La trayectoria de sanciones de Estados Unidos no es nueva. Recientemente el Gobierno presidido por Trump ha impuesto nuevas sanciones que dejan en una situación aún más delicada a la economía venezolana.
Desde hace más de una década, el Gobierno estadounidense ha aplicado sanciones a ciudadanos venezolanos y al Gobierno venezolano aludiendo prácticas irresponsables. Entre estas sanciones, se incluyen sanciones relacionadas con terrorismo, tráfico de drogas, violación de los derechos humanos, corrupción y tráfico de personas.
Actualmente, según indica el Departamento del Tesoro de Estados Unidos existen abiertas 112 sanciones a individuos y el Estado ha negado visados a cientos de ciudadanos relacionados con las actividades anteriormente relatadas.
Así, el 28 de enero de 2019, la Administración Trump anunció sanciones a Petróleos de Venezuela SA, conocida por sus siglas como PdVSA. Sanciones que impuso, todo sea dicho, tras las declaraciones de Donald Trump reconociendo a Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, como Presidente interino de Venezuela. Cesando así, el reconocimiento a Nicolás Maduro como presidente legítimo de la nación.
El comienzo de las sanciones
Aunque las sanciones hacia la economía venezolana por parte de Estados Unidos parezcan algo nuevo, en realidad no lo son. Desde 2006 se han venido aplicando sanciones por prácticas relacionadas, principalmente, con el tráfico de drogas y el terrorismo. Según el gobierno de Estados Unidos, el gobierno Venezuela no estaba cooperando en la lucha contra el terrorismo y bloquearon las transacciones de esta tipología.
En línea con la dura crisis económica que está viviendo Venezuela durante los últimos años, las importaciones de armas—Venezuela fue el mayor importador de armas de Latinoamérica en el periodo 2009-2013— por parte de Venezuela cayeron un 83% en el periodo 2014-2018 respecto a los cuatro años anteriores.
El principal país perjudicado ha sido Rusia que ha visto como el 96% de las exportaciones de armas que realizaba a Venezuela se han evaporado.
Más tarde, en 2017, Bruselas al mando de los países europeos también impuso sanciones al comercio de armas para evitar las represiones contra protestas que consideraba democráticas. Unas sanciones que se han extendido hasta la actualidad, ya que consideran que la situación, lejos de mejorar, ha continuado deteriorándose.
Corrupción, violación de los derechos humanos y comportamientos antidemocráticos
Hacia los años 2014 y 2015, aún en la era Obama, a raíz de los que Estados Unidos consideró como comportamientos antidemocráticos, violación de los derechos humanos y relacionados con la corrupción, bloqueó activos y denegó visados a ciertos dirigentes.
El gobierno de Obama restringió el visado y congeló los activos a 7 ciudadanos venezolanos. De los siete, seis pertenecían a las fuerzas armadas y uno era fiscal. En contraste, la Administración Trump ha aumentado las sanciones a 75 integrantes del Gobierno venezolano y oficiales de las fuerzas armadas. Entre los oficiales se incluyen a Nicolás Maduro, al director del Banco Central de Venezuela (BCV), miembros de la Corte Suprema y al Ministro de Exteriores, entre otros. Todos ellos tienen sus activos congelados.
Las sanciones al sector petrolero y el bloqueo de la financiación
En agosto de 2017, Estados Unidos impuso las sanciones que más han afectado a Venezuela sin ningún género de dudas. Donald Trump bloqueó el acceso a los mercados financieros de Estados Unidos por parte del Gobierno de Venezuela, incluyendo en él a la compañía PdVSA. Eso sí con ciertas excepciones, según indican en el informe, con la intención de minimizar el impacto a la población de Venezuela y salvaguardar los intereses de Estados Unidos. Las excepciones son:
- El gobierno venezolano puede financiarse siempre y cuando la deuda tenga un vencimiento inferior a 30 días.
- Petróleos de Venezuela SA (PdVSA) puede extender ese vencimiento hasta los 90 días.
Sin financiación en los mercados financieros, con las cuentas bloqueadas y el acceso restringido a dólares el país venezolano se ha visto abocado a renunciar a necesidades tan básicas como la luz.
En marzo de 2018, en un intento por parte del Gobierno de Nicolás Maduro para sortear las sanciones a través de la criptomoneda conocida como ‘Petro’ —una moneda digital cuyo respaldo es petróleo—, Estados Unidos volvió a bloquear las transacciones. Según Donald Trump, la creación del ‘Petro’ no era más que una estrategia para obtener dólares.
