En una escalada de movimientos en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, una nueva maniobra ha atraído la atención mundial.
Como respuesta a los aranceles estadounidenses, China ha optado por devaluar el yuan para impulsar sus exportaciones. Una nueva arma ha entrado en juego en la guerra comercial.
Uno de los objetivos económicos que el presidente norteamericano Donald Trump se marcó fue corregir los desequilibrios de la balanza comercial de Estados Unidos. Para ello, Trump apostaba por imponer aranceles que encarezcan los productos chinos. Ahora bien, China no iba a resignarse ante el proteccionismo de Trump y todo ello parece haber dado lugar a una espiral de movimientos en la guerra comercial. Es más que evidente que estamos ante un intercambio de golpes. Así, la última jugada es que China se ha decantado por devaluar el yuan como respuesta a los aranceles estadounidenses.
Poco después de que el Gobierno de Estados Unidos anunciase un incremento del 10% en los aranceles que recaen sobre los productos chinos, la respuesta de Pekín no se hizo esperar. Y es que, con la devaluación del yuan, el dólar estadounidense se ha disparado.
Tres son las razones por las que se ha depreciado la moneda china:
- Un recrudecimiento de la guerra comercial.
- Un incremento de la fragilidad de la economía china.
- El Banco Popular de China está dispuesto a asumir un yuan más volátil.
Reacciones de los inversores
Otra de las consecuencias de la depreciación de la moneda china es que los inversores, en busca de una mayor seguridad, acuden a monedas más fuertes como el dólar, el yen japonés o el franco suizo. Hay incluso quienes acuden a un valor seguro y tradicional como es el oro.
No solo es el yuan la única moneda que se deprecia ante el dólar. Las divisas de muchas economías emergentes siguen el mismo valor. Prueba de ello es que el peso chileno ha disminuido un 5,5% con respecto al dólar, sin olvidar que las divisas de Perú y México han disminuido un 3% y un 2,2% respectivamente (todas ellas desde julio de 2019).
Pues bien, ante la caída de valor del yuan, los inversores buscan monedas más fuertes, que les ofrezcan mayores tasas de rentabilidad. Es por ello que muchos fondos de inversión han desplazado capitales hacia el dólar.
Pero, volviendo al comercio internacional. Devaluar la moneda nacional supone que los productos se vuelvan más baratos a la hora de exportar, mientras que la otra cara de la moneda será que las importaciones se tornarán más caras.
Efectos en la economía china
No obstante, hay que tener en cuenta que la devaluación del yuan puede tener importantes repercusiones en lo referente al comercio de metales. De este modo, podría producirse una caída en la cantidad demandada de cobre por parte de China. Esta circunstancia perjudicaría gravemente a la recaudación del estado chino, pues al disminuir el precio del cobre, percibe menos ingresos fiscales.
Las guerras de divisas tienen consecuencias perjudiciales para el conjunto de la economía y para la población. Así, la depreciación de la moneda china puede conllevar que las familias chinas vean mermada su capacidad adquisitiva, provocando una caída en el consumo privado y en consecuencia afectando negativamente al crecimiento económico del país. En otras palabras, la gran consecuencia sería una notable desaceleración de la economía china.
Riesgos para la economía mundial
Por tanto, una desaceleración del crecimiento chino tendrá un durísimo impacto en la economía mundial, especialmente en Europa. Sin duda, el viejo continente sería uno de los grandes perjudicados, puesto que vende una parte importante de sus bienes a China.
No obstante, hay quienes opinan que China ha optado por una devaluación controlada de su moneda nacional. Ahora bien, Trump no parece dispuesto a quedarse de brazos cruzados con un dólar fuerte y un yuan debilitado. Por tanto, si Estados Unidos devaluase el dólar, Europa vería cómo su moneda se aprecia frente a las divisas estadounidense y china, lo que terminaría perjudicando a sus exportaciones.
Así pues, nos encontramos con posturas enfrentadas. Trump busca un dólar más bajo para impulsar la economía estadounidense y China parece dispuesta a mantener la pugna. Sin embargo, si China continúa debilitando el yuan, puede producirse una gran salida de capitales. En conclusión, no hay que ignorar las duras repercusiones de una guerra de divisas, que pueden ocasionar una desaceleración de la economía china que termine lastrando a la economía mundial.