Cuenta de margen
Una cuenta de margen es una cuenta bancaria desde la que un bróker opera con fondos que le presta al inversor. Como consecuencia de dicha operativa, los valores adquiridos en nombre del inversor van asociados a la cuenta de margen, y a su vez funcionan como garantía del capital prestado por el bróker.
Veamos un ejemplo. Supongamos que un inversor necesita un capital de 2M USD para llevar adelante su estrategia inversora, pero solo cuenta con 1M USD de capital propio. Para solucionar este problema, decide invertir su capital en una cuenta de valores propia, y pedir prestada la misma cantidad a su bróker.
El bróker le habilita entonces una cuenta de margen, donde deposita 1M USD adicionales. Con ese dinero, puede comprar valores en nombre del inversor, o dejar que este lo haga personalmente.
Los activos adquiridos por el inversor quedarán asociados a esa cuenta, funcionando como garantía del capital prestado. Al mismo tiempo, el bróker puede cobrar intereses al inversor durante la vida de la cuenta.
Ventajas de la cuenta de margen
Las cuentas de margen permiten al inversor evitar el coste de oportunidad causado por la escasez de capital
La gran ventaja de contar con una cuenta de margen es que permite ampliar la capacidad inversora de quien la contrata. En el ejemplo anterior, hemos hablado de un inversor que contaba con un plan que le requería 2M USD cuando solo tiene 1.
En este sentido y de modo general, podemos decir que los beneficios de una cuenta de margen son similares a los del endeudamiento. A través de esta vía se permite adelantar capital a quien aún no lo tiene, por parte de otros que ya lo han acumulado y a cambio de una tasa de interés. Pone a disposición de quien tiene un plan inversor los medios para llevarlo a cabo, transfiriendo temporalmente el exceso de capital de quien ya lo ha ahorrado previamente.
De esta manera, las cuentas de margen permiten al inversor evitar el coste de oportunidad causado por la escasez de capital. Claro que para que esto ocurra, la rentabilidad de los activos adquiridos bajo apalancamiento tiene que ser superior a los intereses exigidos por el bróker.
Siguiendo el ejemplo anterior, supongamos que la estrategia inversora para invertir 2M USD tiene una rentabilidad esperada del 5 %. Los fondos prestados, a su vez, pagan un 2,5 % de interés anual. Alternativamente, el inversor cuenta con un plan B en el caso de que no pueda conseguir que le presten el capital que le falta. El rendimiento esperado de dicho plan sería del 3 %.
Bajo este supuesto, con la cuenta de margen el inversor ganaría 75.000 USD al año (100.000 de rentabilidad menos 25.000 de intereses). Si, en cambio, invirtiera su capital en el plan B (sin apalancamiento), ganaría apenas 30.000 USD.
Desventajas de la cuenta de margen
La principal desventaja es el riesgo de impago, el cual se encuentra en casi cualquier forma de inversión apalancada
Sin embargo, no todo son beneficios. Si apareciera una oportunidad para invertir 1M USD al 5 % y los intereses subieran al 6 %, la cuenta de margen generaría pérdidas para el inversor.
Tengamos en cuenta que con el plan original de invertir apalancado, ganaría 40.000 USD (100.000 de rentabilidad menos 60.000 de intereses). Con el plan B, ganaría 50.000 USD y se ahorraría todos los riesgos ligados a la deuda, como la pérdida del valor de la inversión.
Precisamente, esta es la gran desventaja de las cuentas de margen. En realidad, no se trata de un problema específico de este producto, sino de casi cualquier forma de inversión apalancada. Se trata del riesgo de impago cuando la rentabilidad es negativa o muy inferior a la esperada.
Imaginemos que con ese 1M USD el inversor compra activos financieros que con el tiempo acaban perdiendo el 50 % de su valor. En este caso, tiene dos opciones: vender sus activos a pérdida y liquidar el préstamo con capital propio, o esperar a que se recupere el valor de la cartera.
Con la primera alternativa, habrá perdido 500.000 USD y su capital propio se verá reducido a esa misma cantidad (recordemos que había comenzado con 1M USD). Si decide esperar, puede recuperar parte de la inversión si el precio de los activos sube, pero también se expone al riesgo de sufrir pérdidas mayores si el precio sigue bajando.
Las llamadas de margen
Se trata del derecho del bróker a reclamar la garantía del capital prestado, con los valores adquiridos por el inversor
Lamentablemente, los inversores no siempre pueden elegir. El motivo es que para prestarles dinero, los brókers suelen poner como condición el mantenimiento de un margen en la cuenta. Este «margen» no es otra cosa que un valor mínimo con respecto al capital prestado inicialmente.
Los márgenes suelen expresarse en términos porcentuales. Por ejemplo, si en el caso que hemos comentado se hubiera pactado un margen del 25 % sobre el capital de 1M USD, el margen sería 250.000 USD. Eso significa que, en todo momento, los activos comprados con ese capital deben tener un valor que como mínimo iguale esa cantidad.
Ahora bien, si el valor de la cartera cae hasta los 200.000, el bróker tiene derecho a hacer una llamada de margen. Esto significa que puede reclamar al inversor que compense las pérdidas ingresando dinero propio en la cuenta, o bien que venda sus activos para saldar el préstamo.
Por este motivo, las llamadas de margen suelen ser un indicador de la incertidumbre en los mercados financieros. El motivo es que, ante una fuerte caída de los precios, se multiplican las llamadas de margen, obligando a los inversores a vender sus activos. Estas ventas masivas, a su vez, pueden desplomar aún más los precios y alimentar el miedo en los mercados.
Las llamadas de margen y las crisis financieras
En ocasiones, las llamadas de margen desencadenan a su vez otras ventas de activos
Sin embargo, no resulta tan sencillo establecer una relación de causa-efecto entre las llamadas de margen y las crisis financieras. Naturalmente, si las llamadas aumentan es porque los precios de muchos activos están cayendo por debajo de las expectativas del mercado.
Como comentamos anteriormente, esto es un indicador de que hay incertidumbre entre los inversores, y de que el sentimiento de mercado está cambiando. Desde este punto de vista, las llamadas de margen serían un síntoma de que se avecina una crisis financiera.
Sin embargo, la realidad es mucho más compleja. El motivo es que, en ocasiones, las llamadas de margen desencadenan a su vez otras ventas de activos.
Uno de los mecanismos de transmisión para que esto ocurra son los precios. Si hay un número suficiente de llamadas sobre un mismo activo, su precio de mercado tiende a bajar. Eso significa que, de pronto, baja la rentabilidad de tenerlo en cartera. Lo cual incentiva a otros inversores, que quizás en un principio pensaban mantenerlo, a deshacerse de él cuanto antes.
Otra forma es la vía de la liquidez. Si un inversor está demasiado apalancado y se ejecuta la llamada de margen, su deuda con el bróker queda solo parcialmente saldada. Y si no tiene liquidez para afrontar el pago del capital pendiente de devolver, tendrá que vender otros activos de su cartera, extendiendo a otros valores la tendencia bajista de los precios.
En conclusión, podemos decir que las llamadas de margen solo al principio son consecuencia de una caída de los precios. En ocasiones, la retroalimentan y acaban formando con ella un círculo vicioso, del que solo se puede salir cuando los mercados recuperan la confianza y se reequilibran las expectativas.