Sector estratégico
Un sector estratégico es aquel que, por distintas razones, se considera de vital importancia para la economía o para el propio país y su ciudadanía. Sin ellos, las condiciones de vida de las personas podrían verse afectadas.
Un sector estratégico hace referencia a un sector, o varios, que puede ser considerado de vital importancia para el conjunto de la economía de un país. Un sector estratégico, de verse mermado, podría comprometer las condiciones de vida de los ciudadanos en una economía determinada, así como su estilo de vida. Dependiendo de la composición del producto interior bruto (PIB) de cada país, los sectores estratégicos pueden variar. Es decir, si una economía depende en un 40% de su PIB de un sector como el del automóvil, estaríamos hablando de que este, para esta economía, sería un sector estratégico. Sin embargo, no debe ser así para otros países.
Habitualmente, estos sectores estratégicos suelen estar muy regulados por el Gobierno dada su relevancia en la economía y el bienestar social. Es por ello que, en muchos países, la intervención económica del estado en estos sectores es muy común.
¿Qué sectores se suelen considerar sectores estratégicos?
Como comentábamos, no existe un número, así como relación, de sectores que sean estratégicos en todas las economías del mundo. Igual que en China, la industria y el comercio podrían considerarse estratégicos, para Alemania, el sector del automóvil también lo es. Para países como los emergentes en Latinoamérica, estaríamos hablando de sectores relacionados con las materias primas, mientras que para otros países del este arábico, el petróleo es uno de sus principales sectores estratégicos.
Por esta razón, no podríamos decir una relación de sectores estratégicos para el conjunto total de las economías. Sin embargo, si existe una serie de sectores que, dentro del conjunto de economías, como economía global, pueden considerarse estratégicos.
Entre estos se encuentran:
- Sector energético.
- Industria armamentística.
- Sector transportes.
- Sector turístico.
- Educación.
- Agricultura.
- Petróleo y combustibles fósiles.
- Sanidad.
Estos son sectores que, dada su condición, se podrían considerar estratégicos. No obstante, estamos hablando de que en este sentido no podríamos generalizar, dada la diversidad de economías que integran el planeta, así como la especialización de cada una de ellas.
Ejemplos de sector estratégico en distintos países
Al igual que decíamos anteriormente, no existe una relación de sectores que puedan considerarse globalmente estratégicos. Es decir, no todos los países poseen una relación de sectores estratégicos que se repiten entre sí. Cada país, dependiendo de su especialidad, así como sus recursos, poseen una serie de sectores que, por la razón que sea, se han convertido en sectores estratégicos.
A continuación, hacemos una relación de países y sectores que, a su vez, se consideran estratégicos para sus economías.
- China: Sector automoción, sector energético, sector aeronáutico, sector de servicios urbanos.
- España: Sector transporte, sector energético, sector turístico, sector alimenticio, sector agrícola, sector bancario.
- Estados Unidos: Sector servicios, sector industrial, sector tecnológico, sector energético.
- México: Sector turístico, sector energético, sector agropecuario, agroindustria, sector automotriz, industria, sector financiero.
Críticas al concepto
A lo largo de los años, los sectores estratégicos han sido sectores que, dada su importancia para las economías y, por ende, para el país, han solido estar muy sobreprotegidos por el Estado. De hecho, diversos economistas consideran que el concepto “sector estratégico”, en ocasiones, es la excusa con la que el Gobierno trata de intervenir dicho sector, accediendo en muchas ocasiones a su explotación exclusiva.
Por esta razón, en determinados países, los sectores estratégicos están controlados por los Estados. Es el ejemplo de España, donde el transporte de pasajeros por vía terrestre (ferrocarriles y trenes), así como la gestión de los vuelos, son sectores que están controlados por el Gobierno, el cual se encarga de la explotación del mismo y no se permite la competencia. Este tipo de situaciones han sido objeto de críticas por economistas liberales, que consideran el empeoramiento de los servicios por las barreras de entrada que impiden el acceso a la competencia. Al mismo tiempo, otro tipo de corrientes sí han defendido el papel de controlar dichos sectores por considerarse de vital importancia para los ciudadanos.