Todo el mundo habla del cambio climático por lo que supone para la vida en el planeta, pero ¿impacta también sobre tu bolsillo? ¿Puede el clima afectar tus finanzas personales?
Cómo el clima puede afectar tus finanzas
La ganadería y la agricultura producen alimentos y dependen del clima, así que el precio de lo que comes puede variar
Lo primero que tienes que saber es que los cambios en el clima siempre han afectado a la economía mundial. Seguramente, desde mucho antes de lo que crees.
En realidad, la economía era mucho más dependiente del clima antes que ahora. Cuando todo dependía de la caza o la agricultura, la meteorología determinaba si podías comer o no. Así que, de alguna manera, el desarrollo tecnológico nos ha ido independizando un poco de la naturaleza.
Ahora bien, esto no significa que el problema esté resuelto. Ni mucho menos. Para bien o para mal, seguimos en manos de la naturaleza. Así que el clima puede afectarte en tus finanzas personales.
Piensa en la economía de tu país. Mientras más dependa de la agricultura o la ganadería, más afectada se va a ver por cualquier cambio en el clima. Piensa que muchos cultivos, por ejemplo, solo son viables si se dan unas condiciones climáticas. Si estas condiciones cambian, el campo puede tener un problema.
Pero la cosa no se queda ahí, porque las consecuencias no solo afectan a los que trabajan en el sector primario. Recuerda que la ganadería y la agricultura producen lo que comes. Y si empiezan a producir menos, es posible que el precio de los alimentos suba, lo que significa que la compra en el supermercado te saldría más cara que antes.
Otro sector muy dependiente del clima es el turismo. Al fin y al cabo, tener un clima más o menos agradable puede cambiar el número de turistas que llegan a tu país.
En ambos casos, estamos hablando de un impacto directo en el negocio de las empresas, y en los puestos de trabajo. Variables que, vayan bien o mal, siempre inciden sobre los demás sectores. ¿Y tú pensabas que el clima no te iba a afectar?
¿El clima puede influir en mis ahorros?
Aunque no lo creas, si hay una sequía en el campo, puedes terminar pagando más por una camisa fabricada en China
Quizás estés pensando que, en tu caso particular, que la macroeconomía vaya mejor o peor no cambia nada tus finanzas personales. Si es así, siento decirte que estás equivocado.
Resulta que lo que pase con el turismo y el campo también nos afecta a todos de otra manera. ¿Cómo? Muy sencillo: a través de los mercados financieros.
Ten en cuenta que estos sectores suelen aportar una gran parte de las divisas extranjeras que entran en el país. Por ejemplo, si vives en una economía que exporta trigo, los agricultores venden en el exterior recibiendo moneda extranjera, por ejemplo dólares. Pero al afrontar sus gastos, tienen que vender esos dólares para convertirlos a la divisa de tu país.
En otras palabras, los exportadores nutren de dólares al mercado financiero doméstico. Lo mismo ocurre con los turistas que vienen de visita. Pero, ¿qué ocurre si, por un cambio en el clima, los agricultores exportan menos o no llegan tantos turistas?
El impacto depende de cada país, pero en algunos puede ser importante. Si entran menos divisas, la moneda de tu país se puede depreciar. A su vez, eso suele encarecer todos los productos importados.
Sí, has entendido bien: por culpa de una sequía en el campo, puedes terminar pagando más en la tienda por una camisa fabricada en China. ¿Te parece absurdo? Bueno, siento decirte que no por eso deja de ser verdad.
Recuerda que tu dinero tiene que estar denominado en alguna moneda. El precio de esa moneda depende de su oferta y demanda con respecto a las demás. Por lo tanto, lo que puedas comprar con tu dinero puede variar por factores externos como las exportaciones o la entrada de turistas.
Del dinero a los bienes raíces
El precio de un inmueble incluye los flujos de renta previstos que puedes recibir de él, y esa renta puede cambiar a causa del clima
Supongamos ahora que, para proteger tu dinero, te vas a algo seguro: bienes raíces.
Aún así, ¿clima puede afectar tus finanzas? No de la misma manera, pero también hay algunas cosas que debes tener en cuenta para no llevarte un disgusto.
Empecemos por lo más básico. Si hemos dicho que el clima afecta al campo, entonces también va a influir sobre el precio de la tierra que se use para agricultura o ganadería. Recuerda que el precio de un inmueble incluye los flujos de renta previstos que puedes recibir de él.
Te lo voy a explicar en pocas palabras. Si en un terreno crece un cultivo muy rentable, se va a vender a un precio alto. Pero si cambian las previsiones, y ya no vas a poder sacar tanto de esa tierra, lo lógico es que bajen los precios.
