Aportaciones periódicas
Las aportaciones periódicas son aquellas cantidades de dinero que se transfieren libremente y de forma periódica a determinados productos financieros.
Es decir, cuando decidimos ahorrar o invertir, podemos traspasar una cantidad importante de dinero una sola vez o hacerlo poco a poco. En el segundo caso, nosotros elegimos cuándo y cuánto traspasaremos cada vez, de ahí la expresión «periódicas».
Por ejemplo, contratamos un plan de ahorro con una entidad financiera y cada mes aportaremos 100 dólares ($). Como hemos decidido cuándo y cuánto, estaríamos realizando aportaciones periódicas a ese plan.
Tendencia de los mercados y las aportaciones periódicas
Partimos de un objetivo, como ya hemos mencionado, que es ahorrar o invertir. Además, los mercados pueden tener tendencias alcistas, los precios suben, o bajistas, cuando bajan. Es fundamental conocer el mercado para obtener rentabilidad y no perder dinero.
Hay diversos estudios sobre finanzas que concluyen que los mercados, en el largo plazo, son alcistas. Entonces ¿por qué no invertir todo el monto de una sola vez y aprovecharlo? Pues porque si escogemos el momento equivocado, podríamos tener pérdidas considerables.
Ventajas de las aportaciones periódicas
Veamos algunas de las ventajas de este tipo de aportaciones:
- Al transferir el dinero poco a poco estaríamos aprovechando las tendencias a largo plazo, que son mayoritariamente alcistas. De esta forma, aunque también puede haber periodos bajistas, estos nos afectaría mucho menos.
- Por otro lado, al ser pequeñas cantidades se pueden hacer correcciones sobre el promedio de un período. Así, las ganancias podrían compensar las pérdidas en una cartera que esté bien diversificada.
- La inversión inicial es la más elevada y solo tendríamos que hacer esa, en su caso. El resto serían aportaciones de pequeño importe, a gusto del consumidor.
- Las inversiones periódicas permiten obtener rentabilidad sobre la inversión y las ganancias generadas por esta. AsíPu actúa el interés compuesto, trabajando para nosotros.
- Nos permite tener una liquidez mayor, ya que no es necesario aportar grandes cantidades de dinero en cada periodo.
- Con esta forma de ahorro se diversifica el riesgo. Al ser pequeñas cantidades de dinero, las posibles pérdidas serán menores y podrán compensarse con las ganancias.
- Podremos realizar una mejor planificación de nuestros ahorros a largo plazo. Con una hoja de cálculo, incluso podríamos hacer un seguimiento.
- Podemos recuperar el dinero cuándo queramos y esto unido a la fiscalidad, ya que pagamos impuestos cuando lo retiremos, son dos grandes ventajas.
Recomendaciones para las aportaciones periódicas
Para realizar aportaciones periódicas conviene seguir una serie de recomendaciones:
- Aporta lo que puedas. A veces creemos que invirtiendo mucho podremos conseguir más rentabilidad gracias al interés compuesto. Esta afirmación es correcta, pero si nos va a crear un problema de liquidez, puede ser un error. Pensemos en lo que podamos aportar.
- Automatizar el proceso. Conviene dar una orden periódica al banco, de manera que podamos despreocuparnos de ahorrar. Eso sí, siempre teniendo en cuenta la primera premisa recomendada.
- El valor medio. La recomendación de efectuar aportaciones periódicas tiene una razón de ser. Al comprar y vender en función de los precios en cada período, la tendencia será un valor medio de estos. Por tanto, ni serán muy altos, ni muy bajos.
- Fondo de inversión. Las aportaciones periódicas se pueden hacer a diversos productos financieros como planes de ahorro, acciones o fondos de inversión. En este último caso aprovecharemos la diversificación de la cartera y la gestión por profesionales.
Ejemplo de aportaciones periódicas
Para terminar, vamos a mostrar un ejemplo de una inversión con pagos mensuales. Como rentabilidad de referencia utilizaremos la del IBEX35 español, que en 30 años fue de un 4% (7,95% con dividendos). Nos centraremos en la rentabilidad del precio sin dividendos.
Imaginemos una aportación de 2.000 euros al año durante esos 30 años. En la figura vemos lo que sucedería, a largo plazo, con la inversión y el montante final. Hay que tener en cuenta que usamos un promedio de varios años, pero en ellos puede haber subidas y bajadas:
Podemos observar que, realizando aportaciones periódicas, en este caso 2000 € al año, algo menos de 200 € al mes, el monto final casi duplica la inversión inicial y crece de forma exponencial. Así actúa la «magia del interés compuesto» en el largo plazo.