Edad Moderna
La Edad Moderna es la etapa histórica que transcurre entre los siglos XV y XVIII. En contraposición con la Edad Media, la Edad Moderna se caracteriza por el progreso cultural, los descubrimientos, la creación de los Estados, el desarrollo de la economía a nivel mundial y un mayor peso de la razón frente a la fe.
Por tanto, se considera que el punto de partida de la Edad Moderna es el final del Imperio Bizantino (caída de Constantinopla en 1453), mientras que el final de esta amplia etapa histórica será el estallido de la Revolución francesa en 1789.
Cambios políticos y sociales
Así, en este periodo histórico, la burguesía irá adquiriendo una importancia cada vez mayor en la sociedad. Y es que, el poder de la burguesía fue aumentando gracias a que se enriquecía debido a su creciente poderío sobre el comercio. Por otra parte, los Estados crearán sus propias leyes, que dejarán de estar supeditadas a las normas morales de la Iglesia.
En la Edad Moderna también se produjeron importantes descubrimientos, tales como la llegada a América y a Australia. Todo ello dio lugar a una importante expansión de las naciones europeas que, a la postre, terminarían convirtiéndose en las grandes potencias mundiales.
Economía y comercio en la Edad Moderna
Los descubrimientos geográficos dieron lugar a una gran expansión del comercio, que se desarrolló a nivel mundial. De este modo, los grandes centros del comercio mundial serán las principales ciudades europeas y asiáticas. En este contexto, la esclavitud se convirtió tristemente en un negocio muy rentable. Junto con la esclavitud, también proliferó el contrabando de determinadas mercancías. En cualquier caso, el incremento del comercio, fue un gran estímulo para las economías de las principales potencias de la época.
En cuanto al pensamiento económico, nace el mercantilismo, que sostenía que la riqueza de una nación se basaba en la acumulación de metales preciosos. Ya en las etapas finales de la Edad Moderna, con la burguesía ganando poder social y con la primera revolución industrial, terminaría surgiendo el capitalismo.
La Edad Moderna es la era de los descubrimientos, de los grandes navegantes. Es aquí donde encontramos los nombres de célebres navegantes como Cristóbal Colón, James Cook, Magallanes y Juan Sebastián-Elcano. Gracias a estos marinos y a la exploración marítima, se descubrieron los rincones más recónditos del mundo.
Pero, más allá de la exploración geográfica, estos primeros viajes a los lugares más lejanos de América, Asia, África y Oceanía fueron el inicio de un futuro colonialismo. De este modo, Francia, España e Inglaterra entre otras, conformaron grandes imperios coloniales, lo que trajo consigo un gran intercambio cultural y económico.
Pensamiento y religión en la Edad Moderna
La Edad Moderna trajo consigo importantes cambios en la filosofía y, por tanto, en el modo de entender al hombre y la religión. Así, surgieron nuevos movimientos religiosos, como el protestantismo. Es aquí donde destaca Martín Lutero, quien descontento con la opulencia y la corrupción de Iglesia católica, emprendió la reforma protestante. La respuesta de la Iglesia católica frente a un protestantismo que ganaba fieles fue la Contrarreforma. Mientras tanto, en el nuevo mundo, se llevaba a cabo una importante labor de evangelización al catolicismo.
Sin embargo, el Renacimiento dio lugar a una nueva forma de entender el pensamiento humano. Si en la Edad Media Dios ocupaba un papel central, en el Renacimiento se concede un protagonismo mucho mayor al hombre, al tiempo que se rescata la cultura clásica de civilizaciones como Grecia y Roma y la razón gana terreno a la fe. También la invención de la imprenta por parte del alemán Johannes Gutenberg resultó decisiva en la difusión de la cultura. Todo ello se tradujo en un más que notable impulso al arte y a la ciencia, especialmente en aquellos países libres de la Inquisición.