Por ese motivo, si tienes un terreno para agricultura o ganadería, o estás pensando en comprarlo, es importante que tengas en cuenta el efecto del clima. Si está previsto que las condiciones climáticas van a mejorar el rendimiento de la tierra, quizás sea una buena inversión.
En caso contrario, es probable que la tierra pierda valor, antes incluso de que veas caer su rendimiento. Otra opción es aprovechar ese precio bajo, comprarla y reconvertirla, buscándole otro uso más rentable. En ese caso, podrías hacer un buen negocio.
Algo similar ocurre con los inmuebles en lugares turísticos. Si el clima empeora (por ejemplo, con temperaturas más extremas, o con escasez recurrente de agua) tenlo en cuenta como un factor de riesgo.
Por otra parte, también puede ocurrir que destinos no tan visitados sean más populares en el futuro. Piensa que una subida de algunos grados de promedio en verano en un lugar frío puede atraer turismo de playa, por ejemplo.
¿Pueden las regulaciones ambientales arruinar tu economía?
En muchos países, los gobiernos deciden enfrentarse al cambio climático imponiendo regulaciones sobre los ciudadanos
Hasta ahora hemos hablado de cómo el clima puede afectar tus finanzas. Hemos visto que, para bien o para mal, es un condicionante que no podemos controlar, pero que debemos tener en cuenta.
Sin embargo, hay otro factor más impredecible (y, normalmente, mucho más dañino) que tampoco debemos olvidar. Algo mil veces peor que una borrasca o una sequía, y que a lo largo de la historia ha arruinado a países enteros: la política.
¿Y qué tienen que ver los políticos con el clima? En realidad, no hay una causalidad directa. Pero es cierto que, en muchos países, los gobiernos deciden enfrentarse al cambio climático imponiendo regulaciones sobre los ciudadanos. Y eso puede afectarte directamente.
En Europa, por ejemplo, la industria automotriz lleva años sufriendo por las regulaciones medioambientales. El foco está puesto en los vehículos de combustión, uno de sus productos estrella.
Como te puedes imaginar, esto ha generado muchas dudas sobre el futuro del sector en Europa. Hablamos de millones de empleos, directos e indirectos.
Lo peor es que los problemas no acaban ahí, porque en muchas ciudades se van prohibiendo determinados vehículos. Lo cual genera un problema enorme a los ciudadanos.
Recuerda que un coche es un bien duradero, una inversión a largo plazo. De hecho, es el segundo gasto más importante en la vida de una persona.
Si alguien lo compra, es porque sabe que va a poder usarlo en los próximos años. Pero si esa usabilidad depende de los caprichos del alcalde de turno, que puede cambiar de opinión de un día para otro, muchos dejan de comprar.
En resumen, todo depende de cómo tus gobernantes decidan afrontar el cambio climático. Si van por la vía europea de castigar al ciudadano de a pie, puedes tener un problema. Si tienes un gobierno más pro mercado, quizás puedas estar tranquilo.
La polémica sobre los impuestos «verdes»
Cuando hablamos de la influencia del clima sobre la economía, las cuestiones políticas son tan importantes como las meteorológicas
Por último, existe otro recurso de los políticos para actuar en el frente climático: los impuestos.
Partamos de la base de que todos los impuestos dirigidos al clima son medioambientales, o «verdes». Pero eso no significa que todos los impuestos verdes estén relacionados con el clima.
Por ejemplo, un gobierno puede imponer una tasa a las empresas que generen una cantidad de residuos. Eso podría tener un efecto sobre el medio ambiente, pero no necesariamente sobre el clima.
Sin embargo, hay casos donde la distinción no es tan clara. Los impuestos a los combustibles se suelen justificar porque afectan la calidad del aire, no el clima. Pero cada vez que los políticos alertan sobre el cambio climático, ¿qué hacen? Sí, lo has adivinado: suben los impuestos a los combustibles.
Claro que estos impuestos suelen tener un coste muy alto para la economía, y eso afecta a cada uno de nosotros. No solo cuando vas a la gasolinera. También cuando compras en el supermercado o en cualquier tienda, porque suben los costes de toda la cadena de distribución.
En resumen, cuando hablamos de la influencia del clima sobre la economía, no solo tienes que estar atento a las condiciones meteorológicas. También tienes que ver si los políticos de tu país deciden luchar contra el cambio climático con impuestos o regulaciones.
Ya ves que aquí no hemos discutido la efectividad real de esas medidas. Tampoco hemos cuestionado si quienes toman esas decisiones están convencidos de ellas, o usan el cambio climático como una excusa. Como economistas, nuestro trabajo es observar la realidad, y la realidad nos dice que las políticas medioambientales pueden influir, y mucho, en tu economía doméstica.
Por ello, te animamos a que sigas formándote con Economipedia para gestionar mejor tu propia economía, en un mundo donde todo (desde los políticos hasta el clima) pueden afectar tus finanzas.