Contrato de derivados
Un contrato de derivados es un documento, que refleja un acuerdo contractual sobre la evolución de un activo, llamado activo subyacente.
El modelo de contrato más extendido en operaciones financieras de cobertura y apalancamiento es el ISDA (International Swaps and Derivatives Association).
Estos contratos tienen que definir con exactitud tanto los términos generales como los específicos que influyen en las operaciones. Deben aparecer los cambios significativos en el precio por un split, ampliaciones de capital, suspensiones de cotización, tipos de interés cargados y sus diferenciales, los métodos aplicados para evitar incumplimientos entre las partes, las cámaras de compensación, formas y tiempo de liquidación, depósito, entidades financieras que permiten el intercambio.
Hay una gran variedad de contratos de derivados sobre divisas, metales, materias primas, índices, acciones, bonos, tipos de interés.
Por otro lado, existen modelos de contratos financieros de mercados no organizados OTC (Over the counter), dónde no existe cámara de compensación, siendo acuerdos bilaterales que se negocian con contrapartidas, generalmente market makers dónde, a diferencia de los mercados organizados, el inversor no tendrá que depositar garantías, existiendo acuerdos de netting y de colateral con la otra parte involucrada en la negociación. Este tipo de contratos tiene un riesgo mayor, ya que sus activos son difíciles de valorar y de controlar.
Este mercado ha crecido de forma exponencial en los últimos años, y ha sido unos de los responsables de la expansión crisis económica. Por ello, los reguladores están intentando limitar y controlar las operaciones realizadas a medida para cada operación o cliente, gracias a la nueva ley Dodd-Frank que establece que todo contrato financiero OTC es susceptible de supervisión por los reguladores financieros pero, sin embargo, no recoge el control de las posiciones netas de los broker en mercado o el porcentaje de cobertura de las posiciones de sus clientes, pudiendo existir conflictos de interés entre las partes, en muchos casos, contrarios a los inversores y con diferenciales en los precios muy por encima de los del mercado.
Por otro lado, es importante resaltar que en EEUU el 90% de los derivados OTC se encuentran en manos de cuatro bancos.
Tipos de derivados financieros
Existen diferentes tipos de derivados financieros:
- Futuros: Se negocian en mercados organizados. Son contratos estándarizados.
- Forward: Se negocian en mercados OTC. Son contratos a plazo liquidados por diferencias.
- Opciones: Se paga una prima que representa una proporción del valor de la opción, el inversor tiene el derecho a comprar o vender un activo a un precio pactado. Generalmente, las opciones cotizan en mercados organizados, aunque cada vez es más común ver opciones OTC.
- Swaps: Cotizan en mercados OTC, tienen vencimiento futuro y se liquidan por la diferencia entre los precios futuros del activo subyacente y el precio que se pactó.
Para poder negociar productos derivados, es necesaria la aportación de garantías. En el caso de mercados organizados, el inversor tendrá que cubrir las garantías de mercado, sin embargo, en mercados no organizados, el inversor tendrá que cubrir la garantía que establezca la contraparte.
El redactor recomienda: