Rescate bancario
Un rescate bancario, o rescate financiero, es la inyección, como ayuda, de capital a una determinada entidad de crédito. Este se produce porque dicha entidad presenta serios riesgos de quiebra, así como de insolvencia para hacer frente a sus cuentas.
El rescate bancario, también conocido como rescate financiero, es la inyección de capital que, desde un determinado organismo, se inyecta a una entidad bancaria. La principal diferencia con un rescate financiero es que ambos son rescates, solo que el rescate bancario hace referencia, como su propio nombre indica, al rescate de un banco. En este sentido, las ayudas de liquidez que integran el rescate se deben a situaciones de insolvencia o bancarrota que podrían hacer peligrar el sistema, así como el dinero de los depositantes.
El objetivo de estos rescates, entre otros, es evitar la pérdida de capital por parte de los depositantes. Así como, por otro lado, evitar un posible contagio en el sistema tras la quiebra de un banco.
Un caso de rescate financiero muy conocido fue el rescate bancario español. En este, se destinaron grandes cuantías de dinero para acometer dicho rescate. Aunque, todo sea aclarado, se rescataron entidades que anteriormente fueron cajas de ahorro.
¿Por qué se produce un rescate bancario?
El hecho de que se produzca un rescate bancario es por una situación en la que determinada/as entidad/es financiera/as se encuentra en una situación de insolvencia o bancarrota. Con el fin de salvar a los depositantes, así como otra serie de motivos, se efectúa un rescate.
Entre los motivos de acometer un rescate bancario destacan los siguientes:
- Situación de insolvencia de una entidad financiera.
- Situación de bancarrota de una entidad financiera.
- Riesgo de pérdida del capital de los depositantes.
- Riesgo de contagio en la economía y otras entidades (sistémicas).
Pese a que podrían darse más motivos para justificar el rescate, los rescates que más adelante se mencionan presentaban, todos, uno, o varios, de estos motivos.
Fases de un rescate bancario
Un rescate financiero es un largo proceso que requiere una serie de pasos previos que deben ser ejecutados correctamente. En este sentido, los paso previos se centran en el estudio de la acción que se va a llevar a cabo, siendo el fin de esto evaluar todos los posibles escenarios posibles, así como las consecuencias del rescate. Hablamos de un importante proceso que, de acuerdo con los estudios realizados por el Banco Mundial, cuesta, de media, un 13% del producto interior bruto (PIB) a aquellos países que lo realizan.
Dicho lo cual, las fases de un rescate se explican a continuación:
- Evaluación previa: Se valora el rescate, el peso en la economía, así como el formato para hacerlo. En este sentido, se tienen en cuenta los efectos del rescate, así como la situación de la economía para acometer dicho proceso.
- Negociación y condiciones del rescate: Para acometer el rescate, antes debemos negociar todas las cláusulas con las autoridades monetarias, siendo el objetivo de este que se permita llevar a cabo el rescate.
- Medidas de austeridad: Entre las condiciones que adoptan los países que se benefician de un rescate se encuentran las políticas de austeridad. Es decir, el rescate no es un proceso gratuito, por lo que, de hacerse, deberá hacerse con unas condiciones entre las que prima la austeridad.
- Consecuencias del rescate: Deben tenerse en cuenta todas las medidas que se adoptan, teniendo en cuenta todos los efectos derivados de las mismas. En este sentido, debemos evaluar todas las consecuencias, estableciendo planes de contención para minimizar los daños y gestionar los riesgos.
Rescates bancarios más notables
Entre los rescates bancarios más notables podemos destacar cuatro rescates que tuvieron gran impacto en la economía global. Rescates que pusieron sobre las cuerdas a los distintos sistemas bancarios, precedidos casi todos por la Gran Recesión que vivió la economía en 2008.
Hablamos de rescates como los que se citan el en lo que sigue:
- El rescate bancario irlandés, tras la crisis de 2008.
- El rescate bancario sueco, tras la burbuja inmobiliaria del 1991.
- El rescate bancario español, tras la crisis de 2008.
- El rescate bancario estadounidense, tras la crisis de 2008.
Así, pese a haberse dado otros rescates a lo largo de la historia, estos han sido los rescates, hasta la fecha, más notables y conocidos.
El rescate bancario español
Tras la crisis de 2008, las entidades bancarias en España se vieron tan afectadas que tuvieron que solicitar el rescate a la Unión Europea. El caso fue muy sonado, puesto que la Unión Europea se vio en la obligación de rescatar a todas las entidades, creando un fondo de rescate para la situación. Así nace el FROB, un organismo que, en colaboración con otra serie de instituciones, se encargó de gestionar las ayudas que serían entregadas a la banca española para su rescate.
En esta línea, el Banco de España, con esas ayudas del FROB, rescató al sistema bancario español, representado por un 38,3% del total de depósitos que fueron cubiertos con dicho rescate. Así como, también, se intervinieron cinco cajas de ahorros que, posteriormente, se integrarían en entidades bancarias. Un rescate que pasaría a la historia, dado el volumen de entidades que tuvieron que intervenirse en dicho proceso.