Historia de la agricultura

Como sabemos, la agricultura es uno de los sectores más antiguos que presenta la economía. Desde la aparición de las primeras civilizaciones, la agricultura estuvo muy presente en su día a día. Y es que, desde que las antiguas civilizaciones abandonaron la caza y la recolección y comenzaron a organizarse, la agricultura ha sido la vía mediante la que dicha organización ha traído un desarrollo.

Así pues, desde la división del trabajo, que permitía a la ciudadanía dedicarse a distintas tareas productivas en su día a día, hasta el propio abastecimiento de las civilizaciones, que permitió su subsistencia, todo ello, así como mucho más, se encuentra ligado a la aparición de la agricultura.

En otras palabras, hablamos de un sector que, hasta la revolución industrial, se posiciona, junto a la ganadería, como el principal motor de crecimiento económico de los países. Asimismo, y como decíamos al inicio, hablamos de un elemento determinante para la población, al permitir su subsistencia gracias al alimento que de esta práctica se extraía.

Sin embargo, la agricultura no se ha mantenido inamovible con el paso de los años. Las distintas civilizaciones que han habitado nuestro planeta emplearon técnicas, así como utensilios muy distintos durante su paso por la historia.

En este sentido, mientras la agricultura neolítica empleaba utensilios muy rudimentarios, la agricultura moderna emplea maquinaria pesada que permite la extracción masiva de producción agrícola. De la misma forma, mientras los romanos generaron acequias y canales mediante los que regar los campos, la agricultura de la Edad Contemporánea cuenta con riegos automáticos, gestionados por ordenadores de gran capacidad.

Por ello, es conveniente conocer los distintos avances que se han ido desarrollando en la agricultura, uno de los sectores económicos más antiguos de nuestra historia. Pues, a través de estos, podemos conocer muchos otros aspectos de las civilizaciones, a la vez que se utilizan los conocimientos pasados para seguir desarrollando la agricultura del futuro.

Dicho esto, veamos la evolución de la agricultura a lo largo de la historia, centrándonos en aquellos episodios más destacados.

Entre los distintos periodos históricos en los que la agricultura ha experimentado una evolución destacable, la cual ha pasado a la historia, conviene resaltar los 6 siguientes:

• Agricultura primitiva.
• Agricultura en la antigua Roma.
• Agricultura en la Edad Media.
  • Agricultura feudal.
  • Agricultura del Islam.
• Agricultura en la Edad Moderna.
  • Agricultura y Revolución Industrial.
• Agricultura en la Edad Contemporánea.

Hace referencia a la etapa más antigua en la que encontramos actividad agrícola. En esta etapa, se producen las primeras transformaciones sociales como consecuencia de la introducción de la práctica agrícola.

Gracias a la aparición de la agricultura, las sociedades dejaron de ser cazadoras y recolectoras, dando lugar a las sociedades agrícolas. De la misma forma, estas dejaron de ser nómadas, permitiendo los asentamientos y el cultivo de la tierra para autoabastecerse.

Sus principales aportes fueron la propia práctica agrícola. Esta permitió el nacimiento de las sociedades agrícolas, y, con ello, el desarrollo de las primeras civilizaciones.

Con la aparición de la agricultura, como decíamos, surgen las primeras civilizaciones, dando lugar a los grandes imperios. Entre esos imperios se encuentra el Imperio romano.

El Imperio romano hizo grandes aportes al desarrollo de la agricultura. Entre esos aportes, profundizaron en el uso del ganado para labrar las tierras, así como el uso de herramientas que permitían un menor esfuerzo para el hombre y una mayor productividad. El arado romano es una muestra de ello, o el uso de abono.

Además, los romanos también introdujeron sistemas de regadío muy desarrollados. Entre estos, destaca el avance del molino, las técnicas de regadío, los acueductos, entre otros sistemas que permitieron el desarrollo de esta disciplina.

Como hemos comentado, los principales aportes fueron las técnicas para trabajar la tierra, como el arado romano, así como la introducción de herramientas, como el molino, y sistemas de regadío más eficientes y eficaces.

Durante la Edad Media, destacan dos etapas con grandes contribuciones a la práctica agrícola.

Estas etapas a las que hacemos referencia son la etapa feudal, así como la etapa del Islam y su contribución.

Por ello, dividimos la historia de la agricultura durante la Edad Media en estos dos subperiodos, siendo los que más contribuyen a la práctica agrícola.

Aunque el Imperio romano, así como otras sociedades, implementaron herramientas como el acueducto, u otros utensilios que fomentaron el avance de la agricultura, no es hasta este momento cuando la agricultura vuelve a experimentar otro gran cambio en las sociedades.

Así pues, debemos decir que la revolución agrícola durante el Islam fue una era de descubrimientos, tanto en materia de utensilios como de técnicas de producción.

