El hambre en el mundo es un gran reto humano, social y económico que el mundo debe resolver. Según el último informe de la FAO, son 821,6 millones de personas las que padecen hambre en el mundo.
La lucha contra el hambre parece encontrarse en un punto muerto. ¿Qué puede hacer la economía ante este drama? La economía, como ciencia social, tiene por objetivo gestionar correctamente unos recursos limitados para dar respuestas a las necesidades humanas. Así, la alimentación es una necesidad básica, de la que depende la supervivencia del ser humano. Sin embargo, la realidad es muy distinta y hay un 11% de la población que padece el hambre. El elemento económico es clave a la hora de explicar esta dura realidad.
La relación entre economía y hambre en el mundo
Los efectos de la gran recesión de 2008 se han hecho sentir en toda la economía mundial. La salida de la crisis ha llevado tiempo, el crecimiento económico ha sido lento y moderado en muchos países, de ahí que la lucha contra la pobreza y en consecuencia contra el hambre, no haya marchado al ritmo deseado.
Es más que evidente que cuando un país atraviesa por una recesión, el bienestar de sus habitantes empeora y la población se empobrece. Basta con echar un vistazo a los datos. Así, en 65 países en los que ha crecido la desnutrición, tuvieron que afrontar una caída en sus crecimientos económicos o incluso una recesión.
Por otra parte, también hay que señalar que el problema de la malnutrición afecta con especial dureza a aquellos países con una economía basada en el comercio de productos agrícolas y ganaderos. De este modo, un total de 52 países han sufrido el aumento de la malnutrición como consecuencia de las fuertes fluctuaciones de los precios de los productos del sector primario. Así pues, los bandazos del comercio de productos primarios terminan por producir aumentos en las cifras de desempleo de estos países, los salarios descienden y, como resultado, la población se empobrece.
No solo los vaivenes de los precios pueden suponer graves dificultades para los países menos desarrollados. Estamos pues, hablando de naciones cuya economía y cuya subsistencia depende de las cosechas. Por ello, sucesos climatológicos como las sequías y las inundaciones pueden resultar fatales para la población. En este sentido, el hambre se ha cebado especialmente con el continente africano, donde se encuentran el 20% de personas que sufren hambre.
Sin duda, África ha padecido las crisis alimentarias más fuertes. Todo ello se explica por el modo en que le ha afectado el cambio climático, sufriendo importantes sequías que lastran sus cosechas. Tampoco hay que dejar de lado las guerras y la violencia que asolan al continente africano. Y, en tercer lugar, en un mundo globalizado, la desaceleración de la economía mundial, ha terminado por tener sus efectos negativos en África.
No obstante, la malnutrición no es un problema exclusivo de África. El hambre también ha aumentado en zonas como Asia (11,3%) y en América Latina y el Caribe (6,5%).
¿Qué puede hacerse al respecto?
Queda claro cuáles son las causas del problema. Por tanto, ¿cuáles son podrían ser las soluciones al hambre en el mundo?
- Los países cuya población padece malnutrición tienen economías eminentemente agrícolas y muestran un bajo grado de desarrollo tecnológico. Por ello, hay que hacer que sus economías y sus explotaciones agrícolas sean más eficientes. Hay que formar a sus ciudadanos y dotarles de la tecnología necesaria para que puedan abastecerse por sí mismos. En este sentido, será necesario abordar grandes reformas en el campo, con una mejor gestión del agua e introduciendo abonos en los cultivos.
- El acceso al mundo de la agricultura suele ser terreno vedado para la mujer en muchos de los países menos desarrollados. Así, con la incorporación de las mujeres al trabajo y a la agricultura, aumentarán los ingresos en los hogares y también el conjunto de la producción agrícola del país.
- Un concepto fundamental en la lucha contra la pobreza y también contra el hambre es el de comercio justo. Por ello, la compra de productos de comercio justo garantiza que la población de los países menos desarrollados reciba una remuneración justa por sus productos, al tiempo que estos productos han sido elaborados de manera respetuosa con el medio ambiente y en unas condiciones de trabajo dignas.
- Una lucha por la reducción de las barreras al comercio internacional. Con la reducción o supresión de los aranceles, se dará un impulso al comercio internacional y también a las economías de los países menos desarrollados.
- Siempre queda abierta la posibilidad de contribuir con donaciones o mediante el voluntariado. No es la solución a la raíz del problema, pero, a corto plazo, ayuda a contener las consecuencias más inmediatas del hambre.
- El compromiso en la lucha contra el cambio climático y una decidida apuesta por el desarrollo sostenible serán fundamentales. Como hemos visto, las sequías e inundaciones afectan con mayor rigor a los países más pobres. Así, trabajando por el desarrollo sostenible, se fortalecerá el desarrollo de las áreas rurales y se evitarán migraciones.
Ricky dice
Hola David, he leído detenidamente tu post, que es muy interesante, pero tiene omisiones importantes a mi criterio.
Dice un viejo refrán que "para hablar de la pobreza hay que hablar de la riqueza", y de eso no se habla en este post. Si bien la crisis del 2008 sumió a mucha gente en la pobreza, también aumentó la riqueza de algunos pocos. El dinero es un bien escaso y finito, por lo tanto, si hay muchos pobres, es porque hay unos pocos muy ricos.
Es una regla que en los países con menor desigualdad social hay menos pobreza, entonces la estrategia a seguir, no depende de "colaboraciones voluntarias", sino de establecer políticas que reduzcan la desigualdad social entre sus ciudadanos.
Si un país crece, no necesariamente reduce la pobreza de sus habitantes, pues depende de cómo distribuya ese crecimiento.
Espero tus comentarios!
Abrazo!
José Francisco López dice
Hola Ricardo, muchas gracias por el comentario.
Muy interesante todo lo que comentas, lo hemos hablado con el equipo y lo tendremos en cuenta para próximos artículos.
Un saludo y gracias nuevamente.