Fundamentalismo

El fundamentalismo es una forma de pensamiento que propone que la interpretación de las religiones y de las ideologías políticas ha de hacerse de forma literal.

El fundamentalismo es una corriente de interpretación extrema de las diferentes ideologías y religiones que pueden existir. También puede ser aplicado a teorías como las económicas.

Supone interpretar de forma literal y extremadamente fiel los textos, postulados y características que dan cuerpo a dichas doctrinas. Dando igual así su carácter pragmático, es decir, si en el plano teórico una ideología funciona perfectamente pero, hay cosas que son imposibles de llevar a la práctica debido a sus consecuencias o a variables externas. En resumen, el fundamentalismo afirma y defiende que estos aspectos también han de ser implementados. 

Esta es quizá la característica más reseñable del fundamentalismo, las consecuencias desastrosas que provoca la puesta en marcha de los elementos más radicales e inviables.

Tenemos numerosos tipos de fundamentalismo, pudiendo dividirlo en político y religioso. Este último es el más común, en los últimos tiempos se ha venido refiriéndose al islam. Debido a los diferentes atentados que ha ido causando el Estado islámico en estos últimos años por todo el mundo. 

Características del fundamentalismo

El fundamentalismo, sobre todo el religioso, se caracteriza por poseer unas características comunes:

  • Interpretación literal de los textos y prácticas que recoge la religión de la que se trate.
  • Intransigencia con el resto de religiones. No se acepta el pluralismo por parte de quien lo predica, la única religión válida y verdadera es la del fundamentalista.
  • Violencia. Muchas de las prácticas que promueven implica el uso más o menos pronunciado de violencia.
  • Terrorismo. Con el fin de imponer al resto de la sociedad sus creencias, algunos fundamentalismos recurren al terrorismo, infundiendo terror a colectivos determinados.

Fundamentalismo religioso

Dentro de esta categoría, el fundamentalismo se da prácticamente en todas las religiones, aunque esta interpretación sea la minoritaria.

Fundamentalismo islámico

Este es el llevado a cabo por los seguidores más radicales de la fe islámica. Se ha extendido desde las revoluciones musulmanas que instauraron regímenes profundamente teocráticos en numerosos países de Oriente Medio, como Siria e Irán. Esta corriente propone el Corán como máxima autoridad para regir la vida pública y privada de las personas. De ello derivan prácticas como la ejecución de homosexuales o la lapidación de la mujer.

La cara más extrema del fundamentalismo islámico son los grupos terroristas que operan en su nombre, tales como Al Qaeda o el ISIS. Autores de numerosos atentados en Estados Unidos y por Europa. Desde hace unos años están involucrados en la guerra siria, país sumergido en el fuego y el desastre desde 2011.

Fundamentalismo cristiano

Esta corriente se basa en la interpretación literal de la biblia. Surgió en Estados Unidos a finales del siglo XIX y principios del XX. Defienden la literalidad de numerosos hechos metafóricos de la biblia y apuestan por una sociedad muy conservadora.

Supone, como todos los fundamentalismos, la exclusión de pluralismo, y la promoción de los valores radicales cristianos, esta es la razón de ser de la aparición de numerosas sectas. Ejemplos de este estilo de vida sería vivir en celibato, promoción de la austeridad, el rechazo del marxismo y del consumismo y de todos aquellos postulados ideológicos que vayan en contra de los valores del cristianismo, tales como el aborto o la homosexualidad.

En la Edad Media, estas posiciones han dado lugar a cruzadas y guerras santas.

Fundamentalismo político

Al igual que el religioso, esta vertiente realiza una interpretación literal de los postulados político-económicos que defienden las distintas ideologías. Aunque dicha aplicación pueda conllevar la muerte de numerosas personas. Ejemplos de ello son las ideologías totalitarias y autoritarias más extremas. 

El nazismo, desarrollado por Adolf Hitler en su libro Mein Kampf, propuso el expansionismo alemán y la depuración de su población, a través de la prohibición del mestizaje y el asesinato de numerosos grupos y etnias. Persiguiendo así el ideal de la perfección de la raza aria. La doctrina del fascismo de Benito Mussolini, también fue el pilar sobre el que se asentaron las bases del totalitarismo fascista italiano.

Por otro lado, la obra de Lenin y Stalin, y el Libro Rojo de Mao, se consolidan como las bases inalienables sobre las que se ha de desarrollar el Estado comunista. Aunque, a consecuencia de su implementación, mueran millones de personas. Como fue el caso de la revolución cultural china, o el Holomodor en Ucrania.

El resumen del fundamentalismo político es este: las políticas que propone una determinada ideología han de ser implementadas, aunque ello conlleve el asesinato de millones de personas. O, como diría Maquiavelo: «El fin justifica los medios».

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Alfredo Marín García , 07 de junio, 2021
Fundamentalismo. Economipedia.com