empresas no producirían tanto como antes, con lo cual también harían menos pedidos a sus proveedores locales y necesitarían menos trabajadores. Y ni hablar si vives en un país con una moneda inestable, porque eso además puede impactar sobre el tipo de cambio y los precios de la cesta de la compra.
Como ves, lo que pasa en el gigante asiático puede afectarte en tu bolsillo, y mucho. Eso nos lleva al siguiente tema: los emergentes.
¿Cómo ha sido el año 2024 para los emergentes?
La caída de los tipos de interés en Estados Unidos suele ayudar a que lleguen inversiones a mercados emergentes y a sostener el precio de las materias primas
Si ya has leído algo de economía, te habrás dado cuenta de que siempre que hablamos de emergentes comentamos dos cuestiones fundamentales: inversiones y materias primas. Pues bien, en las dos áreas ha habido tendencias contradictorias.
Sé que siempre es más fácil quedarnos con que algo es positivo o negativo, pero la economía es así. A veces te da una de cal y otra de arena, y varias respuestas a la misma pregunta.
Empecemos por las inversiones.
En principio, la mayoría de países emergentes tiene poca capacidad de ahorro. Lo cual es un problema, porque para crecer hay que invertir, y no se puede invertir sin ahorrar.
¿Qué hacen estos países? Ya que ellos mismos no pueden generar los recursos que necesitan, piden prestado el ahorro de otros países. Por eso la inversión extranjera es clave para que los países emergentes puedan crecer.
Pero claro, los inversores extranjeros no van a arriesgar su dinero a cambio de nada. Exigen intereses más altos en los mercados emergentes que en los desarrollados. Y aquí está la clave para entender lo que ha pasado este año.
Cuando bajan los tipos de interés en Estados Unidos, la diferencia con la tasa que ofrecen los emergentes se agranda. Eso significa que, de un día para otro, invertir en mercados emergentes se vuelve más rentable que antes.
Esto fue lo que pasó en la primera parte del año. La caída de los tipos de interés ayudó a que llegaran inversiones. Incluso pudo haber contribuido a sostener el precio de algunas materias primas. Pero la fiesta no duró demasiado.
Recuerda que en noviembre Donald Trump ganó las elecciones. Y su programa propone, entre otras cosas, poner trabas a las importaciones. Eso ha fortalecido al dólar, lo que no es bueno para el precio de las materias primas.
Make America Great Again
Si tienes ahorros o inversiones en dólares, 2024 seguramente habrá sido un buen año para ti (salvo si vives en Argentina)
Seguramente ya habrás oído hablar de las ideas económicas de Donald Trump. Bajo el lema de MAGA («Hacer América grande otra vez», en inglés), se trata de producir más en Estados Unidos e importar menos desde el extranjero.
Ahora bien, si los norteamericanos compran menos en el exterior, lo lógico es que haya menos dólares circulando fuera de Estados Unidos. Y como las divisas operan igual que cualquier otro bien de la economía, esto significa menos oferta de dólares.
Si estás atento a los mercados financieros, ya te habrás dado cuenta de que en los últimos meses del año el dólar ha subido contra las demás monedas. Ha habido alguna excepción, como el peso argentino, pero la tendencia general ha sido esta. Así que, si tienes dólares en cartera, para ti son buenas noticias.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Si tu moneda ha perdido valor frente al dólar, puede que las importaciones de tu país se vuelvan más caras. Eso significa que vas a gastar más dinero cada vez que salgas a hacer la compra, o cuando viajes al extranjero.
Y para complicar las cosas, Trump se ha mostrado partidario de que la Fed siga bajando los tipos de interés. El problema es que eso suele tener el efecto contrario sobre el dólar. Es decir, que cuando las inversiones en EE. UU. se vuelven menos rentables, la moneda de ese país tiende a perder valor.
¿Pero en qué quedamos entonces? ¿El dólar sube o baja? Bueno, de momento el dólar ha subido con fuerza en los mercados, pero esto acaba de empezar. En nuestro próximo artículo, hablaremos de este tema y de los otros retos de la economía mundial en 2025. No te lo pierdas.