En este sentido, desde que se impusieran las sanciones económicamente más duras la producción de petróleo de Venezuela, que supone un ingreso importante para el país, ha caído a mínimos históricos. Observando los datos de 1960, nos damos cuenta de que nunca, en los últimos 60 años, Venezuela habría producido tan poco petróleo. Al mismo tiempo, el peso de Venezuela en la producción total de petróleo de la Organización de Países Exportados de Petróleo (OPEP) ha caído desde un 9,8% en 2009 hasta el 4% en el primer trimestre de 2019.
Si enfocamos un poco el objetivo, y analizamos los datos mensuales, podemos comprobar como, aunque las sanciones a PdVSA han tenido un impacto indudable, la producción de petróleo ya se venía reduciendo desde antes. Concretamente desde 2006 hasta 2017, fecha en la que se impone la sanción a PdSVA, la producción del petróleo ya había caído un 22%. Tras las sanciones, la caída ha supuesto un 60% en la reducción de la producción.
Estados Unidos es responsable de esa parte del pastel, pero ¿hasta qué punto afecta el petróleo a Venezuela?
Tomando datos desde 1980, podemos vislumbrar la relación entre el crecimiento económico de Venezuela y el peso que ha tenido la producción de petróleo en su economía. El peso de la producción pasó de un 24% en 2011 hasta un 9% hacia 2016. Lo que quiere decir que la economía venezolana, así como el aporte del petróleo, se venían reduciendo desde 2012. Para finales de 2019, de seguir así, teniendo en cuenta los datos del primer trimestre de 2019 sobre la producción de petróleo, el peso podría caer hasta el 7%.
¿Puede el petróleo hundir la economía venezolana?
Para ver hasta qué punto las variaciones en la producción de petróleo, pueden afectar al producto interior bruto (PIB) de venezuela, hemos medido la relación existente durante los últimos 40 años. Es decir, qué ocurre cuando la producción (medida en millones de dólares en paridad de poder adquisitivo o PPA) aumenta y qué ocurre cuando cae.
Del gráfico anterior podemos extraer dos conclusiones claras. Por un lado, las variaciones en la producción de petróleo son capaces de explicar, históricamente, un 12% de la variabilidad del producto interior bruto (PIB). Esto se mide con el R2. Lo que nos viene a indicar que el petróleo es importante pero está lejos de serlo todo. Mientras, la segunda conclusión, nos indica que evidentemente existe una relación positiva. Quiere decir que es más probable que el PIB se reduzca cuando la producción de petróleo cae y es más probable que el PIB aumente cuando la producción aumenta.
Según el modelo de regresión, por cada 1% que aumente la producción de petróleo (en dólares PPA) el PIB aumentará, ceteris paribus, un 0,12%. O visto desde la perspectiva actual, por cada 1% que se reduzca la producción de petróleo (en dólares PPA), el PIB caerá, ceteris paribus, un 0,12%. Por ejemplo, si la producción de petróleo aumenta en un 10%, se estima que el PIB crecerá, ceteris paribus, un 1,2%. Desde 2011, hemos elaborado un gráfico para ver hasta qué punto la variación en la producción de petróleo ha contribuido al PIB según el modelo.
El modelo todo sea dicho, dado que el nivel de ajuste que presenta es muy pequeño predice muy mal. Y predice muy mal, precisamente, porque no se puede explicar la evolución de la actividad económica de Venezuela exclusivamente con el petróleo. Por tanto, pensar que las sanciones a PdVSA son la causa de la caída de la actividad económica es incorrecto.
Al margen del petróleo, las sanciones también fueron impuestas al Gobierno de Venezuela. Ante la incapacidad técnica y legal de financiarse en los mercados, Venezuela ha caído en bancarrota. Otro tema sería, aunque esto no entra dentro de lo económico, discutir la legalidad o no de las sanciones de Estados Unidos hacia Venezuela.
¿Son legales las sanciones de Estados Unidos a Venezuela?
Independientemente del punto de vista desde el que opinemos sobre las sanciones, hay una cosa clara: las sanciones son ilegales según el Derecho Internacional. Al menos, así lo indica la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OAS). En el capítulo IV, los artículos 19 y 20 dictan:
- Artículo 19. Ningún Estado o grupo de Estados tiene el derecho de intervenir, directa o indirectamente, por cualquier motivo, en los asuntos internos o externos de otro Estado. El principio anterior prohíbe, no sólo la intervención armada, sino también cualquier otra forma de interferencia o intento de amenaza contra la personalidad del Estado o contra su política, economía y cultura.
- Artículo 20. Ningún Estado puede usar o alentar el uso de medidas coercitivas de carácter político o económico con el objetivo de forzar la voluntad soberana de otro Estado y obtener de ella ventajas de cualquier tipo.
Estados Unidos firmó este tratado, lo ratificó y lo depositó.
Juan dice
No es ilegal cuando hablamos de un gobierno forajido dictatorial. Pongan las cosas en claro.