Comunicación externa
La comunicación externa es aquella que se pone de manifiesto con los sectores externos que están relacionados con la empresa. Por ejemplo, los clientes, proveedores, accionistas, administraciones o instituciones. El objetivo de este tipo de comunicación es mejorar y potenciar las relaciones con los distintos agentes con los que está relacionada la compañía.
La comunicación externa es algo fundamental para una empresa. Hay que tener en cuenta que una compañía tiene diferentes relaciones a nivel empresarial que hay que cuidar.
Cuando hablamos de comunicación externa nos referimos a aquella que se establece con clientes, proveedores o incluso otras empresas.
La comunicación ha de ser fluida, debe estar orientada a mejorar la imagen de marca, potenciar la venta de productos de la empresa y mantener una escucha activa para saber lo que opina el público de la propia compañía.
Para conseguir una buena comunicación externa es necesario establecer una estrategia previa y un plan de acción para implementar las acciones encaminadas a conseguir los objetivos de esta.
Tipos de comunicación externa
Existen tres tipos destacados:
- Comunicación externa operativa: Este tipo de comunicación se centra en mostrar cómo funciona la empresa. Es la que está relacionada mayoritariamente con los clientes, proveedores, accionistas, entre otros agentes externos.
- Comunicación externa estratégica: Para conseguir mejores resultados a nivel estratégico, se pone en práctica este tipo de comunicación que versa sobre las estrategias que se están desarrollando. Para la empresa es importante saber lo que ocurre a nivel externo en cuanto a sus competidores para adquirir ese conocimiento y valorar su propia estrategia.
- Comunicación externa de notoriedad: Este tipo de comunicación está orientada a dar información sobre los productos de la marca, mejorar su imagen en relación con el público y generar publicidad.
¿Para qué sirve la comunicación externa?
La comunicación externa sirve para conectarse con el mundo que rodea a la empresa. Hay que destacar lo siguiente en cuanto a su utilidad:
- Mejorar la imagen de marca de la empresa.
- Conocer cómo funcionan el resto de empresas para después utilizar esos datos en su propio beneficio.
- Relacionarse de forma eficaz con los distintos grupos de interés. Por ejemplo, proveedores, clientes, empresas, instituciones, entre otros.
- Dar a conocer sus productos y servicios.
- Potenciar relaciones externas para crear colaboraciones empresariales.
Ejemplo de comunicación externa
A la hora de poner en práctica la comunicación externa es importante valorar el objetivo que se pretende conseguir, el agente externo al que se dirige la empresa, definir el mensaje y escoger un canal para transmitirlo. Además, se podrán evaluar y monitorizar los resultados que se vayan obteniendo.
Si una marca quiere presentar un producto nuevo, establecerá como objetivo dar a conocer este artículo entre el público. Para ello definirá el segmento al que se dirige y dará forma al mensaje. Por ejemplo, creará notas de prensa informativas explicando sus bondades, características y precio.
Escogerá el canal para transmitir ese mensaje. Podrá hacerlo a través de su web, redes sociales, medios de comunicación o distintas plataformas de Internet. Tras la puesta en práctica de estas acciones valorará los resultados obtenidos gracias al feedback y el estudio de monitorización.
Las reuniones con distintas instituciones para establecer una comunicación fluida, las campañas de publicidad o los mensajes transmitidos en los medios de comunicación, son algunos ejemplos de comunicación externa.