Bono global
Un bono global es un título negociable emitido en varios países simultáneamente. Puede tener origen tanto público como privado.
En el ámbito de las finanzas, el bono global destaca como un modelo de título negociable caracterizado por su cotización en los mercados secundarios.
En la práctica este instrumento cuenta con semejanzas importantes con el eurobono. Este se emite en distintos países más allá del nacional emisor y en moneda extranjera, adaptándose a cada localización.
No obstante, el global es conocido en el mundo bursátil por ser más accesible e identificable con importantes marcas o instituciones públicas.
Además, la misión principal a la hora de emitir un bono de este tipo es abordar distintos mercados financieros y múltiples puntos geográficos.
Rasgos diferenciadores del bono global
Frente a otras alternativas existentes de inversión, el bono de carácter global cuenta con los siguientes rasgos a tener en cuenta:
- Principal de gran volumen: Estos instrumentos son emitidos con capitales significativos, ya que su objetivo es estar presentes en diversos mercados internacionales.
- Localización temporal: Este tipo de bonos se ubica en el medio y el largo plazo (habitualmente ocupa plazos financieros de 1 a 30 años).
- Externalización: Estos valores son vendidos fuera del país en que son emitidos, apostando por un enfoque internacional y global. Se relacionan con el concepto de multidivisa (emisión en monedas tanto locales como extranjeras).
- Origen específico: Las organizaciones emisoras de este tipo de título responden a identidad de gran empresa o instituciones públicas. Es decir, a menudo gozan de reconocimiento y prestigio internacional facilitando su difusión.
Relevancia financiera del bono global
La aparición y expansión de esta modalidad financiera ha respondido en gran medida a la aparición de los nuevos canales de telecomunicaciones y difusión de mercados bursátiles.
En ese sentido, el primer antecedente de bono global fue desempeñado por el Banco Mundial a finales de la década de los ochenta del pasado siglo, en un entorno de incipiente globalización tecnológica.
Desde entonces, la aparición de grandes compañías multinacionales y su expansión también ha motivado la apuesta financiera por este tipo de instrumentos.
Paralelamente, muchos países han convertido la emisión de títulos de deuda pública como modelo de financiación destacado. Para ello han empleado el esquema de bono global a su vez.