La renta financiera es un conjunto de capitales distribuidos a lo largo del tiempo, correspondiendo a cada capital un intervalo o periodo de vencimiento.
Es decir, la renta financiera la componen varios flujos de dinero, perteneciendo cada flujo a un periodo de tiempo distinto.
Cabe precisar, además, que los periodos de vencimiento mencionados suelen ser sucesivos, es decir, sin interrupciones.
No obstante, como veremos más adelante, existen distintos tipos de rentas. En este sentido, siendo particular el caso de los dividendos que reparten las empresas, por ejemplo, los cuales no se reparten en todos los periodos y dependen, en principio, de la generación de utilidades.
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Elementos de una renta financiera
Los elementos de la renta financiera son los siguientes:

- Término: Hace referencia a cada uno de los capitales financieros que conforman la renta, y que se corresponden con un intervalo distinto. En el gráfico de arriba serían T1, T2, T3, T4,…, Tn.
- Origen: Extremo izquierdo inicial desde que se comienzan a generar las rentas. En otras palabras, la fecha de inicio.
- Final: Extremo derecho del intervalo, siendo el vencimiento del último término. No siempre la renta financiera es finita, como veremos más adelante.
- Duración: Espacio de tiempo entre el origen y el final de la renta financiera.
- Valor del capital: Es el valor de la renta financiera en un periodo determinado. Puede ser en el periodo 0 (valor actual neto) o en el periodo n, por ejemplo
Tipos de renta financiera
Las rentas financieras pueden clasificarse en función de distintos criterios. Por ejemplo, según el vencimiento de los términos, esta puede ser:
- Pospagable: El vencimiento se da una vez culminado el respectivo intervalo de tiempo. Por ejemplo, los salarios que se pagan al finalizar el mes correspondiente, es decir, la remuneración de mayo se cancela el 30 de mayo.
- Prepagable: Los vencimientos están programados al inicio del respectivo intervalo, es decir, se trata de un pago por adelantado. Como ejemplo, imaginemos cuando caduca la licencia para el uso de un antivirus. Debemos abonar el coste total antes de iniciar un nuevo periodo en el cual se podrá utilizar el programa.
Asimismo, atendiendo a su duración, pueden clasificarse en:
- Perpetuas: Como su nombre indica, no tienen un plazo definido. Podemos pensar, por ejemplo, en las pensiones vitalicias que una persona recibe hasta su fallecimiento.
- Temporales: Son aquellas que sí cuentan con un plazo determinado. Por ejemplo, un préstamo a dieciocho meses.
Otra forma de clasificación es en función de su certeza:
- Ciertas: Cuando los términos se conocen con certeza. Por ejemplo, un bono que pagará un cupón determinado ya conocido por el adquiriente.
- Aleatorias: Cuando las rentas dependen de la ocurrencia de un evento. Por ejemplo, los dividendos que paga una empresa, como mencionamos previamente.
Una forma alternativa de clasificar las rentas es con base en la periodicidad de las mismas:
- Sin fraccionar: Cuando el monto de los términos se calcula en cada intervalo. Es decir, la base del tipo de interés coincide con los intervalos. Por ejemplo, tenemos un préstamo con cuotas mensuales y un tipo de interés mensual.
- Fraccionada: Cuando los intervalos se dividen en subintervalos, dividiendo la cuantía del intervalo en partes iguales para cada uno de sus subintervalos.
Asimismo, podemos clasificar la renta financiera como constante, cuando la cuantía es invariable (como en el sistema de amortización francés), o variable, cuando la cuantía va cambiando en el tiempo. En ese sentido, debemos recordar también que la renta financiera puede estar sujeta a un tipo de interés fijo o un tipo de interés variable.
Ejemplos de renta financiera
Como hemos venido explicando a lo largo del artículo, algunos ejemplos de renta financiera son los siguientes:
- Los retornos esperados por la inversión en un bono.
- Las cuotas programadas mediante las cuales se devolverá un crédito de consumo.
- Las cuotas programadas para amortizar un crédito hipotecario.
- El flujo de pensiones que recibirá un jubilado por parte de la aseguradora de forma vitalicia.
Impuesto a la renta financiera
El impuesto a la renta financiera es un tributo que se paga en Argentina. Este grava los rendimientos y la enajenación de distintos activos financieros, como bonos y acciones.
Es decir, este tributo grava los intereses generados por inversiones financieras, así como las ganancias obtenidas por su compraventa.