Tic tac, tic tac.
Cada vez están más cerca las elecciones en Estados Unidos y muchos se preguntan qué consecuencias pueden tener para la economía mundial.
¿Quieres ver cómo afectaría si gana un candidato u otro a tu bolsillo?
En este artículo, analizaremos el impacto que pueden tener sobre tus finanzas personales las promesas económicas de los dos candidatos principales: Kamala Harris y Donald Trump.
No nos interesa quién tiene mejores propuestas ni más posibilidades de ganar, pero sí cómo las decisiones del próximo ocupante de la Casa Blanca pueden afectarte.
Presta atención, porque da igual que no vivas en Estados Unidos. Lo que ocurre en la primera economía mundial siempre nos beneficia o perjudica de alguna manera.
Como dicen por ahí… Cuando EEUU tose, el mundo se resfría. Así que el resultado nos afecta, y mucho.
Harris y su «guerra» contra los precios
La idea central es un modelo de billetera abierta para todos, donde los ricos pagan la fiesta
El eje del programa económico de Kamala Harris es aumentar el poder adquisitivo de los trabajadores de clase media y baja. Para conseguirlo, hay dos grandes líneas de acción.
Una de ellas son las deducciones fiscales. Por ejemplo, a personas con hijos a su cargo o a quienes tengan contratado un seguro de salud.
La segunda línea es una gama muy variada de subsidios que buscan hacer más baratos los productos para el consumidor. Ahí tenemos más fondos para la construcción de viviendas, para la generación de energía renovable, para apoyar pequeños negocios locales… la lista es muy larga y no acabaríamos nunca.
El programa también promete, como suele ser habitual en los candidatos demócratas, más gasto en sanidad y educación. Además, se habla de intensificar la regulación sobre la competencia y las prácticas de las empresas en materias de precios.
La idea central, entonces, es que si vives en Estados Unidos y eres de clase media o baja, el gobierno federal va a intentar que tengas más dinero en el bolsillo, y que además con cada dólar puedas comprar más cosas que antes. ¿No suena genial? Bueno, al fin y al cabo, quieren tu voto para ganar las elecciones.
Quizás te estás preguntando quién va a pagar la fiesta, y aquí no parece que hayan sido muy originales. ¿Te acuerdas del famoso «que lo paguen los ricos» repetido por tantos candidatos en todo el mundo? Pues bien, el programa de Harris no es la excepción.
Aquí el gobierno ya no es ese ser amigable que trabaja para que la gente viva mejor, sino una máquina de extraer recursos. De hecho, no solo se contempla subir los impuestos a los ciudadanos ricos, sino incluso a las empresas.
¿Qué puede esperar la economía si gana Harris?
El gobierno quiere gastar más, lo cual podría agrandar el agujero en las cuentas públicas, a menos que sea suficiente con los impuestos a los ricos
Resumiendo mucho, este es el plan de Kamala Harris para la economía de Estados Unidos. La pregunta es, ¿cómo podría afectarnos a los demás, que vivimos en el resto del mundo?
Aquí lo más importante es el impacto que este programa tenga realmente sobre las finanzas del gobierno de Estados Unidos. Harris no sería la primera política (y probablemente, tampoco la última) que se presenta con la billetera abierta para todos y prometiendo que los ricos van a pagar la factura. La cuestión es si esto es realmente viable.
No olvidemos que Estados Unidos lleva años con un déficit fiscal crónico, es decir, que el gobierno gasta más de lo que ingresa. Y que eso se traduce en una deuda pública cada vez más grande.
Ahora el gobierno quiere gastar más, lo cual podría agrandar el agujero en las cuentas públicas, a menos que sea suficiente con los impuestos a los ricos. El problema es que, en general, esas subidas de impuestos no suelen recaudar tanto como prometen en campaña.
¿Y esto cómo te afecta?
Muy sencillo: cuando los gobiernos tienen problemas financieros y emiten más deuda, su moneda tiende a debilitarse frente a otras. Y, si esa moneda es el dólar, es muy probable que tu bolsillo lo sienta, vivas donde vivas.
Piensa que, por ejemplo, en los mercados internacionales muchas materias primas como el petróleo cotizan en dólares. Y si el dólar cae contra tu moneda, podrías acabar pagando menos cada vez que vayas a la gasolinera a llenar el depósito.
Lo mismo ocurre cuando haces la compra: muchos de los productos son importados, o tienen algún componente en la cadena productiva que lo es. Con un dólar débil, estos productos te podrían costar menos.
Si quieres saber más de cuánto nos cuesta la deuda pública, te dejo por aquí este artículo:
¿Cuánto nos cuesta la deuda pública?
Make America great again
La idea de fondo es que el gobierno es más un estorbo que una ayuda, y que la economía de Estados Unidos debe ser protegida contra la competencia desleal de otros países
Del otro lado tenemos a Donald Trump y su programa basado en promocionar la economía nacional. Ya sabes, el famoso Make America great again, que ya utilizó como presidente y ahora quiere repetir para el próximo mandato.
