Desamortización de Mendizábal
La desamortización de Mendizábal fue un proceso en el que se produjo una gran nacionalización de bienes mayormente eclesiásticos en España. Su posterior venta, o subasta, suponía un modo de obtención de riqueza nacional.
Englobada dentro de la época de revolución liberal en España, la desamortización de Mendizábal surge en 1836. Sus consecuencias se extendieron hasta el año 1851. Esta supuso un profundo cambio social, político y económico.
Mediante este proceso de nacionalización y exportación, mayormente realizado en el siglo XIX, el Estado se hacía con bienes, principalmente inmobiliarios, previamente pertenecientes a la Iglesia.
Con las sucesivas medidas tomadas a lo largo de los gobiernos de corte liberal, estas expropiaciones se dirigieron también a propiedades municipales y de los ayuntamientos.
Esto englobaba a zonas rústicas y construcciones de importancia histórica, así como a zonas de explotación agrícola. Por otro lado, fueron numerosos los bienes culturales nacionalizados en forma de valiosas colecciones pictóricas o grandes bibliotecas.
Funcionamiento de la desamortización de Mendizábal
Una vez adquiridos dichos bienes, y habiendo sido estos convertidos en bienes de tipo nacional, se procedía a su subasta pública.
De este modo, el Estado tenía una fuente de riqueza, o financiación, adicional con la que acometer sus compromisos de pago. Principalmente, estos se referían a deuda externa; problema nacional, y prioritario, de la época.
El mecanismo de pago de los compradores de estos bienes en las subastas realizadas era principalmente en metálico. Es decir, estaba al alcance del poder adquisitivo propio de grandes comerciantes o empresarios burgueses.
Adicionalmente, la emisión de títulos de deuda como bonos y letras del tesoro fue habitual como método de pago.
Características principales de la desamortización de Mendizábal
Esta desamortización española se basó en varios aspectos principales:
- Importancia sociopolítica: Esta medida se erigió como eje central de la política liberal de la época. Al tiempo, se buscaba el crecimiento del sector burgués frente al anterior orden de poder.
- Focos de atención: La desamortización se centró en bienes eclesiásticos y en propiedades de los ayuntamientos.
- Cambio de paradigma social: El hecho de hacer prevalecer el poder institucional o gubernamental sobre el religioso, ayudaba a convertir la sociedad y abandonar taras del Antiguo Régimen.
- Integración en mercados: La nacionalización, y posterior venta de bienes inmuebles o terrenos cultivables, hacía que estos medios, anteriormente en desuso, experimentaran una nueva explotación económica.
- Aumento de presión fiscal: Con estas operaciones, el Estado perseguía la aplicación de nuevos impuestos y, por tanto, hacer crecer el nivel de ingreso nacional.
Si bien las medidas de expropiación y nacionalización afectaron a bienes de todo el territorio español, existieron algunos edificios o zonas rústicas que quedaron excluidas.
Hospitales, orfanatos, posadas y comedores sociales, gestionados por el poder de la Iglesia, no sufrieron dichas medidas. Del mismo modo que sucedió con Universidades y otros centros educativos religiosos.