Bipartidismo
El bipartidismo es un sistema de partidos políticos que configura el Gobierno de un territorio. Este se encuentra presente cuando el sistema de partidos favorece la aparición de dos fuerzas políticas (Gobierno y oposición), habitualmente las más votadas en el país. Ello, excluyendo a terceros en el reparto del poder.
El sistema de partidos de un país nos muestra cuántos partidos hay en la esfera política, cuáles son, su tamaño y su poder real. Dicho esto, el bipartidismo es aquel sistema en el que operan predominantemente dos partidos políticos. Puede haber más, pero no condicionarán, o lo harán en menor medida, la vida política.
El bipartidismo es propio de los sistemas democráticos, pero con sistemas electorales mayoritarios. También puede darse en sistemas electorales proporcionales, como ocurrió en España hasta el año 2015.
Tipos de bipartidismo
Dentro del sistema bipartidista, encontramos dos tipos diferentes:
- Bipartidismo perfecto: Este tipo de bipartidismo excluye de la esfera política a terceros partidos. Solo obtienen representación los dos primeros y se van turnando en el poder alternativamente. En el caso de existir algún partido más, su peso es totalmente residual, careciendo de poder real. Ejemplo: Estados Unidos.
- Bipartidismo imperfecto: En cambio, el bipartidismo imperfecto supone que haya dos grandes partidos que se alternan en el Gobierno, pero permite que haya otro que pueda ser decisivo. Este o estos terceros partidos nunca van a alcanzar el poder, pero tienen el peso electoral suficiente para condicionar algunas decisiones e incluso pueden ser determinantes para configurar Gobierno. Ejemplo: España (1989 – 2015).
Características del bipartidismo
El bipartidismo como sistema de partidos posee las siguientes características definitorias:
- Sucede en sistemas electorales competitivos, es decir, se da en sistemas democráticos donde la competición electoral es real.
- Existen dos partidos predominantes.
- Pueden existir terceros partidos con poder real variable.
- Los dos partidos predominantes compiten por el Gobierno a través de la mayoría absoluta.
- El partido ganador gobierna solo, no necesita coaliciones, puesto que ha adquirido mayoría absoluta. En caso de estar levemente apoyado, no es suficiente para que forme parte del Gobierno alguien de este tercer partido.
- El otro gran partido, que ha perdido las elecciones lleva a cabo la labor de oposición, también prácticamente en solitario.
- Se produce alternancia en el poder cada una o dos legislaturas generalmente.
¿De qué depende el bipartidismo?
A grandes rasgos, podemos decir que el bipartidismo depende de tres factores: del sistema electoral, de la oferta política y de los propios votantes.
Si el sistema electoral de un país es mayoritario, generalmente configura un sistema de partidos bipartidista. Este sistema electoral se caracteriza por canalizar todos los votos en el establecimiento de escaños de los partidos más grandes. También puede darse el caso en el que un sistema proporcional arroje resultados de sistemas mayoritarios, como la fórmula D’Hondt que, aun siendo proporcional, favorece a los más votados.
También depende de la oferta política. Si un país a nivel nacional solo posee dos partidos grandes y algunos regionalistas, el votante se ve obligado a votar preferentemente a uno de los dos grandes partidos. Sin embargo, si disponemos de dos o tres partidos nacionales de cada ideología, el voto se repartirá en mayor medida. Los medios de comunicación y el coste de la financiación de los partidos también son barreras de entrada para nuevas fuerzas políticas.
Por último, también influye la propia población. Depende de la cultura electoral que predomine entre los votantes. También de lo conservadores que sean; de lo que hayan votado tradicionalmente; o de si se decantan por fraccionar el poder de su bloque, ya que la división del voto puede producir una menor representación de escaños de ese bloque ideológico.
Ideologías en el bipartidismo
Como es sabido, el bipartidismo se compone principalmente de dos grandes partidos.
Estos son antagonistas, es decir, poseen una ideología contraria que, a la vez, es la razón de su existencia. Un partido quiere acaparar lo que el otro ideológicamente no puede. Por ello, muchas veces renuncian a parte de sus programas si con ello pueden captar nuevos nichos de voto.
Esto se traduce en la existencia de dos grandes ideologías, lo que tradicionalmente conocemos por derecha e izquierda. Aunque la población se identifique ideológicamente más con uno de los dos partidos, suelen alternarse en el poder debido a la existencia de crisis, casi siempre económicas.
Ventajas y desventajas del bipartidismo
El bipartidismo cuenta con una serie de ventajas y desventajas, como todo sistema de partidos:
Ventajas
- Mayor gobernabilidad y menor bloqueo: Que existan dos partidos predominantes favorece la gobernabilidad y que se reduzcan las situaciones de bloqueo.
- Mayor estabilidad: Si hay menos partidos, el principal será más estable y es más complicado tumbarlo y formar un nuevo Gobierno.
Desventajas
- Menor representación: La población es más plural que la existencia de dos partidos. Por lo que numerosas personas no se verán del todo representadas por ellos, lo que puede traducirse en abstención.
- Exclusión de las minorías: El sistema tiende a excluir de la agenda de Gobierno a las minorías, ya que sus votos no suelen ser necesarios para entablar Gobierno.
Ejemplos de bipartidismo
Para entender mejor qué significa el bipartidismo en la práctica, vamos a ver los ejemplos de España y Estados Unidos.
Bipartidismo en España
España cuenta con un sistema electoral proporcional, pero cuya fórmula genera efectos mayoritarios, lo que ayuda a que se formen grandes conglomerados políticos. Durante la transición, y desde 1989 hasta 2015, el sistema de partidos fue un bipartidismo imperfecto.
Durante este último periodo, se alternaron los dos principales partidos: PSOE y PP. El resto de partidos que configuraban el Parlamento eran nacionales con muy escaso peso o regionales. Se le llama imperfecto porque, para gobernar, el partido ganador debía obtener el apoyo de los más pequeños. Aunque siempre gobernó la lista más votada.
En el año 2000, el presidente investido fue el popular José María Aznar, con el apoyo de Convergencia y Unió y de Coalición Canaria, dos partidos regionalistas. En 2008, en cambio, fue investido como presidente el socialista Zapatero, con la abstención de la mayoría de los partidos menores de la oposición.
Bipartidismo en Estados Unidos
En Estados Unidos, el bipartidismo viene generado en gran parte por su sistema electoral, que es puramente mayoritario. Consiste en que la fuerza que gana en un Estado, aunque sea por un voto, se lleva todos los representantes del territorio. Esto genera que a terceros partidos les sea imposible entrar en el Congreso. Es por eso por lo que se le llama bipartidismo perfecto.
Debido a esta forma de elección, los Estados más disputados son los que presentan la clave para ganar la presidencia. En cambio, los Estados más identificados con uno de los partidos no suelen ser susceptibles de muchos eventos de campaña, ya que ampliar la mayoría no aporta ninguna ventaja extra.
Los partidos principales son el Demócrata y el Republicano. Ambos suelen durar en la presidencia entre una y dos legislaturas. Esto se debe a que, por la existencia de crisis económicas y sociales, la población opta por cambiar el partido.