La noria, el molino hidráulico y de viento, y la presa, son algunas de las innovaciones que trajeron estas sociedades. Y todo ello, en adición una relación de técnicas que dieron lugar a lo que conocemos como «sistemas agrícolas avanzados».

El feudalismo fue un sistema que debe su fama, en parte, a la agricultura. Los señores feudales alimentaban a la población en sus feudos con la producción agrícola, por lo que hablamos de una práctica elemental para la subsistencia de estas sociedades. Además, la frecuente actividad bélica en este periodo hizo del excedente una necesidad, para el desarrollo de la división del trabajo.

Por ello, en esta etapa se desarrollaron nuevos adelantos técnicos como el arado de hierro, así como elementos técnicos como la rotación trienal. Estos cambios permitieron maximizar la producción y generar el suficiente excedente que esta sociedad precisaba.

Entre esas innovaciones ocupa un lugar muy importante la introducción del barbecho, una técnica empleada en esta fase de la historia, permitiendo a las tierras regenerar los nutrientes que perdían en su fase de explotación.

La agricultura durante la Edad Media vivió cambios muy destacables. En lo que se refiere al aporte del feudalismo, encontramos el arado de hierro, así como la rotación trienal que, junto al barbecho, dejan una gran contribución para esta actividad económica.

Mientras que, en lo que se refiere a la agricultura durante el Islam, hablamos de herramientas como el molino, la noria, la presa, así como otros mecanismos que permitieron el avance de esta práctica agrícola.

Hace referencia a la etapa en la que se recoge una mayor transformación de la agricultura a lo largo de la historia. El inicio de esta transformación comienza en el siglo XVIII, con la llegada de la Revolución Industrial, y termina en el siglo XIX.

Así pues, hablamos de cambios técnicos y cambios legislativos que permitieron un gran avance en esta disciplina.

En cuanto a esos cambios técnicos, esta etapa permitió el aumento de la producción y, por tanto, el excedente. De esta forma, se generó una mayor comercialización, así como una mayor profesionalización de dicho sector. Así pues, se estima que la producción se incrementó en hasta un 90% con la aparición de estas técnicas, así como la maquinaria desarrollada durante la Revolución Industrial.

No obstante, también influyen mucho los cambios en la legislación, reformas en los que se permitió que las tierras dejasen de ser públicas, permitiendo la propiedad privada de las mismas. Y es que estos cambios en la regulación hicieron de esta práctica una actividad más favorecedora para los terratenientes, fomentando así la inversión.

Como se comentaba, la Revolución industrial ocupa un lugar destacado en esta etapa de la historia de la agricultura. Sin esa Revolución industrial, muchas de las máquinas que permitían obtener estos niveles de producción, así como la aplicación de esa regulación más favorecedora, no hubiesen existido.

Entre los principales aportes, encontramos la regulación más favorecedora para los terratenientes, así como la industrialización de la agricultura que, con la introducción de maquinaria y herramientas industriales, permitieron la profesionalización de esta actividad.

En esta etapa, destacan la revolución verde y el movimiento agrícola sostenible y ecológico.

La revolución verde hace referencia al cambio que está experimentando la agricultura desde la última revolución agraria. Esta revolución hace referencia a los cambios que implementa la agricultura y que se desarrollan entre los años 1960 y 1980 en Estados Unidos, así como otros países. Dichos cambios son la adopción de una serie de prácticas, así como de tecnologías, las cuales permiten una producción agrícola en terrenos poco fértiles o, incluso, extremos.

Así pues, hablamos de una revolución en la que se trataba de extender la agricultura en terrenos en los que, previamente, no se habría generado ninguna cosecha. De esta forma, se permite la práctica agrícola en todo el planeta.

Y de la misma forma, tenemos la agricultura ecológica, un movimiento que, con el fin de hacer de la práctica agrícola una práctica más sostenible y respetuosa con el medioambiente, emplea métodos no contaminantes para la extracción de la producción.

De esta forma, este movimiento implementa criterios medioambientales en la práctica agrícola, y revisa todos los mecanismos que se han ido introduciendo a lo largo de la historia. Esto, con el fin de ver su impacto en el planeta y la sostenibilidad del mismo.

Entre estos aportes, destacan los cambios que permiten la práctica agrícola en terrenos poco fértiles, que también son, en muchas ocasiones, territorios más empobrecidos. De esta forma, se permite una actividad económica que puede ayudarles a desarrollarse y obtener alimento.

Mientras que, por otro lado, se valoran mucho los avances en materia ecológica. Pues muchos de los abonos y pesticidas que se han ido implementado a lo largo de la historia, con el paso del tiempo, también habrían sido los causantes de numerosos desastres naturales.