Riesgo soberano
El riesgo soberano es la posibilidad de impago de la deuda de los Estados o países emisores por razones económicas o financieras. Este riesgo atiende tanto a la Administración Central como a las comunidades autónomas, ayuntamientos y a los organismos supranacionales.
Los gobiernos emiten deuda para financiar sus necesidades financieras. Esta viene representada por cualquier instrumento de deuda, como bonos o préstamos, que estén garantizados por los tesoros públicos. La deuda soberana puede ser adquirida por los inversores de cualquier país del mundo, quedando así expuestos al riesgo de crédito de las emisiones soberanas.
El impago se produce cuando un gobierno nacional incumple el pago de su deuda, en capital e intereses, en los términos acordados, o implementa reglas en su tipo de cambio con el objetivo de reducir considerablemente el valor de la misma.
El riesgo soberano también aplica a las empresas que están garantizadas por un Estado.
Explicación del riesgo soberano
El riesgo soberano es susceptible de ser medido y de ello se encargan las agencias de calificación o agencias de rating regularmente. Estas asignan una nota o calificación crediticia a cada país en función de su probabilidad para devolver el dinero a los inversores en el momento acordado. A mayor calificación, mejor capacidad de pagar la deuda (menor probabilidad de impago), menor riesgo y, por tanto, menor rentabilidad de la inversión.
Estas agencias analizan una serie de aspectos macroeconómicos para determinar la capacidad del pago de la deuda:
- Variables de política económica: Por ejemplo, datos sobre PIB, nivel de endeudamiento, desempleo o inflación.
- Variables de los sectores económicos: Determinan las variables que influyen en la balanza de pagos por cuenta corriente. Por ejemplo, el grado de proteccionismo arancelario, la apertura económica internacional o la composición de las exportaciones.
- Variables de estrés: Como la flexibilidad del mercado laboral.
- Variables de riesgo político: Como la estabilidad del gobierno, disciplina fiscal o adecuada gestión de la deuda, en el caso de países desarrollados.
Por lo general, los ratings elevados proceden de países que cumplen determinados criterios. Entre ellos, un bajo nivel de endeudamiento, ausencia de desequilibrios económicos y fiscales, mercado laboral flexible y liberalizado que permita aumentar la productividad a través de una mejora en la competitividad y un bajo nivel de desempleo.
Otros indicadores del riesgo soberano
La prima de riesgo o spread y los credit default swap o CDS también miden la evolución económica de un país. Se puede decir que lo hacen de forma anticipada.
La prima de riesgo mide el panorama financiero de un Estado y la confianza sobre la evolución futura del país. Refleja la percepción del riesgo de los mercados financieros y se verá fuertemente alterada cuando haya cambios de rating. A mayor prima, mayor riesgo. En los bonos de deuda pública, esto implicará una caída en los precios y un aumento en su rentabilidad, derivado del aumento de riesgo.
Las primas de los CDS se mueven de forma más o menos similar a las primas de riesgo, especialmente en momentos de tensión financiera y en mercados líquidos. Generalmente, el comportamiento de los CDS reacciona con gran rapidez ante cambios en las variables del país comentadas anteriormente.
Generalmente, las agencias de rating no suelen ser tan rápidas ante las variaciones económicas como sí lo son los spreads. Estos reflejan la percepción del riesgo de manera automática.
Consecuencias de un riesgo soberano alto
El país genera inseguridad, incertidumbre económica y desconfianza. En consecuencia, le será más caro financiarse tanto al Estado en sí como a las empresas del país. Se verá obligado a pagar mayores intereses y disminuirán las inversiones. Por otro lado, también se producirá una disminución de la inversión extranjera.
Todo esto afectará a la economía en general y provocará un menor crecimiento del PIB, pérdida de competitividad de las empresas, desempleo o contracción del consumo, entre otras consecuencias.