Como buen empresario, la prioridad en el programa de Trump es la actividad económica. Que las empresas facturen más, hagan más negocios y contraten más trabajadores. Que la gente gane más dinero, y que con esos recursos consuma más.
La idea de fondo es que la intervención del gobierno es un estorbo más que una ayuda. Por ello, Trump propone eliminar regulaciones y bajar impuestos, en la línea de lo que hizo como presidente.
También promete liberar las restricciones a la producción de energía, con la idea de reducir el coste de vida de la población y hacer que la producción nacional sea más competitiva.
Y aquí llegamos al punto más conflictivo del programa: la promoción de la industria de Estados Unidos. Porque el programa de Trump incluye revisar los términos de intercambio que el gobierno considere desiguales con otros países.
Es decir, que el gobierno de Estados Unidos podría aumentar los aranceles sobre productos importados desde otros países. Algo que, por cierto, también hizo Trump durante su presidencia.
El programa económico se completa con más incentivos a comprar y contratar bienes y servicios producidos en Estados Unidos. De esta manera, el gobierno intentaría frenar la deslocalización de empresas hacia otros países, y fomentar la creación de empleo en EE. UU.
Otro punto relevante, aunque muchas veces olvidado, es que el programa se compromete explícitamente a mantener las operaciones con Bitcoin libres del control del gobierno. Algo muy importante para el mundo cripto, y también para ti, si tienes Bitcoin.
¿Qué puede esperar la economía si gana Trump?
Trump ya gobernó una vez, y no hubo ni de lejos un colapso del comercio global, como muchos predecían
Igual que con Harris, con Trump todo puede depender del alcance real de las medidas que tome. Como te puedes imaginar, un político en campaña puede prometer que va a subir los impuestos a los productos importados. Pero cuando llega al gobierno, no es lo mismo subir un arancel un 2 % que un 50 %.
Aquí, el programa de Trump sigue la costumbre de tantos políticos de no concretar las propuestas. Promete subir los aranceles, pero no especifica la cuantía ni los productos y países afectados. Así que el efecto real de esto es difícil de determinar.
Es cierto que, en el resto del mundo, no suele gustar que llegue a la Casa Blanca un presidente que quiere poner trabas a las importaciones. Sobre todo, porque esto supone menos negocio para las empresas de tu país que venden en Estados Unidos, y por extensión, menos riqueza y empleo en la economía donde vives.
Sin embargo, tampoco tiene sentido echarse las manos a la cabeza antes de tiempo. Si no sabemos el alcance que tendrían estas medidas proteccionistas, tampoco podemos medir su impacto económico. Recuerda que Trump ya gobernó una vez, y no hubo ni de lejos un colapso del comercio global, como muchos predecían.
Con respecto al dólar, el impacto también es difícil de estimar. Es cierto que las medidas proteccionistas suelen apreciar la moneda del país que las aplica, al menos a corto plazo. En ese sentido, algunos pensarían que llenar el depósito del coche o ir a la compra en otros países va a ser más caro.
Sin embargo, también es verdad que Trump propone bajar impuestos sin recortar el gasto en la misma cantidad. Esto podría mantener los problemas del déficit y la deuda pública, lo que suele impactar a la baja en el precio del dólar.
¿Podrían compensarse los dos efectos, uno al alza y el otro a la baja? Ahora mismo, no hay manera de saberlo.
Conclusión
No se trata de hacer predicciones, sino de que entiendas las tendencias que las medidas económicas generan en los mercados
En resumen, podemos decir que, aunque no vivas en Estados Unidos, lo que decida el próximo ocupante de la Casa Blanca te va a afectar en tu economía personal.
Recuerda las conclusiones fundamentales, pero no las tomes como predicciones. Si el dólar sube, gobierne quien gobierne, lo más probable es que pagues más por la gasolina y por la compra. Y si baja, suele ocurrir lo contrario.
La cuestión es que en el precio del dólar hay muchos más factores a tener en cuenta. Primero, recuerda que Trump y Harris son políticos. ¿Sería la primera vez que un político se presenta prometiendo una cosa, y luego hace la contraria?
Además, hay una Reserva Federal que toma sus propias decisiones, por ejemplo sobre los tipos de interés. Y esas medidas tienen un impacto muy fuerte en la moneda estadounidense.
Por último, los demás países también se mueven. Ellos también pueden imponer aranceles sobre productos de Estados Unidos, o dejar de usar el dólar en sus intercambios, como ya explicamos en otro artículo. Por no hablar de sucesos difíciles de prever, como guerras o catástrofes naturales, que no dejan de tener impacto.
En resumen, aquí no pretendemos hacer una predicción de lo que va a pasar con la economía y la moneda de Estados Unidos.
Te explicamos qué factores pueden hacer presión al alza o a la baja, y cómo esas tendencias se pueden reflejar en tus finanzas personales. Pero eso no quita que también hay otros factores, y que a día de hoy no podemos predecir el impacto final sobre tu bolsillo o tus decisiones de inversión.
Si quieres saberlo, el primer indicio será quién gana las elecciones.